Carta a mi Padre


Padre, en este dia tan tuyo quisiera contarte lo que fuiste para mí durante mi infancia y adolescencia, sin dejar escapar lo que ahora siento por ti, siendo ya mujer.........

¡ Cómo me gustaba esa hora de la tarde !...cuando tú llegabas del trabajo y con nosotros, tus hijos, jugabas a las escondidas, pero la magia acababa en el momento que mamá suspendía el juego porque nuestro abuelo había regresado y era la hora de los grandes.
Fuiste mi amigo, amigo de secretos , como esas veces que levantándome el castigo dado por mi madre cubrías mis espaldas para yo escapar a la matineé, de la que volvía apuradita para no dejarte en evidencia, y cuántos otros secretos más, siempre con el ánimo de estar ahí cuando te necesitaba...¡ Oh papito!, cómo no llorar cuando recuerdo mi infancia y a ti en ella como uno más de mis amigos...el más fiel y leal amigo.
Recuerdo aquel día en que tu intuición de padre te dijo que yo te necesitaba y te hizo asomarte a la ventana del patio , ahí estaba yo sumergida , ahogándome en el agua, saltaste la ventana cual ágil eras y volaste conmigo al hospital...te debo tanto y siento que tan poco te doy...
Sé que en la etapa de mi adolescencia no quisiste entrar , pues te sentías intruso en mi intimidad y que era mi madre a quien le correspondia estar ahi, también te agradecí tu delicadeza, pero cuando una pena me embargaba ah estabas tú y con tu humor tan característico hacias ver ridicula la situación y tan cómico lo pintabas , que tanto reirnos alejaba el problema y ya la pena no era tan grande.
Cuando fui mujer independiente , ya no te ví como ese hombre carismático que eras para mi, por el contrario te encontraba amargado y aburrido...pero lógico , mi círculo de amistades iba creciendo cada vez más, tenia un excelente trabajo, salud, y muchos proyectos para el fuuturo, además de la independencia del bolsillo que me hacía pensar en que era dueña del mundo...no concebía que tu vida hubiera transcurrido del trabajo a tu casa , sin ningún aliciente más que sacar a tus hijos adelante y verlos poco a poco partir de vuestro lado...¿ para eso vivir?.... qué fomedad , para mí era vacío absoluto.
¡NO! yo iba a ser diferente en mi hogar, saldría a muchos compromisos sociales y mis hijos crecerían independientes , así sería un hogar lleno de vida y todos tendríamos qué contar al encontrarnos en las tardes.
Por Dios qué equivocada estaba...qué injusta fuí...sólo culpo a la edad de la inconsciencia, al sentir que el mundo se abría a mis pies y no estaba preparada para sumergirme en él...pero tú siempre ahí seguías junto a mi...como aquella vez en que en mi primera discución matrimonial, tú estabas conmigo, tuviera o no razón, pero lo rico fue sentir ese brazo invisible que me apoyaba, otra vez tú secretamente haciéndome sentir tu princesita.
Siempre dijimos que la mejor escuela es la vida....no he vivido lo suficiente para agradecerte mil y mil veces más el que seas mi padre y pedir allá arriba que pueda tenerte por mucho tiempo más , sé que estás cansado y solo, pues tu compañera ya hace años que partió...pero papito cómo agradezco a la vida que sigas aquí porque así siempre que pueda podré abrazarte y tocar tu mejilla al besarte...pues aunque ya sea una mujer te sigo necesitando.
tu hija que te adora.