Calor capitalino
abrumador, sofocante
la muerte misma
para mi respiracion
la muerte misma
de una ilusion

rayos de sol
aturdian los pensamientos
y el aire sofocante
sacudia aquellos sueños delirantes

el alma frenética
ya de tanta
locura junta

ya de tanta
ilusion esfumada
en el vacio,
la nada misma solo ha sido

fue acaso un simple engaño
engendrado de un anhelo compartido
de palabras comunes
de sonrisas confusas

fue acaso
el delirio propio echo realidad,
el espejismo
de una esperanza
dibujada en la mente
y coloreado
por un corazon diezmado
por la angustia
por la desdicha
por el desamor
y el abandono

una ilusion
una fantasia
aterrizando forzosamente
en la realidad atingente
descendiendo bruscamente
en la vida misma

aterrizaje forzoso
de un alma enfermiza
de ojos aturdidos
por la realidad misma
la nada
el vacio

resignada a aquella verdad
que destrozó un pedazo de alma
alma inquietante,
alma inocente,
alma utopica

aquella verdad
que la mente sospechó
pero el corazón escondió
entre las palabras y los versos
pero los ojos observaron cabisbajos
y el alma entendió
y el alma aceptó

y en medio de tanto caos
algo de lucidez queda
la que me permite seguir

seguir entre las nebulosas
entre la caida misma y el sustento mismo
entre la sequedad de aquella tierra infertil

y los ojos algo tristes
pero aun brillantes
esperando
esperando la dicha misma
que algún dia reinará
y para siempre