TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / ATeCe / La Consulta

[C:224365]

Con motivo de los hechos
que acontecen en mi patria
y con deseos de saber
a que obedecen sus fallas,
salí a ver a un abogado
para que me lo explicara
teniendo en cuenta las leyes
que interpreta con su sabia,
como la constitución
que rige del país la marcha.

El abogado escuchó
muy atento las preguntas,
frunció el ceño y cabizbajo
le respondió a mi consulta:
son problemas complicados
que a la nación se le juntan
por diferentes razones
y factores que se suman,
políticos y sociales
o económicos que abruman.
El hombre-pueblo que quiere
romper viejas estructuras
en busca de bienestar
que compense tantas luchas;
la ambición del capital
con su posición absurda;
el peón que pide trabajo,
que reclama pan y ayuda,
que no sea vano su esfuerzo
y no lo acucien las dudas;
que la riqueza del país
que nuestro mercado inunda,
en forma equitativa
a todos se distribuya,
así entonces la riqueza
será mas humana y justa.

Gracias, le dije al Doctor
por la opinión que me diera
y me marché calle abajo
como mordiendo una pena.
Entonces tan preocupado
por las primeras respuestas,
quise ir a ver a un político
para que él me instruyera
de lo que sufre el país
y la demora en su enmienda.

Dijo sonriente el político
con aire de suficiencia:
el país tiene recursos
y no son tantas sus deudas;
con muy poco sacrificio
superaremos falencias
y además, en tiempo récord
- es preciso que esto entienda –
no tendremos los apuros
de ninguna deuda externa,
porque habrá buen superávit
de la producción triguera
para abastecer al mundo
con la excelente cosecha,
dado el gran incremento
que habrá en el área de siembras.
Además, tendremos carnes
para venderle a quién quiera,
a precios inmejorables
y con muy fuerte moneda.
Así que no veo, amigo,
motivo por el cual piensa
que la situación del país
tan mala del todo sea,
si hay de todo en el mercado,
la gente vive contenta,
la Argentina sigue en marcha
sin que nada la detenga.

Salí tan desorientado
por todo lo que había oído
que comencé a deambular
para encontrar algún sitio
donde poder meditar
del abogado los dichos
y la optimista versión
del increíble político.
Entonces pensé en un cura
y allá me fui mas tranquilo.

Padre le dije al entrar
tremendas penas me aquejan,
pero no tengo pecados
que necesiten enmiendas,
porque soy hombre maduro
de mirarme udsted lo aprecia
y creo que no es preciso
que me de una reprimenda,
pues si tuviera pecados,
solo haría mi penitencia.
He venido a verlo a usted,
como jefe de esta iglesia,
pues de lo que está pasando
seguro tendrá una idea
que por ser clara y precisa,
atendiendo su experiencia,
se habrá formado opiniones
de esta situación compleja
y entonces podrá decirme
al respecto lo que piensa
de esta crucial etapa
por la que el pueblo atraviesa
y cual es la solución
que vislumbra para ella.

Hijo mio, que podría
decirte yo de política
si soy solo un sacerdote
que ha vivido dando misas,
orando para la paz
y el amor de las familias;
llorando por las angustias
que a los pueblos crucifica.
Qué quieres hijo, que opine
sobre nuestra economía,
cuando veo que las riquezas
del país se desperdician;
el hombre lleno de angustias
en vano se sacrifica,
madruga y recoge frutos,
hace vino de las viñas,
labra con sudor la tierra
derramando la semilla
para que el oro del trigo
resplandezca en la codicia
de los que suman ganancias
con moneda mal habida.
¿Qué quieres que opine, hombre,
de una situación tan crítica?
si se ha perdido el amor,
la fe está rota y marchita
el hombre ha perdido el rumbo
navegando a la deriva;
las pasiones y los odios
han destruído toda mística,
no hay oraciones por nadie,
muy pocos escuchan misa
y están olvidando a Dios,
sus preceptos y la Biblia.
Que podría decirte yo
si en esta tierra bendita,
se olvidan las tradiciones,
la vida simple y tranquila;
el hombre piensa en matar
gesta y provoca rensillas,
su razón es la violencia,
su vocación la mentira;
el asalto está de moda,
la inmoralidad lastima,
pero eso no se corrige,
la ley a nadie castiga
y entonces el desconcierto
sacude todas las fibras,
minando al fin las reservas
morales, de gente digna.

Después de escuchar paciente
tres opiniones distintas,
advertí que una de ellas
solamente, era optimista,
como el concepto vertido
del hombre que hace política,
queriendo pintarme de oro
la situación de Argentina,
lo que mostraba a las claras
que el político mentía.

El abogado tenía
de la situación, conciencia
porque pintó el panorama
con absoluta crudeza,
tocando muchos aspectos
que francamente golpean,
pero el también, como yo
desde su óptica severa,
vislumbraba en sus dichos
una total impotencia.

Finalmente, el sacerdote
que habló en nombre de la iglesia,
estaba muy conmovido
juzgando con gran tristeza
todos los hechos que ocurren,
y pese a su trascendencia
se los trata de ocultar
o no hay quien los resuelva
y nadie le quita al pueblo
la angustia que lleva a cuestas.

Con estas tres opiniones
me quedó la misma pena,
pero me puse a pensar
que quizás un día se pueda
encontrar la solución
al drama que nos aqueja,
serenando los espíritus,
aunando todas las fuerzas,
con un sentido de patria,
con vocación de grandeza
que le devuelvan al pueblo
la paz que hoy se le niega.

Texto agregado el 26-07-2006, y leído por 87 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
26-07-2006 Excelente. 5*********** chantal-deveraux
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]