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Inicio / Cuenteros Locales / AA000gabriel18 / Y TÚ ¿ESTÁS TRISTE?

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I.-HOMBRE: UNIDAD CORPORAL- ESPIRITUAL

1.-El apetito irascible y concupiscible
El hombre es un ser compuesto de alma y cuerpo. Al nacer Dios infunde un alma al cuerpo que se desarrolla en el vientre materno, y ésta permanece con él hasta que el cuerpo muere, así, el hombre posee dos realidades: corporal o sensible y espiritual. El alma infundida al hombre es racional, porque es capaz de conocer, y también puede sentir aunque para esto necesite un cuerpo, de tal forma que alma y cuerpo se complementan, formando un compuesto y constituyendo una unidad substancial. De lo anterior se desprende que el alma necesita al cuerpo y viceversa, tan es así que el alma resulta la forma natural del cuerpo, no se puede llamar hombre al alma sola o al cuerpo solo. En algunas corrientes filosóficas como el platonismo y el neoplatonismo se consideraba a la materia como algo malo de lo que se tuviera que desprender, hubo hasta quienes le llamaron la cárcel del alma; nada de esto es cierto, de hecho “la unión de alma y cuerpo no es detrimento del alma, sino para su provecho. La materia existe para la forma”
Un hombre está formado por estas dos partes: lo sensible (cuerpo) y lo intelectual (alma), resultando un solo acto. Esta realidad fue tratada por muchos filósofos, entre los que sobresale Aristóteles, a esta teoría se le denomina hilemorfismo , en la cual sostiene que en el compositum humano no hay más que una forma sustancial, que es el alma racional, y ésta determina a la materia, al informarla, es decir, darle forma al regir y controlar sus operaciones vegetativas (respirar, alimentarse), sensitivas (placer, dolor) e intelectuales.
El ser humano ejerce sensaciones, porque posee un cuerpo y razona por tener un alma, y no pueden separarse ambas facultades porque “no es posible tener sensaciones sin tener un cuerpo, de modo que también el cuerpo, y no solo el alma han de pertenecer al hombre”.
Ahora bien, la sensualidad o apetito sensitivo, es la inclinación de nuestra naturaleza sensitiva hacia bienes aprehendidos por el sentido, las sensaciones corporales suelen denominarse apetito sensitivo o sensible, y que a su vez se divide en dos potencias o especies: irascible, que es una inclinación a resistirse a lo que es útil y favorecer lo perjudicial y la concupiscible que lleva al alma a buscar lo bueno y alejarse de lo malo, así, el objeto del apetito irascible es lo agradable o desagradable y esto mismo es objeto del irascible en cuanto arduo o difícil. El bien y el mal, que son objeto del apetito sensitivo, pueden ofrecerse a éste, o simplemente bajo la razón de bien o de mal difíciles de conseguir o de evitar, así por ejemplo

Cuando un perro huele el aire buscando un hueso, es el apetito concupiscible que lo mueve; cuando lucha contra otro perro que busca el mismo hueso, es el apetito irascible que los mueve. Cuando huye de un chicote, es su apetito concupiscible que lo inclina a evitar lo dañino; y cuando resiste un ataque, es el apetito irascible el que opera.

Por tanto de los dos poderes, el concupiscible es el mas fundamental, ya que esta relacionado mas inmediatamente a las cosas que influyen para bien o mal sobre el hombre, el irascible es subordinado a el.

II. LAS PASIONES: ¿AFECTAN AL ALMA O AL CUERPO?

Un ente es todo aquello que existe, todo cuanto nos rodea en la realidad que podamos o no captar por medio de nuestros sentidos o intelecto, desde una piedra hasta un ser humano es ente, y está compuesto de acto y potencia, pero los seres corporales también están compuestos de materia y forma, no así los espirituales.
Respecto al acto y la potencia podemos decir que “en cuanto una cosa puede ser, ya es algo, aunque todavía no sea; lo que pudiendo ser, aún no es, se dice que es en potencia; lo que ya es se dice que es acto”. Es decir, una semilla está en potencia (puede ser pero todavía no es) porque puede convertirse en un árbol; en cambio el árbol ya es acto, porque ya ha logrado desarrollarse y ser lo que podía ser. Todos los seres que existimos estamos en potencia y acto, pues podemos efectuar acciones en el tiempo, cuando queremos movernos de un lugar a otro estamos en potencia, pues podemos hacerlo o no; si decidimos hacerlo y nos movemos al llegar al lugar elegido estamos en acto, ya que hemos llevado a cabo y consumado la acción, nuestra existencia es un constante pasar del acto a la potencia y viceversa, solo Dios es acto puro, pues siempre es, en Él no existe la potencia. Todo el que recibe algo de otro está en potencia respecto a ese otro, y lo que es recibido en él es acto. La potencia en el tiempo es anterior al acto.
En los seres materiales hay además materia y forma, en especial en el hombre, la materia que recibe la determinación de la forma, es el cuerpo; y la forma, que determina la materia, es el alma. Es imposible que una forma exista sin materia. Mientras forma y materia se encuentran unidas, la sustancia permanece unida y en armonía, al separarse sobreviene la corrupción de ésta. El objeto (sustancia) al permanecer la forma puede existir, ya que gracias a la forma es apta para recibir la existencia, ya que la forma es la que le permite al objeto ser y por ende convertirse en acto, por eso “es imposible que una forma exista sin materia” .
Así, “en un ser compuesto de materia y forma, la acción procede de la forma, y la pasión de la materia”.
Es de los apetitos sensitivos—concupiscible e irascibles—que las pasiones surgen. La pasión, propiamente llamada así, se encuentra solo donde haya una alteración corporal, y consecuentemente no puede atribuir a la parte racional del hombre. La pasión pertenece a la naturaleza sensitiva, a las facultades que requieren al cuerpo y alma para la operación, es decir, la acción que llevan a cabo par conseguir su objetivo. La pasión es un movimiento del apetito sensitivo bajo la imaginación del bien o mal. Esas pasiones que tengan un bien o mal como su objeto inmediato (en el momento en que se padece) o estimulo surgen del apetito concupiscible, que esta relacionado al bien o mal directamente, al querer acercarse al bien y alejarse del mal. Padecer se puede emplear de varios modos, el más general es que padecer es todo recibir, por ejemplo: cuando un objeto es iluminado, se dice que padece iluminación. Otro cuando se recibe algo con perdida de otra cosa, y más propiamente al pasar de mejor a peor, y puede haber sustracción al ir acompañada de transmutación corporal, de tal forma que “la pasión es el camino a la corrupción, porque toda pasión acrecentada altera la sustancia”. La pasión no puede darse en el alma sino accidentalmente, pues el alma es incorruptible y no es corporal, aún cuando puede padecer de los dos modos anteriormente mencionados, “solo el cuerpo puede per se sufrir una pasión” Este padecimiento se da cuando el compuesto padece, pues una pasión solo puede afectar al alma en la medida en que esta esté unida al cuerpo, ya que al producirse un desorden (malestar) en el cuerpo, el alma sufre de manera indirecta, por ejemplo, cuando alguien se corta siente dolor físico y molestia en el cuerpo, pero también su alma se duele y sufre consternación. Sin embargo padecer puede darse en cualquier ser en potencia, y el alma tiene potencia.
Las pasiones pueden afectar al cuerpo y al alma, aunque en esta última sólo sea per accidents.
Ahora, en cuanto al bien o mal moral de las pasiones, solo existen cuando éstas están sujetas al imperio de la razón y la voluntad, “las pasiones no implican moralmente ni bien ni mal” , al ser consideradas como apetitos irracionales, ya que el bien y el mal tienen que ver con la razón.

III. LA TRISTEZA EN SÍ COMO PASIÓN

1.-La tristeza en el apetito concupiscible.
La tristeza es una pasión que se halla contenida en una de las divisiones del apetito sensible pues existen “…en el apetito concupiscible tres grupos de pasiones: el amor y el odio, el deseo y la aversión, la alegría y la tristeza”
Todo movimiento del apetito sensitivo se llama pasión y denotan defecto. El movimiento del dolor siempre se encuentra en el alma primero pues el cuerpo no puede dolerse si no se duele el alma, de este dolor podemos distinguir dos tipos: el exterior y el interior. El exterior es producido por lo que es contrario a la conservación del cuerpo en el que habita la vida, como las enfermedades, las heridas, etc., y está acompañado siempre de dolor interior y acrecienta el dolor, pues el dolor interior es más universal que el interior, por ejemplo, una muchedumbre puede sentir un dolor colectivo ante un suceso, pero cuando un individuo sufre una herida solo él es capaz de sentir el dolor que le produce. El interior, este último llamado tristeza y que es más intenso, más que toda llaga exterior
El dolor causado por aprehensión interior se denomina tristeza, la tristeza es una especie de dolor, cuyo objeto es el mal propio, pero puede considerarse también en cuanto a un objeto extraño, también se le puede llamar mal, como cuando nos compadecemos de las desgracias ajenas, es una tristeza, pero de un mal extraño Existen cuatro tipos de tristeza: misericordia, que es la tristeza de un mal ajeno, cuando se estima como propio, de acuerdo a la cercanía que tengamos por quien lo experimenta; envidia, cuando se estima el bien ajeno como mal propio, se da al experimentar que los beneficios que otros obtienen son perjudiciales para nuestros intereses personales; la ansiedad, que consiste en una oposición cuando queremos escapar del dolor que padecemos, pues la tristeza es un huida del apetito y por tanto de la sensación; y finalmente la acidia que es un agravamiento de la ansiedad a tal punto que paraliza al cuerpo impidiéndole obrar.
La tristeza proviene de la perdida de los bienes materiales temporales que se hallan mas bien en el presente que en el pasado. También la concupiscencia o deseo es causa de tristeza al retrasar el bien deseado o su desaparición, pues la concupiscencia al evitar lo dañino, es contaría a lo que en ocasiones buscamos, y ese atraso en conseguir nuestro objetivo, es contristante, es decir, ocasiona tristeza, de lo anterior podemos afirmar que todo aquello que retrase la llegada de nuestro anhelo de conseguir aquello que buscamos es causa de tristeza.
“La tristeza es entre todas las pasiones la que más daña al cuerpo” , por ser contraria al movimiento vital y a la vida pues nos aletarga y ocasiona que nos deprimamos quitándonos el animo de hacer nuestras actividades cotidianas, en los casos de depresión, que no es más que un estado profundo y alargado de tristeza, se puede llegar incluso a perder el deseo de vivir y acabar en consecuencias nefastas, es por esto que la tristeza resulta sumamente nociva. Del mismo modo, agrava al ánimo y le impide disfrutar de lo que quiere, a raíz de que produce un decaimiento en nuestra alma, inhibiendo de cierta forma nuestros sentidos e impidiéndonos disfrutar y ver el mundo que nos rodea de una manera plena, aun aquello que nos resulta agradable en el estado de tristeza se vuelve insípido, hay otras causas más generales de la tristeza.

IV. LA TRISTEZA: RESULTADO DE BUSCAR FALSAS FELICIDADES

1.-Donde no se halla la felicidad.
Muchas veces depositamos la felicidad en bienes terrenos que en si no constituyen la verdadera felicidad, y algunos de esos bienes en los que no está la felicidad son: los placeres corporales: el placer es común al animal y al hombre, por eso no puede ser el placer la felicidad verdadera, esta debe ser algo mas elevado. Lo mas noble en el hombre es el intelecto, aquella característica que nos diferencia de los animales, no su sensualidad que es común con los animales que son criaturas inferiores, el fin máximo no pueden ser por tanto el placer pues este es común ambos, antes bien de be ser algo semejante a un ser superior, algo que nos una con ese ser, no aquello que nos vincule con lo inferior; sin embargo el placer no es malo, siempre que sea moderado, pues el exceso resulta nocivo, una razón mas es que los placeres al unir al hombre con lo sensible, lo apartan y alejan de las realidades superiores; si los placeres fueran el bien superior se podría hacer uso de ellos sin limites, lo cual es falso: el exceso de placer resulta un vicio muy perjudicial.
El honor que no es una operación propia como lo es el último fin, una operación mas perfecta, ya que lo que no puede ser bueno y deseable por si, si no por otro no constituye el fin máximo, este es el caso del honor; somos honrados cuando poseemos un bien que existe en nosotros, ya sea material o espiritual, esta es la razón por la cual decidimos buscar honor, encontrar testigos de aquel bien que poseemos, por eso preferimos honores de los sabios y los grandes; las operaciones buenas y virtuosas son propias y voluntarias, no así el honor que no depende de quien lo alcanza, si no de quien lo da; solo los buenos son dignos de honor, pero los malos también pueden recibirlo, el honor no constituye el bien supremo y por lo tanto no puede ser. La gloria tampoco puede ser el sumo bien, los hombres que buscan la fama lo hacen para recibir honores; la gloria está subordinada al honor y como ya vimos, el honor no es el supremo bien, mucho menos la gloria, cuando perseguimos la gloria, lo hacemos con el fin de ser conocidos, pero es mejor conocer que ser conocido, he ahí porque la gloria no puede ser, pues ella supone ser conocido, aun mas, el supremo bien debe trascender en el tiempo, ser duradero, sin embargo la gloria es de lo mas inestable, debido a que la opinión de los particulares y de las masas siempre es muy voluble.
El poder, resulta imposible que este sea el supremo bien cuya obtención depende del azar y es inestable, pero sobre todo no esta subordinada a la voluntad del hombre y muchas veces el poder lo poseen los malos, además todo poder tiene relación con otro que le supere en poder y el bien supremo no tiene relación con otro poder, de aquí que el poder no pueda ser el fin último, sobre todo porque el poder se utiliza para bien y para mal, el bien máximo no puede ser utilizado para hacer el mal y el bien, no así la felicidad perfecta;
La riqueza no puede constituir la felicidad perfecta, si las deseamos es por algo que no esta en su naturaleza, no las deseamos por ellas mismas, sólo cuando nos servimos de ellas, contrario al fin último, al que deseamos por sí mismo, si algo ha de ser el bien supremo del hombre debe ser mejor que el hombre, pero las riquezas no pueden compararse al hombre pues este es superior, en las riquezas no pude hallarse el fin ultimo; y también las riquezas pueden perderse de manera contraria a la propia voluntad y terminar en manos de los malos, quienes tienen que carecer del bien supremo.
Por todo lo anteriormente dicho, es más que evidente que la felicidad el hombre no se encuentra en un bien corporal o terreno, en primera porque todos ellos son comunes a buenos y malos y solo los buenos alcanzan el bien supremo, en segunda porque son inestables y ajenos a la voluntad, muy al contrario la felicidad perfecta; el alma es superior al cuerpo, cuya vida y cualidades dependen del alma, así cualquier bien que pertenezca al alma por ende es superior a los que sean del cuerpo, los bienes corporales que son inferiores al hombre y la a felicidad perfecta no son en lo mas mínimo el máximo fin, el bien ultimo debe ser superior a lo corporal.
2.-Como se alcanza la felicidad
Ahora que ya hemos examinado en que no esta la verdadera felicidad, veamos como se llega a ella antes de decir en que consiste. Lo primero que hay que decir es que “en esta vida no puede lograrse la perfecta y verdadera felicidad, sino solamente una participación en ella” de esta manera sabremos anticipadamente que solo la alcanzaremos cuando nuestra alma se desprenda de nuestro cuerpo, pero eso no significa que estemos condenados a ser infelices hasta que muramos, de hecho gracias a sus facultades el hombre puede alcanzar una felicidad imperfecta al adquirir y ejercitar las virtudes, es pues al practicar aquellos actos bondadosos que el hombre pude saciar su sed de felicidad, ya que es por medio de las obras, acompañadas de una recta voluntad,-requisito indispensable- que se alcanza; la actividad es necesaria para obtener la felicidad, el orden de las cosas lo pide así, pues todo aquello que le sea común al bien supremo nos ira acercando más a él, al tiempo que logramos una participación, aunque imperfecta, en nuestro caminar por la tierra, pero si bien obrando de manera virtuosa se puede ser feliz, los actos del hombre no son necesarios para alcanzar la felicidad debido a que “la felicidad es un bien propio del hombre” otorgado por Dios.
Gracias a sus facultades el hombre puede alcanzar una felicidad imperfecta al adquirir y ejercitar las virtudes, sin embargo sus actos no son necesarios para alcanzar la felicidad: Dios ya se la ha dado.
Somos creaturas, inferiores a nuestro creador, por eso no podemos ver la esencia divina, de aquí que no podamos alcanzar al verdadera felicidad por nuestras solas fuerzas, necesitamos de la ayuda de nuestro creador, ningún acto del hombre es necesario para alcanzar la felicidad, que únicamente proviene de Dios, esto es porque Dios es infinitamente poderoso y para actuar no necesita algo preexistente, no requiere materia ni la disposición de esta, puede producirlo todo de un modo inmediato, por eso los actos del hombre o su disposición previa no son necesarios, Dios no precisa algo previo y puede otorgar la felicidad sin actos anteriores al hombre. De manera semejante Dios es el autor de la bienaventuranza y la naturaleza, en la creación, produjo a las criaturas sin disposición de estas y sin necesitar alguna acción de estas, al crear cada ser, lo hizo perfecto, independientemente de su especie, claramente se ve como Dios concede la felicidad al hombre sin ninguna disposición o acción previa de éste; sin embrago es por medio de las obras que alcanzamos la felicidad, que ya poseemos, pero necesitamos merecerla y descubrirla, se requiere para esto rectitud en la voluntad, pues el medio debe ser corresponder con el fin, y esta disposición si es necesaria para alcanzar el fin ultimo: la verdadera felicidad; esto no significa que las acciones del hombre deben ser antes que su felicidad, Dios puede crear una voluntad encaminada hacia un fin, que ya posea, pero el orden de la sabiduría superior exige que así no sea, para que el hombre llegue a la felicidad perfecta es necesario que lo haga con diversidad de movimientos (acciones), solo Dios posee el bien prefecto sin movimiento pues lo posee por naturaleza.
3. Dios como verdadera felicidad
“La felicidad perfecta del hombre consiste en la visión de Dios” , que solo se alcanzará en la vida futura y quedará satisfecho plenamente, decimos que en la vida futura, porque al hablar de perfecta felicidad queda excluido todo mal, pero en esta vida no ocurre esto, de ahí que en esta vida no podamos alcanzar la verdadera felicidad, además como se ha expuesto, es imposible que el bien supremo se halle en algún bien creado, pues todos ello son imperfectos, en cambio el bien perfecto es capaz de aquietar totalmente el apetito, por eso “la perfecta felicidad, el fin ultimo, no ha de buscarse en ninguna cosa creada, sino solamente en Dios, el Bien supremo e infinito” queda probado que la felicidad del hombre no se encuentra en los bienes exteriores, que corresponden al cuerpo, todos ellos han de ser medios, pero no el fin, de tal forma, que solo queda, que la felicidad del hombre se encuentre en la contemplación de la verdad, que es Dios, “de lo anteriormente dicho resulta patente que en la felicidad que procede de la visión de Dios todo deseo humano queda colmado” de, esta forma el hombre queda satisfecho plenamente.

V. REMEDIOS CONTRA LA TRISTEZA

Existen diversos modos de aliviar la tristeza, entre ellos se encuentran: la delectación (el gozo) que sin abusar del lenguaje podríamos decir que esta es a la tristeza como el reposo al cuerpo fatigado, ya que por ser su contrario, no solo ayuda a diminuirla, sino también a aliviarla, la tristeza implica cierta fatiga que hasta cierto punto puede ser enfermedad del apetito de esta forma podemos deducir que como todo reposo ayuda a aliviar la fatiga y repone la salud perdida por el trabajo mejorando la condición y el animo, así todo delectación es un remedio contra la tristeza, sin importar su procedencia, de esta forma cuando nos sintamos tristes podemos buscar aquello en lo que solemos gozarnos, al encontrarlo y experimentar el gozo, esta pasión ira desvaneciéndose de nuestro ser, recuperando así la alegría.
El llanto y los gemidos, son una forma natural de aliviar la tristeza, la misma experiencia puede comprobarlo, aunque nunca falta la incredulidad y escepticismo, esto es porque al cuerpo y alma le conviene toda aquella operación de acuerdo a la disposición en la que se encuentre, sea cual fuere, por ejemplo, cuando algo nos causa alegría lo demostramos riendo, de esta forma el cuerpo realiza la acción según su estado, si experimentáramos gozo y lo reprimiéramos colocándonos en una actitud seria se produciría un desorden en nosotros y ocasionaría mayor conflicto en nuestra persona; el estado que le conviene al cuerpo en la tristeza es el llanto y los gemidos y estos al aliviarla se hacen hasta cierto punto deleitables y como vimos anteriormente cualquier delectación mitiga la tristeza, por otro lado como la tristeza es un dolor interior la atención del alma se centra en ella haciendo que esta aumente, pues todo lo que resulta nocivo y además se lleva en el interior causa mayor aflicción, al exteriorizarla por medio de el llanto, nuestra atención se vierte sobre las cosas exteriores, desviando nuestra atención y de este modo logramos disminuir la tristeza, de tal modo que, al exteriorizar lo que sentimos disminuye el dolor Los amigos que se conduelen con nosotros nos ayudan a soportar la tristeza, porque “el amigo que se compadece en las tribulaciones consuela” todo amigo que comparte nuestra tristeza se vuelve un consolador natural, esto resulta un poco extraño, pues se involucra la imaginación y la parte emocional logrando un efecto positivo en la mente y en el animo: cuando sentimos que alguien comparte nuestra aflicción nos hacemos la idea de que nuestra tristeza es como un peso y quien se conduele con nosotros nos ayuda a cargarla, haciendo que se pueda llevar mas fácil; quien ve que sus amigos se conduelen con el comprende que estos le aman, lo que produce una gran satisfacción y deleite en quien padece, y toda delectación alivia la tristeza. La contemplación de la verdad, que es la mayor delectación, y como toda delectación es capaz de remediar al tristeza, la contemplación de la verdad constituye un remedio contra esta, y el remedio es proporcional a la perfección de nuestro amor por sabiduría, pues si buscamos la sabiduría con otros fines no encontraremos un remedio contra nuestra aflicción, pues el objetivo no es recto y mas bien lo hacemos quizás por alcanzar un bien terreno, y como anteriormente se dijo ningún bien terreno constituye el sumo bien, por eso los hombre que buscan un verdadero saber logran alegrarse en las tribulaciones por la contemplación de la verdad. El sueño y los baños, aunque parezca algo extraño, resultan un remedio contra la tristeza y hay quien atestigua que “había oído que el baño es llamado así porque arroja del alma la tristeza”, la tristeza al ser la mas nociva de las pasiones por ir en contra del movimiento vital del cuerpo, todo aquello que restablece la naturaleza corporal a su estado de salud es contrario a la tristeza, pues restablece el animo y repara las fuerzas, los baños relajan el cuerpo y mas allá de una practica de higiene pueden ser también un goce, el sueño proporciona descanso al cuerpo y tranquilidad al alma, devolviéndolos a su estado natural y es motivo, al igual que los baños de delectación, recordemos una vez mas que toda delectación alivia la tristeza. Por estos remedios se alivia la tristeza, cada quien debe considerar su situación y por lo tanto cual de ellos le podría servir de ayuda para aliviar su mal.

Texto agregado el 02-06-2007, y leído por 1351 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
07-10-2007 NI SIQUIERA TE PUEDES IMAGINAR LO BIEN QUE ME HIZO LEER ESTO... DESDE LOS 15 AÑOS QUE EH QUERIDO MORIR... MI VIDA A SIDO UN DESASTRE PERO AH SIDO PORQUE EH TENIDO HASTA EL DIA DE HOY UNA AMARGURA EN MI ALMA QUE NO ME DEJA VIVIR.. EH QUERIDO MORIR PORQUE QUIERO LLEGAR A LOS BRAZOS DE CRISTO... QUIERO REVENTAR MI ESPIRITU QUE ESTA TAN LLENO DE AMOR Y DARSELO A EL... MI VIDA AH SIDO TRISTE... ME AH HECHO COMPRENDER COSAS DE LA VIDA DE ESTE PLANETA Y DE LA VIDA DEL ESPIRTU O ALMA COMO LO LLAMAS TU... BUENO ... UFF!! PARECE QUE MEJOR ME VOY...GRACIAS! MALDITA_VIDA
05-06-2007 insisto... muy bueno... EStoy triste.. AWww caty
 
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