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Inicio / Cuenteros Invitados / Julio Cortázar / Final del Juego / La noche boca arriba

[C:3]

Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos;
le llamaban la guerra florida.

A mitad del largo zaguán del hotel pensó que debía ser tarde y se apuró a salir a la calle y sacar la motocicleta del rincón donde el portero de al lado le permitía guardarla. En la joyería de la esquina vio que eran las nueve menos diez; llegaría con tiempo sobrado adonde iba. El sol se filtraba entre los altos edificios del centro, y él -porque para sí mismo, para ir pensando, no tenía nombre- montó en la máquina saboreando el paseo. La moto ronroneaba entre sus piernas, y un viento fresco le chicoteaba los pantalones.

Dejó pasar los ministerios (el rosa, el blanco) y la serie de comercios con brillantes vitrinas de la calle Central. Ahora entraba en la parte más agradable del trayecto, el verdadero paseo: una calle larga, bordeada de árboles, con poco tráfico y amplias villas que dejaban venir los jardines hasta las aceras, apenas demarcadas por setos bajos. Quizá algo distraído, pero corriendo por la derecha como correspondía, se dejó llevar por la tersura, por la leve crispación de ese día apenas empezado. Tal vez su involuntario relajamiento le impidió prevenir el accidente. Cuando vio que la mujer parada en la esquina se lanzaba a la calzada a pesar de las luces verdes, ya era tarde para las soluciones fáciles. Frenó con el pié y con la mano, desviandose a la izquierda; oyó el grito de la mujer, y junto con el choque perdió la visión. Fue como dormirse de golpe.

Volvió bruscamente del desmayo. Cuatro o cinco hombres jóvenes lo estaban sacando de debajo de la moto. Sentía gusto a sal y sangre, le dolía una rodilla y cuando lo alzaron gritó, porque no podia soportar la presión en el brazo derecho. Voces que no parecín pertenecer a las caras suspendidas sobre él, lo alentaban con bromas y seguridades. Su único alivio fue oír la confirmación de que había estado en su derecho al cruzar la esquina. Preguntó por la mujer, tratando de dominar la náusea que le ganaba la garganta. Mientras lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima, supo que la causante del accidente no tenía más que rasguños en la piernas. "Usté la agarró apenas, pero el golpe le hizo saltar la máquina de costado..."; Opiniones, recuerdos, despacio, éntrenlo de espaldas, así va bien y alguien con guardapolvo dándole de beber un trago que lo alivió en la penumbra de una pequeña farmacia de barrio.

La ambulancia policial llegó a los cinco minutos, y lo subieron a una camilla blanda donde pudo tenderse a gusto. Con toda lucidez, pero sabiendo que estaba bajo los efectos de un shock terrible, dio sus señas al policía que lo acompañaba. El brazo casi no le dolía; de una cortadura en la ceja goteaba sangre por toda la cara. Una o dos veces se lamió los labios para beberla. Se sentía bien, era un accidente, mala suerte; unas semanas quieto y nada más. El vigilante le dijo que la motocicleta no parecía muy estropeada. "Natural", dijo él. "Como que me la ligué encima..." Los dos rieron y el vigilante le dio la mano al llegar al hospital y le deseó buena suerte. Ya la náusea volvía poco a poco; mientras lo llevaban en una camilla de ruedas hasta un pabellón del fondo, pasando bajo árboles llenos de pájaros, cerro los ojos y deseó estar dormido o cloroformado. Pero lo tuvieron largo rato en una pieza con olor a hospital, llenando una ficha, quitándole la ropa y vistiéndolo con una camisa grisácea y dura. Le movían cuidadosamente el brazo, sin que le doliera. Las enfermeras bromeaban todo el tiempo, y si no hubiera sido por las contracciones del estómago se habría sentido muy bien, casi contento.

Lo llevaron a la sala de radio, y veinte minutos después, con la placa todavía húmeda puesta sobre el pecho como una lápida negra, pasó a la sala de operaciones. Alguien de blanco, alto y delgado se le acercó y se puso a mirar la radiografía. Manos de mujer le acomodaban la cabeza, sintió que lo pasaban de una camilla a otra. El hombre de blanco se le acercó otra vez, sonriendo, con algo que le brillaba en la mano derecha. Le palmeó la mejilla e hizo una seña a alguien parado atrás.

Como sueño era curioso porque estaba lleno de olores y él nunca soñaba olores. Primero un olor a pantano, ya que a la izquierda de la calzada empezaban las marismas, los tembladerales de donde no volvía nadie. Pero el olor cesó, y en cambio vino una fragancia compuesta y oscura como la noche en que se movía huyendo de los aztecas. Y todo era tan natural, tenía que huír de los aztecas que andaban a caza de hombre, y su única probabilidad era la de esconderse en lo más denso de la selva, cuidando de no apartarse de la estrecha calzada que sólo ellos, los motecas, conocían.

Lo que más lo torturaba era el olor, como si aun en la absoluta aceptación del sueño algo se revelara contra eso que no era habitual, que hasta entonces no había participado del juego. "Huele a guerra", pensó, tocando instintivamente el puñal de piedra atravesado en su ceñidor de lana tejida. Un sonido inesperado lo hizo agacharse y quedar inmóvil, temblando. Tener miedo no era extraño, en sus sueños abundaba el miedo. Esperó, tapado por las ramas de un arbusto y la noche sin estrellas. Muy lejos, probablemente del otro lado del gran lago, debían estar ardiendo fuegos de vivac; un resplandor rojizo teñía esa parte del cielo. El sonido no se repitió. Había sido como una rama quebrada. Tal vez un animal que escapaba como él del olor a guerra. Se enderezó despacio, venteando. No se oía nada, pero el miedo seguía alli como el olor, ese incienso dulzón de la guerra florida. Había que seguir, llegar al corazón de la selva evitando las ciénagas. A tientas, agachándose a cada instante para tocar el suelo más duro de la calzada, dio algunos pasos. Hubiera querido echar a correr, pero los tembladerales palpitaban a su lado. En el sendero en tinieblas, buscó el rumbo. Entonces sintió una bocanada del olor que más temía, y saltó desesperado hacia adelante.

-Se va a caer de la cama -dijo el enfermo de la cama de al lado-. No brinque tanto, amigazo. Abrió los ojos y era de tarde, con el sol ya bajo en los ventanales de la larga sala. Mientras trataba de sonreír a su vecino, se despegó casi físicamente de la últim a visión de la pesadilla. El brazo, enyesado, colgaba de un aparato con pesas y poleas. Sintió sed, como si hubiera estado corriendo kilómetros, pero no querían darle mucha agua, apenas para mojarse los labios y hacer un buche. La fiebre lo iba ganando despacio y hubiera podido dormirse otra vez, pero saboreaba el placer de quedarse despierto, entornados los ojos, escuchando el diálogo de los otros enfermos, respondiendo de cuando en cuando a alguna pregunta. Vio llegar un carrito blanco que pusieron al lado de su cama, una enfermera rubia le frotó con alcohol la cara anterior del muslo, y le clavó una gruesa aguja conectada con un tubo que subía hasta un frasco lleno de líquido opalino. Un médico joven vino con un aparato de metal y cuero que le ajustó al brazo sano para verificar alguna cosa. Caía la noche, y la fiebre lo iba arrastrando blandamente a un estado donde las cosas tenían un relieve como de gemelos de teatro, eran reales y dulces y a la vez ligeramente repugnantes, como estar viendo una película aburrida y pensar que sin embargo en la calle es peor, y quedarse.

Vino una taza de maravilloso caldo de oro oliendo a puerro, a apio, a perejil. Un trozito de pan, mas precioso que todo un banquete, se fue desmigajando poco a poco. El brazo no le dolía nada y solamente en la ceja, donde lo habían suturado, chirriaba a veces una punzada caliente y rápida. Cuando los ventanales de enfrente viraron a manchas de un azul oscuro, pensó que no iba a ser difícil dormirse. Un poco incómodo, de espaldas, pero al pasarse la lengua por los labios resecos y calientes sintió el sabor del caldo, y suspiró de felicidad, abandonándose.

Primero fue una confusión, un atraer hacia sí todas las sensaciones por un instante embotadas o confundidas. Comprendía que estaba corriendo en plena oscuridad, aunque arriba el cielo cruzado de copas de árboles era menos negro que el resto. "La calzada", penso. "Me salí de la calzada." Sus pies se hundían en un colchón de hojas y barro, y ya no podía dar un paso sin que las ramas de los arbustos le azotaran el torso y las piernas. Jadeante, sabiéndose acorralado a pesar de la oscuridad y el silencio, se agachó para escuchar. Tal vez la calzada estaba cerca, con la primera luz del día iba a verla otra vez. Nada podía ayudarlo ahora a encontrarla. La mano que sin saberlo él, aferraba el mango del puñal, subió como un escorpion de los pantanos hasta su cuello, donde colgaba el amuleto protector. Moviendo apenas los labios musitó la plegaria del maíz que trae las lunas felices, y la súplica a la Muy Alta, a la dispensadora de los bienes motecas. Pero sentía al mismo tiempo que los tobillos se le estaban hundiendo despacio en el barro, y al la espera en la oscuridad del chaparral desconocido se le hacía insoportable. La guerra florida había empezado con la luna y llevaba ya tres días y tres noches. Si conseguía refugiarse en lo profundo de la selva, abandonando la calzada mas alla de la región de las ciénagas, quizá los guerreros no le siguieran el rastro. Pensó en la cantidad de prisioneros que ya habrían hecho. Pero la cantidad no contaba, sino el tiempo sagrado. La caza continuaría hasta que los sacerdotes dieran la señal del regreso. Todo tenía su número y su fin, y él estaba dentro del tiempo sagrado, del otro lado de los cazadores.

Oyó los gritos y se enderezó de un salto, puñal en mano. Como si el cielo se incendiara en el horizonte, vio antorchas moviéndose entre las ramas, muy cerca. El olor a guerra era insoportable, y cuando el primer enemigo le saltó al cuello casi sintió placer en hundirle la hoja de piedra en pleno pecho. Ya lo rodeaban las luces y los gritos alegres. Alcanzó a cortar el aire una o dos veces, y entonces una soga lo atrapó desde atrás. -Es la fiebre -dijo el de la cama de al lado-. A mí me pasaba igual cuando me operé del duodeno. Tome agua y va a ver que duerme bien.

Al lado de la noche de donde volvía la penumbra tibia de la sala le parecío deliciosa. Una lámpara violeta velaba en lo alto de la pared del fondo como un ojo protector. Se oía toser, respirar fuerte, a veces un diálogo en voz baja. Todo era grato y seguro, sin acoso, sin... Pero no quería seguir pensando en la pesadilla. Había tantas cosas en qué entretenerse. Se puso a mirar el yeso del brazo, las poleas que tan cómodamente se lo sostenían en el aire. Le habían puesto una botella de agua mineral en la mesa de noche. Bebio del gollete, golosamente. Distinguía ahora las formas de la sala, las treinta camas, los armarios con vitrinas. Ya no debía tener tanta fiebre, sentía fresca la cara. La ceja le dolía apenas, como un recuerdo. Se vio otra vez saliendo del hotel, sacando la moto. Quién hubiera pensado que la cosa iba a acabar así? Trataba de fijar el momento del accidente, y le dio rabia advertir que había ahí como un hueco, un vacío que no alcanzaba a rellenar. Entre el choque y el momento en que lo habían levantado del suelo, un desmayo o lo que fuera no le dejaba ver nada. Y al mismo tiempo tenía la sensación de que ese hueco, esa nada, había durado una eternidad. No, ni siquiera tiempo, más bien como si en ese hueco él hubiera pasado a través de algo o recorrido distancias inmensas. El choque, el golpe brutal contra el pavimento. De todas maneras al salir del pozo negro había sentido casi un alivio mientras los hombres lo alzaban del suelo. Con el dolor del brazo roto, la sangre de la ceja partida, la contusión en la rodilla; con todo eso, un alivio al volver al día y sentirse sostenido y auxiliado. Y era raro. Le preguntaría alguna vez al médico de la oficina. Ahora volvía a ganarlo el sueño, a tirarlo despacio hacia abajo. La almohada era tan blanda, y en su garganta afiebrada la frescura del agua mineral. Quizá pudiera descansar de veras, sin las malditas pesadillas. La luz violeta de la lámpara en lo alto se iba apagando poco a poco.

Como dormía de espaldas, no lo sorprendió la posición en que volvía a reconocerse, pero en cambio el olor a humedad, a piedra rezumante de filtraciones, le cerró la garganta y lo obligó a comprender. Inútil abrir los ojos y mirar en todas direcciones; lo envolvía una oscuridad absoluta. Quiso enderezarse y sintio las sogas en las muñecas y los tobillos. Estaba estaqueado en el piso, en un suelo de lajas helado y húmedo. El frio le ganaba la espalda desnuda, las piernas. Con el mentón buscó torpemente el contacto con su amuleto, y supo que se lo habían arrancado. Ahora estaba perdido, ninguna plegaria podía salvarlo del final. Lejanamente, como filtrándose entre las piedras del calabozo, oyó los atabales de la fiesta. Lo habían traído al teocalli, estaba en las mazmorras del templo a la espera de su turno.

Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir, del final inevitable. Pensó en sus compañeros que llenarían otras mazmorras, y en los que ascendían ya los peldaños del sacrificio. Gritó de nuevo sofocadamente, casi no podía abrir la boca, tenía las mandíbulas agarrotadas y a la vez como si fueran de goma y se abrieran lentamente, con un esfuerzo interminable. El chirriar de los cerrojos lo sacudió como un látigo. Convulso, retorciéndose, luchó por zafarse de las cuerdas que se le hundían en la carne. Su brazo derecho, el mas fuerte, tiraba hasta que el dolor se hizo intolerable y hubo que ceder. Vio abrirse la doble puerta, y el olor de las antorchas le llegó antes que la luz. Apenas ceñidos con el taparrabos de la ceremonia, los acólitos de los sacerdotes se le acercaron mirándolo con desprecio. Las luces se reflejaban en los torsos sudados, en el pelo negro lleno de plumas. Cedieron las sogas, y en su lugar lo aferraron manos calientes, duras como el brónze; se sintió alzado, siempre boca arriba, tironeado por los cuatro acólitos que lo llevaban por el pasadizo. Los portadores de antorchas iban adelante, alumbrando vagamente el corredor de paredes mojadas y techo tan bajo que los acólitos debían agachar la cabeza. Ahora lo llevaban, lo llevaban, era el final. Boca arriba, a un metro del techo de roca viva que por momentos se iluminaba con un reflejo de antorcha. Cuando en vez del techo nacieran las estrellas y se alzara ante él la escalinata incendiada de gritos y danzas, sería el fin. El pasadizo no acababa nunca, pero ya iba a acabar, de repente olería el aire libre lleno de estrellas, pero todavía no, andaban llevándolo sin fin en la penumbra roja, tironeándolo brutalmente, y él no quería, pero como impedirlo si le habían arrancado el amuleto que era su verdadero corazón, el centro de su vida.

Salió de un brinco a la noche del hospital, al alto cielo raso dulce, a la sombra blanda que lo rodeaba. Pensó que debía haber gritado, pero sus vecinos dormían callados. En la mesa de noche, la botella de agua tenía algo de burbuja, de imagen traslúcida contra la sombra azulada de los ventanales. Jadeó buscando el alivio de los pulmones, el olvido de esas imágenes que seguían pegados a sus párpados. Cada vez que cerraba los ojos las veía formarse instantáneamente, y se enderezaba aterrado pero gozando a la vez del saber que ahora estaba despierto, que la vigilia lo protegía, que pronto iba a amanecer, con el buen sueño profundo que se tiene a esa hora, sin imágenes, sin nada... Le costaba mantener los ojos abiertos, la modorra era más fuerte que él. Hizo un último esfuerzo, con la mano sana esbozó un gesto hacia la botella de agua; no llegó a tomarla, sus dedos se cerraron en un vacío otra vez negro, y el pasadizo seguía interminable, roca tras roca, con súbitas fulguraciones rojizas, y él boca arriba gimió apagadamente porque el techo iba a acabarse, subía, abriéndose como una boca de sombra, y los acólitos se enderezaban y de la altura una luna menguante le cayó en la cara donde los ojos no querían verla, deseparadamente se cerraban y abrían buscando pasar al otro lado, escubrir de nuevo el cielo raso protector de la sala. Y cada vez que se abrían era la noche y la luna mientras lo subían por la escalinata, ahora con la cabeza colgando hacia abajo, y en lo alto estaban las hogueras, las rojas columnas de rojo perfumado, y de golpe vio la piedra roja, brillante de sangre que chorreaba, y el vaivén de los pies del sacrificado, que arrastraban para tirarlo rodando por las escalinatas del norte. Con una última esperanza apretó los párpados, gimiendo por despertar. Durante un segundo creyó que lo lograría, porque estaba otra vez inmóvil en al cama, a salvo del balanceo cabeza abajo. Pero olía a muerte y cuando abrió los ojos vio la figura ensangrentada del sacrificador que venía hacia él con el cuchillo de piedra en la mano. Alcanzó a cerrar otra vez los pÿrpados, aunque ahora sabía que no iba a despertarse, que estaba despierto, que el sueño maravilloso había sido el otro, absurdo como todos los sueños; un sueño en el que había andado por extrañas avenidas de una ciudad asombrosa, con luces verdes y rojas que ardían sin llama ni humo, con un enorme insecto de metal que zumbaba bajo sus piernas. En la mentira infinita de ese sueño también lo habían alzado del suelo, también alguien se le había acercado con un cuchillo en la mano, a él tendido boca arriba, a él boca arriba con los ojos cerrados entre las hogueras.

Texto agregado el 08-12-1998, y leído por 147029 visitantes. (175 votos)


Lectores Opinan
25-05-2008 Mediante la ingeniosa técnica narrativa empleada por Cortázar, esta obra se constituye en un verdadero artificio de ideas, manejadas con gran ingenio y maestría y, sobre todo, demostrando una habilidad incomparable en el uso de la pluma. Mediante la superposición del plano espacio-temporal, nos transpolamos desde la época de la guerra florida, a un mundo actual, totalmente desconocido para el protagonista. Hay indicios que permiten descubrir la ubicación temporo-espacial del protagonista, todos estos ubicados hábilmente en el caudal del discurso literario, de modo que el lector debe convertirse en un "receptor involucrado" para comprender desde una dimensión estilística el contenido de este cuento. CRITERIOSO
31-01-2008 Genial. margarita-zamudio
28-10-2007 Aúh recuerdo la honda impresión que me causó este cuento cuando lo leí por pirmera vez. De hecho, no sería aventurado afirmar que "estoy" en la literatura por Cortázar... Para mi gusto, este cuento es perfecto, como casi todos los cuentos del maestro... riverdelpuerto
19-07-2007 ¿Acaso se puede agregar algo después de esto? MujerDiosa
20-05-2006 Ufff ... Cortázar mi querido Coortázar ... mi escritor predilecto ... "La noche boca arriba", cuento leído por mi previamente en un par de ocasiones ... hasta el momento mi favorito ... es impresionante como capta nuestra atención y como nos mantiene al margen de esta historia con un desenlace realmente inesperado ... aunque tratándose de Cortázar cualquier cosa puede ser posible ... GENIAL!!! biuti
27-12-2005 tecnicamente hablando es arrollador, maneja las dos historias a la par y te hace comerte el anzuelo completamente hasta el final, de mis favoritos (por cierto, Cortàzar muriò en 1984, lo menciono pk me da la impresiòn de que algunos creen k està vivo) jorgeC
26-09-2005 retrospectivo con una esencia da flores algo tentador juan700
20-09-2005 Lo lei en el colegio, en literatura, un cueto con muchas fabulas! muy bueno y entretenido... Sole_Garcia
18-09-2005 excelente gracias johncitoxp
06-09-2005 cortázar...simplemente genial, un maestro rcaceres
19-08-2005 estoy enamorado de mi obra, y de cortázar... sirako
12-08-2005 gracias cortazar por existir !!! es uno de los grandes maestros, nacido en bruselas, pero ahun su mejor novela es RAYUELA una maestria, gracias cortazar. ravh
12-08-2005 gracias cortazar por existir !!! es uno de los grandes maestros, nacido en bruselas, pero ahun su mejor novela es RAYUELA una maestria, gracias cortazar. ravh
04-08-2005 El cuento... muy bueno... Kuffatty_123
04-08-2005 :o NaXiO
28-07-2005 Me encantaria, que este fuera el sueño... un mal sueño, pero sueño al fin...exelente parrafo, nos enseña a valorar lo que es vivir. maylord
19-07-2005 siempre el sueño.... yo lo he perdido... pero la esperanza sigue dark_vzla
15-07-2005 muy bonito, ese vuelco final es muy bueno. vhugo
13-07-2005 bueno, pero medio complicado, m parece que fue demasiado especifica la historia de los aztecas...un poquito aburrido!!! JavierRamirez
11-07-2005 Es perfecto... rafaelveliz
08-07-2005 Bravo... te mantiene pegado hasta el final darutto
06-07-2005 de verdad que es primera vez que tengo la oportunidad de leer este maravilloso cuento, felicito al autor. zamboni
06-07-2005 Mil veces lo he leìdo y quisiera ser acariciado por la magia del destino, para reencarnarme mil veces en dos ojos para embriagarme en el placer de las letras de cortazar Nadir
30-06-2005 Es bastante bueno el RELATO de lo alguna vez nos sucedey casi nunca lo decimos .sagitario 2711 sagitario2711
29-06-2005 Excelente, me mantuvo leyendo constantemente sin parpadear. manequi
28-06-2005 Un maestro sin par a la hora de innovar con recursos literarios exquisitos. Pipuka
18-06-2005 GRANDE, MAESTRO!! No hay nada que decir, salvo las faltas de ortografía de quienes pasaron el cuento. Pero, en fin, el cuento y el autor: GENIALES... Es que las 5 estrellas no bastan para votar por el cuento. En fin, EXCELENTE... Paloliman
13-06-2005 me parece bueno.. pero es un cuento.. a mi opinar diría que lo quieres embellezer con palabras rebuscadas y haces que se haga largo... pero está bién la idea. Me gusta. chifladoyou
30-05-2005 Los cuentos de Cartázar son como la música de Mozart: no admiten variaciones. Así sólo nos queda Salieri. Camerun
28-05-2005 es perfecto como conecta el mundo onirico con el mundo contidiano es algo asombroso reedemers
18-05-2005 es un trozo de sueño envolvente, una pesadilla vívida,la que hemos sufrido más de una vez en esos estados febriles, cuando nos acosa una enfermedad. Me gusto mucho. papamono. papamono
13-05-2005 me gusta ese ambiente onirico generado... aperte me gustan los indios precolobinos, porlotanto, me gusta este relato... Sicodeli_k
12-05-2005 Excelente! Goyo
24-04-2005 excelente, esa manera de conectar lo actual con lo antiguo, me parece espectacular!!! arwen2112
24-04-2005 excelente, esa manera de conectar lo actual con lo antiguo, me parece espectacular!!! arwen2112
11-04-2005 fue asombroso viajar un rato gracias por permitirme ir y venir peniel
10-04-2005 Cortazar " El Inmenso" cuantico
05-04-2005 solamente en tres silabas MA-ES-TRO. maxtrinez
31-03-2005 Manejó con maestría la realidad del sueño, que al final se convirtió en macabra realidad. Bravo!!! elypok
21-03-2005 MAESTROOOOOOOOO mariasol
11-03-2005 La batalla interior que nuestro cuerpo emprende por sobrevivir ante las enfermedades la fiebre y la muerte es ciertamente un misterio y creo que lo has logrado reflejar de manera espectacular.Bravo!Sin embargo no puedo dejar de criticar la cruel tarea que el personal sanitario desempeña en el relato...Que no somos tan malos hombre!!jejeje!Por cierto sigo dandole vueltas a eso que nuestro protagonista sueña..eso que la ,antes dulce,enfermera le clava en la pierna..Que cruel!!Es fantastico y muy útil...gracias!!! luzzifera
05-03-2005 Solo una palabra: Mestro. SanJuan
04-03-2005 es el primer cuento que leo de este tipo, al principio me aburrio un poco pero tenia fe, que su desenlace me iba a asombrar, mofeta
28-02-2005 Cortázar maneja y disfruta mucho de estas dicotomías. Y lo hace muy bien! gargola
25-02-2005 Esto es una prueba sabin
10-02-2005 esta bien pero ni en comparación con los mios, vereis cuando mande alguno... karmen_11
08-02-2005 No tengo palabras para escribir...simplemente Cortázar es lo mejor en literatura contemporanea... UxC
06-02-2005 eres el mejor me emocione caleta esta estupendo, escribes exelente....bravooooooooooo!!!!!! tatix
05-02-2005 fea u wea pao culaio ke keri ke te diga fome pajera chuchetumare hijo puta (washo no escriba mas ke hace ocupar espacio en el sitio) petsu
05-02-2005 he aqui la relacion de significacion y significados. he aqui la alquimia de un hombre, de un buscador y creador de milagros.. malasangre
03-02-2005 ¡¡¡Que climax!!! (lean axolotl de este mismo libro) Syneidesis
13-12-2004 Muy bueno, sin embargo, me hubiera gustado más que ambos fueron el sueño del otro. Dodigo
09-12-2004 !Maestro, el mejor !.. ¿quié puedo decir... genial, espero no estar en un sueño... puken
09-12-2004 !Maestro, el mejor !.. ¿quié puedo decir... genial, espero no estar en un sueño... puken
30-11-2004 No hay nada que hacer simplemente estupendo final,la verdad que casi no me estaba cautivando mucho la lectura hasta que las ultimas doce lineas me despertaron de un zarpazo omagaralm
26-11-2004 Sin palabras Estupendo"!! La_Pke
26-11-2004 La primera vez que leí este cuento estaba en 5° de la secundaria y recuerdo que fue una experiencia maravillosa, ese juego con el tiempo y el espacio típico de Cortázar se sienten como un parque de diversiones para la mente, e indefectiblemente lo relaciono con obras de otros autores geniales que juegan el mismo juego como pueden ser Las ruinas circulares de Borges. Gracias a estos genios por sus creaciones. Cirse cirse
21-11-2004 Hola Mi nombre es Claudio Magna. Creo que Julio Cortazar es uno de los grandes narradores de latinoamerica, en especial este cuento "La noche boca arriba" tiene ese final inesperado que te atrapa y prende en algo inesperado... desde quel momento que un par de letras hiladas en un papel logran eso... Esto se define como genial... bolleristas
21-11-2004 La vida toda tiene mucho de sueños y muy poco de la impertinente realidad de los oráculos Carmelo
27-10-2004 Frecuentemente acostumbro soñar despierta y son deliciosos este relato es a mi modo de ver doloroso no obstante me agrado frenesi
25-10-2004 Es un cuento seguramente mágico al ser utilizado como ejemplo por Vargas Llosa en su publicación "Cartas a un joven novelista" justamente en la definición de Vasos Comunicantes... Grandioso Genio Cortázar dissid3nt
20-10-2004 Pido disculpas por los errores ortograficos dani16
20-10-2004 Este es mi primer comentario vertido en este grupo, soy bastante joven asique desde ya pido disculpas si mis palabras parences tontas e ingenuas. Ahora sobre el cuento, recuerdo que cuando lei este libro me encanto por que logra mantener la atencion en la obray cierto nivel de suspenso, ademas de que al final plantea la idea filosofica sobre que es real y que es sueño, quizas sea esto un sueño, o quizas no, quizas los sueños sean la realidad, y esto una horrible pesadilla de alguno de vosotros, quien sabe. dani16
13-10-2004 Genial, yo sueño, más de lo que quisiera y hay sueños tan reales que a veces cuesta diferenciar cual de los dos mundos es el soñado. somnium
13-10-2004 Genial, yo sueño, más de lo que quisiera y hay sueños tan reales que a veces cuesta diferenciar cual de los dos mundos es el soñado. somnium
13-10-2004 Genial, yo sueño, más de lo que quisiera y hay sueños tan reales que a veces cuesta diferenciar cual de los dos mundos es el soñado. somnium
13-10-2004 Genial, yo sueño, más de lo que quisiera y hay sueños tan reales que a veces cuesta diferenciar cual de los dos mundos es el soñado. somnium
13-10-2004 Genial, yo sueño, más de lo que quisiera y hay sueños tan reales que a veces cuesta diferenciar cual de los dos mundos es el soñado. somnium
12-10-2004 hola como tan todos? cristinita_v
08-10-2004 extraordinario....cada vez que leo algo de este calibre, hecho por tierra mis ganas escribir alejanrock
05-10-2004 Se refiere a " buscó su cuchillo de piedra en el taparrabos de lana" Los Aztecas no conocían la lana, las ovejas las trajeron los españoles. Que lástima, un error así echa por abajo todo el cuento. artgarfer
02-10-2004 Muy lograda la forma de mantener la fluidez en saltos de escenarios tan distintos. Selkis
24-09-2004 parece que el sueño no terminara sino el relato vientonorte
05-09-2004 muy buen complemento entre la realidad terrenal y la realidad sicológica, mejor no podria haber sido flaquyta
31-08-2004 ME GUSTO MUCHO...TREMENDO! lee
29-08-2004 Che, parece que algunos no saben que Cortazar esta muerto, bocadude quiere que le mande un mail!!!!! raalej
26-07-2004 "...y él estaba dentro del tiempo sagrado", una delicia...gracias Julio. Poupee
25-07-2004 Es oscuro, a veces asfixiant. Muy cautivador, brutal . . . maravilloso Perlazul
13-07-2004 ¡Buenisimo! Jugar con el tiempo siempre ha sido el "forte" de julio cortazar. (vease Viaje a la semila) adolfoguering
19-06-2004 bueno, entretenido, me senti cómodo, casi como si me lo contaran a viva voz... tortuguitas
18-06-2004 bueno, pero muy l las alucinaciones me hacian perderme de la lectura crist
05-06-2004 Denso.Buen ritmo al comienzo. Algunos sueños pareecieran desviar la atención de lo nuclear de la narración. islero
05-06-2004 La mezcla de los sueños es bárbara. El final es un poco discutible. Cable cable
20-05-2004 te felicito hiciste que la pasion hacia la literatura despertara de nuevo en mi gracias. jen
15-05-2004 cortazar, espero el dinero que abras de tener no te marchite el deseo por la escritura... e-mail me cuando alcance el millon de dolares...te lo deseo de todo corazon, eres un redactor singular bocadude
14-05-2004 ... Lowenghard
04-05-2004 ¿Cómo sabes cuándo sueñas? ¿Ahora? hada
11-04-2004 Es increible, como escribe este hombre, la verdad, es que antes de leer sus cuentos odiaba la lectura, pero me han servido para mirar la lectura desde otro punto de vista... graciAS CORTAZAR Poeta_muerto
10-04-2004 lo que mas me gusta de este cuento es que los sueños tienen gracia cuando son futuristas zeusita
09-04-2004 Un relato atrapante que confronta la realidad con la fantasía, como solo puedo acerlo Cortazar...maravilloso TIK
31-03-2004 Muy interesante, me gusto la trama, quizas un final un tanto mas complejo, pero inevitablemente es fantastico... ognios
26-03-2004 Magistral y punto. otrootroviajero
23-02-2004 Este ceunto es muy especial para mi, es tan especial la forma en la que Cortazar relata ese sacrificio que quedo impresinada. larufle
23-02-2004 Excelente cuento. Me encantó Sandez
22-02-2004 Gran cuento... realidad o ficción? vida o muerte? Agatha
20-02-2004 muy bueno Josefita
19-12-2003 Me parece extraordinaria la forma de narrar la agonia en una lucha constante por sobrevivir. FILOSOFO44
19-12-2003 Este cuento tiene su fuerza en la inversión de os planos que realiza Cortázar. En este aspecto es un ejercicio de maestría. Además se va haciendo con una sutileza notable, como denuestran los tiempos verbales y la estructuración de los párrafos. En principio sólo se nos habla del accidente, y se nos introduce el supuesto sueño con un punto y aparte, haciéndolo totalmente independiente del accidente, pero de ahí en adelante los dos planos se van mezclando en el discurso del narrador, hasta el punto de que desaparezca el primero y sólo quede el último, en el que la realidad del accidente pierde los nombres que la identifica (llama a la moto "un enorme insecto de metal"). Tambie´n se ve un fuerte contraste entre la movilidad del plano de la persecución y el estatismo del plano del accidente. Me parece un cuento donde Cortázar demuestra poruqe es el mejor cuentista del siglo XX y uno de los mejores de la historia. Gracias y perdón. elbuscon
08-12-2003 ola , me gustado mucho , necisito antes del 20 de diciembre un cuento q no sea demasiado grande , como de tres folios , q no se note mucho q es de alguien mayor mas o menos de un adolescente , pero q sea interesante y bueno, si alguien me puede ayudar envienmelo a esta direccion : rayoger@hotmail.com . muchas gracias rayoger
05-12-2003 Impecable tejido de la trama, sobresaliente el manejo de los tiempos y un hilo narrador que no decae. Excelente tambordehojalata
05-12-2003 Impecable tejido de la trama, sobresaliente el manejo de los tiempos y un hilo narrador que no decae. Excelente tambordehojalata
05-12-2003 necesito algo de análisis desta obra antes del 10/12/03.Si tinen algo mandemenla a kitssylotus@hotmail.com Es increíble como Cortázar juega en los dos planos de la realidad y de lo fantástico. Es tan genial q ya al inicio del cuento nos dá una pista del final.... Lotus
24-11-2003 bla bla bla...me decepcionaron, filo no mas poh COLO COLO COLO CLORO COLO LOLO..!!!! chanchosiete
16-10-2003 Me gusto mucho el cuento, pienso q es una genialidad.... rafudo
14-10-2003 Que extraordinario cuento, nos mantiene intrigados hasta el final, el cual no puede ser más impresionante, se parece en su trama a las películas "el sexto sentido" y "los otros" de alejandro amenábar donde la supuesta realidad a final no lo es.... filosofoa1000
09-10-2003 VALE Yazz
02-10-2003 Necesitaria que me ayuden aterminar un trabajo practico lo mas antes posible, necesito señalar cómo se van entrelazando los planos que forman la trama, ¿qué elementos permiten cohesionar estos planos?, y ¿qué significa el título "La noche boca arriba"? gracias. Paula pauly_cuerva
22-09-2003 Amigos quisiera yo saber si puedo realizar un ensayo sobre este cuento y si por casualidad me pueden ayudar me sera de gran ayuda marytote
20-09-2003 ******************************************************** bada
19-09-2003 Necesito que alguien me mande el analisis (argumento no muy largo o tema al menos) de algunos cuenta de FInal de Juego!!!! PLISSSSSSSS!!!!! escriban a dtdiego@hotmail.com dtdiego
04-09-2003 necesito urgente un analisis de la noche boca arriba gordita
30-08-2003 Que lindo. Como le ayuda la realidad al sueño. clarosdias
29-08-2003 realidad! julio nos da una imagen tibia de lo que es la muerte, la realidad queda en un circulo infinito de comentarios equivocos y acertados pitui
16-08-2003 Es un cuento muy bueno. Donde cortazar nos muestra nuestra identidad. Esa parte única, formada por ese poder de nuestros sentimientos y anhelos.Esa vida paralela del nuestro interior. dreamer
08-08-2003 Es una ecxelente obra ADNLUIS
31-07-2003 es el mejor libro que eleido en mi vida lagar
28-07-2003 excelente cuento.... pienso que tambien es importante notar la conexion que realiza cortazar entre dos epocas tan distantes.....es siempre el hombre....el mismo... es siempre su sangre.... quizas no somos tan diferentes a los primeros habitantes de nuestro planeta...... quien sabe.... Deadman
27-07-2003 El escapar de la estancia lugubre del hospital para ser hecho prisionero...Adonde vamos?..que queremos?...escapar para caer? Cortazar es Cortazar EUSER
09-07-2003 Excelente cuento el cual me hizo ver la vida desde un punto de vista diferente, ¿Quienes somos en realidad?, Unos hipies en moto? O unos indios a punto de se sacrificados? edgarallan
14-06-2003 Maravilloso!!!. Es Cortazar. zohe
03-06-2003 NECESITO AHORA MISMO EL RESUMEN PLIS SI ALGUIEN ME AYUDA POR FA, ES SUPER BUENO EL CUENTO. WINIHE
07-05-2003 El joven aburrido como una ostra en el hospital, febril, no encuentra otra salida que escapar en una pesadilla, donde peligre, sienta y como todo lo vivo, pueda morir. El sueño maravilloso es esa pesadilla moteca, lo otro no es vivir. RodrigoUrrejola
06-05-2003 soy de pocas palabras . . .esto si que es genial PaYaZOO
30-04-2003 Excelente cuento! Cortázar al igual que Borges nos lleva de una manera extraordinaria al mundo de lo fantástico! En este cuento, el tema de la existencia juega un rol primordial, ya que el lector se cuestiona: Que es más real, el conciente o el subconciente? No nos hemos cuestionado alguna vez si realmente existimos? como saber si lo que estamos viviendo es la realmente la vida y no un sueño? Y el mito de la caverna de Platón? bea79
13-04-2003 Me parece interesante. Muestra con la claridad "cortaziana", si se me permite, algunas características del ser humano. Por un lado está esa necesidad imperiosa de controlar nuestra vida, de ser artífices de la vida que nos ha sido dada. Y por otro lado, creo que es más claro aún el deseo de Cortazar, no se si inconsciente, no lo creo, deseo que, a unos más que a otros, pero al final a todos, caracteriza esencialmente: el deseo de la vida eterna, de no morir nunca, para siempre. LAB
28-03-2003 no esta tan bueno, siempre hay mejores!! k-ry
22-03-2003 Excelente nos va llevando de la fantasía a la realidad como a él le dá la gana, una obra de arte, Ana Cecilia. AnaCecilia
02-01-2003 Este es el mejor cuento que leí en mi vida. palfonso
31-12-2002 Es bueno, pero se detiene mucho en descripciones poco propias de los cuentos que hacen que le lector se distraiga con facilidad lqcp
30-10-2002 necesito este analisi del cuento. porfa eduw@ciudad.com.ar vainer
09-10-2002 lo había leído cuando chico y no sabía de quien era... es genial... esos cambios de escenario... ¿qué es lo real?... ¿qué me dicen mis sueños?... bueno... muy bueno Giovanni
24-08-2002 lo mejor de leer literatura es la magia con la que suele envolver al lector pero este cuento no solo envuelve sino que enreda y crea mofas que se aclaran solo al continuar en la lectura . rapgirl
29-07-2002 lamentable que unos pocos "trogloditas" sin una neurona que hacer funcionar opinen con tanta frescura de la genialidad de otros que si piensan... malku
24-06-2002 A todo auqel que le ahay gustado este cuento, le recomiendo que lea Azteca de Gary Jennings. bizarro
 
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