Todos los días abrir los ojos y solo ver a mi lado una botella de alcohol. Las 9:00am. Sola en casa. Todos los días lo mismo. Salgo a tomar aire, no veo a mi esposo en ninguna parte. Escucho a lo lejos “María entra a la casa”, veo a Ramón balanceándose, haciendo el intento de llegar hasta mí.
Entramos, me sermonea durante unos 45 minutos, yo veo como se le mueven los labios, pero no lo escucho.
Cuando él salio ayer a ver qué podía robar y a tomar con sus amigos, yo me junté con Pablo, el hombre que me roba el sueño. Una visita de 20 minutos talvez, pero ya bastaba para dejarme en las nubes toda la semana. Su voz… sus ojos, sus palabras… tan distinto a Ramón, quien lo único que hace es gritarme y mostrarme sus nuevos objetos obtenidos la noche anterior. Por no ser una clase alta él cree que mientras está con sus amigos quizá dónde, yo debo quedarme sola y aburrida todo el día.
No… no lo puedo dejar, es un riesgo que no me atrevo a tomar, no sería capaz de vivir lo que paso Juanita por escaparse del violador de su marido… pero Pablo… con él realmente podría ser feliz, sólo con él quiero formar una familia con lindos chicos haciendo vida social en el parque con sus pares mientras nosotros damos un paseo por la cuidad con mi amado Pablo… si de tan solo pensarlo se me acelera el corazón… si pudiera gritar a los cuatro vientos que lo amo sin riesgo de muerte, si pudiera escaparme con él… pero soy cobarde. Con tanto malo suelto buscando a una mujer sola en la calle no podría estar ni una hora allá.
Talvez irme al campo, unirme a las pastoras y llevar una vida sana lejos de la violencia, de delincuentes… pero ni hablar de la reacción de Ramón y de los prejuicios en el pueblo, me enterrarían viva.
No soporto un día mas teniendo que cumplirle a Ramón como mujer, aunque él llegue a las horas del níspero pasado a trago, debo callarme y cumplir… solo cumplir. ¡Es una tortura! Trato de imaginarme que estoy con Pablo, pero es imposible…caricias tan distintas, sensaciones inconfundiblemente únicas.
Sólo puedo decir que ¡LO AMO! Lo amo con todas mis fuerzas, amor imposible, amor infinito, amor prohibido… amor único. Quisiera retroceder el tiempo y no haber obedecido a mis padres con sus palabras de que “Ramón es para mi, algún día lo amarás como él te ama a ti” ¡mentiras! Debí haber seguido mi corazón esperando que llegue el hombre que realmente me haría feliz, el que llegó en buena hora… sin él no me habría dado cuenta de que existía el verdadero amor, y seguiría pensando que lo que yo estoy viviendo es amor…¡que errada estaría!
Si mis padres supieran… me quitan el apellido, mi familia me daría la espalda. Las palabras de mi papa: “¿María? ¿Con una relación fuera del matrimonio? ¿Escaparse con él? ¡Ella no es mi hija!”. Cuando él dice algo, todos le obedecen, y mi madre y hermanos me darían la espalda junto a él. Talvez hasta quieran matar a Pablo por “arrastrarme a la perdición”… pobrecito. Él, quién no tiene la culpa de nada… la culpa es mía. Parece que Ramón estaba en lo cierto después de todo… cada cosa que hago, lo hago mal.