Me cazaste con tus ojos
Envueltos en ese tono dorado
Que bella trampa me tendiste
Solo alzaste la vista
Y vi dos luceros
Que me quemaron por dentro
Se grabaron en mi alma
Con esa mirada
Entre burlona y seria
Y me he perdido como un loco
Solo me reflejo
En tus dos luceros.

No soy el único
Que se muere por ellos. Lo sé
Pues has dejado el destrozo
A tu paso
De tantas miradas
Perdidas en la belleza
De esos luceros
Que sufran
Que se llenen de lamentos
Yo solo los tengo tallados
Muy adentro
En mi alma y piel.

¿Ves?
Esa es la sal de la vida
Un roce de tu mirada
Y en mis noches de desierto
Te invito a que vayamos a la luna
A comer queso.

Nomade…El embrujo de tu mirada.
Da para tantas palabras embrujadas