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Inicio / Cuenteros Locales / Sofiama / EL DÍA EN QUE INOCENCIA HIZO SU PRIMERA COMUNIÓN

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En nuestra ciudad es costumbre celebrar las primeras comuniones en el mes de mayo por ser el mes de la Virgen, quien lo que nunca ha hecho - en ese mes ni en ningún otro- es suavizar ese calor exasperante que siempre enloqueció a Inocencia; calor volcánico que la hacía perder el humor, derretía su esperanza, agotaba sus energías de niña y afectaba su razón.


El día de la primera comunión llegamos todos tempranito a la iglesia del barrio, vestidos con nuestros trajes de gala: las niñas exhibíamos los flamantes vestidos largos blancos, de tul y organdí que para una ciudad como la nuestra, era tortura aplicada sin compasión. Los varones, con sus respectivos “flucecitos” azules bien planchados.


Entramos todos a la iglesia y nos sentamos en los lugares que nos habían asignado días atrás. Al cabo de un rato, Inocencia comenzó a templarse el cuello del vestido y repetía.
- ¡Qué calor! ¡Qué calor! ¡Este vestido pica! - decía tirando el cuello de éste hacía adelante.
Realmente, ese día había un calor húmedo, irritante y pegajoso.


Eran como las once de la mañana cuando concluida la misa, salimos todos a la procesión que se hacía después de la primera comunión. Cualquier persona que haya vivido en nuestra región, en la época que haya sido, sabe lo que significa caminar por las calles de nuestra ciudad, la cual fue escogida por el sol para amarla con todo el calor de su pasión desenfrenada.


Teníamos que andar como unas diez cuadras detrás de la Virgen, cantando los himnos dedicados a ella. No había viento que meciera las hojas de los pocos árboles que encontrábamos en nuestra marcha por las calles. Nuestras figuras se reflejaban en el suelo rojizo por aquel sol tan inclemente que siempre quiso poseer a Inocencia, quien para lograrlo trataba con su calor de cegarle la mente y opacar sus emociones. Inocencia se tornaba perezosa a medida que marchábamos. En su mano derecha sostenía el misal; y en la izquierda, la vela. La letra de los himnos que cantábamos a la Virgen parecían en sus labios plegarias de noctámbulos. El sol y el calor reinante erosionaban su cuerpo y lo único que se le oía decir cada vez que terminábamos un cántico era:
- ¡Ojala qué llueva! ¡Por caridad, qué llueva!


Mientras marchábamos, el polvo se levantaba con nuestras pisadas, dejando nuestras huellas como testigos mudos de la desolación que amainaba a su antojo el espíritu rebelde de Inocencia. A medida que caminábamos, los pocos árboles que existían se perdían en las veredas para darle paso a unos cactus que bordeaban el camino y que no hacían otra cosa que derrumbar el sueño de Inocencia de que lloviera.


De regreso, Inocencia ya no cantaba, ya no rezaba; sus poros transpiraban el llanto desgarrador que controlaba internamente. Su sudor se convertía en cristales salados como si la tierra que pisaba, reclamara a los transeúntes para devorarlos. Secaba su frente con la manga del vestido, cambiaba el misal que llevaba en su mano derecha para su mano izquierda; y acto seguido, pasaba la vela que llevaba en la izquierda para la derecha. Inocencia nos miraba desesperada de calor, contemplaba luego el cielo y lo único que le oíamos decir era:
- ¿Será que no va a llover? ¿No irá a llover?


De pronto, a unos cincuenta metros para llegar a la iglesia, el cielo se oscureció y empezó a soplar un viento fuerte, levantando un polvero por la calle donde veníamos desfilando. Nuestras madres nos pidieron que corriéramos. Las niñas nos levantábamos los vestidos y los niños los pantalones para no ensuciarnos. De repente, se desprendió aquel aguacero cuando sólo faltaban como unos diez metros para entrar a la iglesia. Nuestras madres corrían como locas de un lado a otro, querían meternos a todos para que no se nos mojaran nuestras vestiduras. Cada madre trataba de hacer entrar a sus hijos que no encontraban entre el alboroto, temiendo que con la lluvia y la tierra de la calle polvorienta, los vestidos no sirvieran para hacer la segunda comunión, como era la costumbre.


Todos los niños corríamos como si nos estuvieran azotando, pero Inocencia miraba al cielo y reía mientras se templaba el cuello del vestido para que le entrara agua y mojara su cuerpo. Inocencia no entró a la iglesia. Todos los presentes gritábamos.
- ¡Inocencia, corre! ¡Corre Inocencia!


Los goterones que le caían jugueteaban con su cuerpo y semejaban perlas de rocío y escarchas de esperanzas. La lluvia era tan fuerte que parecía como si todos los mares y océanos se hubieran desbordado para bañar el cuerpo de Inocencia, y a ella no le importara que ellos se vaciaran, aunque fuera por un instante porque necesitaba sentir que aquel calor de su cuerpo se calmaba. En su felicidad, era como si ella y la lluvia se convirtieran en olas y se elevaran hasta el cielo y volvieran a caer en la tierra.
-¡Inocencia, corre! ¡Corre, Inocencia!- Seguíamos gritando


Inocencia como si no fuera con ella, templaba y templaba el vestido para que el agua siguiera entrando por su cuello. Cuando halaba su vestido, parecía darle permiso a esos mares y océanos que la doblegaban para que tuviera contacto con su cuerpo de niña. La cara de Inocencia era una apología donde se dibujaba el derecho que le daba su corazón de defender esa alegría que vivió hasta en contra de los preceptos de ese día.


La lluvia caía a cantaros e Inocencia nunca entró. La vela y el misal cayeron al suelo. Levantando su vista, cerraba los ojos, abría sus labios y bebía agua directamente del cielo. Inocencia semejaba una Ondina del agua con su larga cabellera flotando alrededor de ella y seduciendo a la lluvia con su encanto. Por un momento se dobló y recogió su rosario que parecía perlas entre el agua; lo levantó como ofreciéndoselo a la lluvia para obtener su amor incondicional y eterno, y más agua si se podía. Parecía un hada diminuta, más pequeña que sus nueve añitos, pero llena de vida como las Ondinas del agua; y su cuerpo en éxtasis danzaba con la lluvia como si oyera una música venida del cielo que sólo ella y la lluvia podían disfrutar. La lluvia arreciaba e Inocencia parecía sumergirse en esos mares y océanos que la embriagaban, convirtiéndose en su dueña.


Su vestido chorreaba por todas partes. No se quitó los zapatos como hizo cuando jugó baseball con nosotros, sino que dejaba entrar la tierra enrojecida como si ella le calzara sus pies. Imperturbable, con los ojos cerrados recibía aquella lluvia como un regalo del cielo.


Se armó una algarabía: los niños nos desternillábamos , envidiando en el fondo no tener el coraje de habernos quedado bajo la lluvia o salir para disfrutarla como Inocencia. Las madres gritaban molestas.
- ¡Niña, niña! ¡Qué vas a arruinar el vestido!


La mamá de Inocencia no dijo nada. Nosotros la mirábamos esperando que hablara, pero no lo hizo. Ni siquiera aquella locura de Inocencia sacó a su madre de aquel silencio incógnito que siempre la caracterizó. El papá de Inocencia tampoco dijo nada, pero la expresión de su rostro mostraba que aprobaba la conducta de su hija. Ella siempre dijo que su padre si entendía el desespero que producía en su ser el inclemente sol de nuestro pueblo. Después de todo el alboroto, apareció el padre Ignacio, el sacerdote de la Iglesia del barrio, miró a Inocencia e hizo una mueca sin juzgarla. Entró de nuevo a la iglesia y tampoco dijo nada.


Al día siguiente llegamos todos los niños con nuestras vestiduras de primera comunión, excepto Inocencia. Ella fue de “particular” como decíamos en nuestra ciudad cuando no nos uniformábamos. Pensamos que ese día ella no se sentaría con nosotros porque las bancas eran reservadas para los que vestíamos de primera comunión. Sin embargo, Inocencia ocupó el asiento que se le había asignado, pero presentíamos que el padre Ignacio le ordenaría sentarse en otro sitio.


Cuando la misa iba a empezar, el padre Ignacio entró, se paró en el medio del altar, nos miró a todos y se quedó contemplando a Inocencia. En ese momento, imaginamos que le diría que ella no podía comulgar por el “pecado” cometido el día anterior y la mandaría a cambiar de lugar, sin embargo, nada de eso ocurrió. Una sonrisa cómplice se dibujó en el rostro de aquel sacerdote cuando miró a Inocencia. Ella le devolvió la mirada con su franqueza de siempre, y la misa comenzó. Inocencia recibió la segunda comunión al igual que nosotros.


Los niños que conocimos a Inocencia, nunca olvidaremos el día en que ella y la lluvia danzaron. Cuando Inocencia dócil y silenciosa le entregó su corazón entero. Nunca olvidaremos el rostro de Inocencia: esa expresión hecha pintura, himno a la libertad, poema libre a la irreverencia, pétalos liberadores; y al Dios de esa lluvia que la abrazó, la besó y la arrulló con sus caricias de terciopelo.

Texto agregado el 16-02-2008, y leído por 2200 visitantes. (73 votos)


Lectores Opinan
24-01-2015 Inocencia eres tú, la niña de tus bellos relatos. Es tu vida misma que salta en cada texto como algo que quiere revelarse, con toda la energía de tu alma. Es un texto poético engalanado de bellas metáforas, hermosas imágenes y un decir claro que penetra a lo recóndito de las almas que te leen.!Felicidades! por tu maravillosa pluma. Abrazos del alma. NINI
24-08-2014 Querida Sofiama: perdón por no haber leído antes este cuento lleno de frescura e inocencia. Abajo los prejuicios y que nadie nos obligue al protocolo, cuando el mismo es un martirio. Ya son suficientes los mártires que tiene la iglesia en sus haberes. Respiremos aliviadas como la Inocencia del cuento . Mil estrellas son pocas para tí. Te ofrezco el firmamento con sus infinitas estrellas. Clorinda
23-01-2014 Me gustó mucho la Inocencia contestataria, irreverente y liberal. Un cuento de mucha fuerza por el influjo de una niña que sabía muy bien lo que quería. Mis estrellas. guidos
29-12-2013 No sé si esta Inocencia de tus relatos fue un personaje real, o está basado en uno real. Sólo sé que es un personaje muy, muy carismático, muy mágico. De esos que dan a la vida una notita de color distinta, que muestran que el mundo no tiene por qué ser uniforme, sino que existe un lugar para la singularidad, la diferencia, la identidad. Un beso ikalinen
06-04-2013 ojalá fueramos libres y desprejuiciados como Inocencia. 5* eti
02-03-2013 Inocencia, la única niña del grupo. Dice el texto sagrado: si no fueres como niños... Inocencia era como su nombre, inocente y sincera...sin el prejuicio de los adultos.Esa lluvia debió estar formidable felipeargenti
11-02-2013 he tenido el placer, como Inocenciade jugar bajo la lluvia. una pena, sin el vestido de comunión hermoso relato, muy bien contado*************** yosoyasi2
22-07-2012 Nada más grato que recibir la primera comunión vestida de lluvia, es que unas horas antes hizo penitencia-sudar, digo, es llorar por lo poros-admiro a los escritores(as) como tú que ubican al lector in situ mismo de los hechos que crean..ante los sonidos, el clima y todo el ambiente físico y espiritual.. Noc
07-06-2012 Como envidio a Inocencia.Si llegabamos con el pelo mojado,nos tocaba penitencia. pantera1
12-11-2011 Bravo por la niña, pocas personas , incluidas los adultos son capaces de manifestarse como son, espero que la vida, la adultez, la, religión y las normas sociales no me la hayan cambiado... excelente narración... un beso rub sendero
19-07-2011 Relato elegante, sobrio, equilibrado, y a la vez tan fluído que se lee sin el mínimo esfuerzo. EVERO
14-07-2011 Inocencia otra vez me deja como flotando. Me encanta. aberas
05-10-2010 Comulgar con la inocencia debería ser la tarea diaria de quienes quieren saber de donde nacen las sonrisas besacorazones. caliche
07-07-2010 Vine a disfrutar nuevamente este bellisimo relato y estoy feliz.Gracias Sofi******** shosha
25-04-2010 Lo dije y lo repito. Ésta Inocencia se las trae y además veo como un cierto final a todo esto que... Me encantó el cuento. 5* Catman
04-04-2010 Impresionante, me hizo recordar mi lejana Primera Comunión. malaya
20-01-2010 Con un lindo despliege de riqueza poética cubres a Inocencia y a su particular rebeldía . Y traes a nosotros esa lluvia certera de palabras que purufica nuestra imaginación , como la lluvia al cuerpo de la niña . Muy lindo Abrazo negrate
13-01-2010 Bellísimo, hermoso, ejemplificador, digno y natural. Te felicito. Cada vez que leo algo tuyo me transporto al lugar y al momento del relato, y eso solo lo logra alguien que escribe desde muy adentro. Gracias y que Dios te bendiga. macema
28-12-2009 Ay amiga cuanto amor has escrito aqui!!! me encanto... y esa Inocencia que ensucio ese vestido!! pero ella estaba feliz, que lindo!!!! ***** y besitos yo_nilda
26-12-2009 Muy bien escrito amiga: Tanto como creer que estoy viviendo junto a Inocencia ese día tan importante para ella: ¡El de su primera comunión!. Mis estrellitas para este relato que me a encantado, Yosep ************** Yosep
11-12-2009 Se siente ese árido polvo de cactus y sol que abrasa, en medio a los recuerdos de la comunión. Entonces, esa lluvia liberatoria que le regala toda su fresqueza sólo a esa niña que sabe y puede apreciarla, es una invitación a la propia infancia de ir a hacerle compañía. Saludos! manndrugo
09-12-2009 ahh, inicencia ya quiero saber más de ella, me encanta, estos relatos son como la niña interior que hizo lo que nosotros nos quedamos con ganas de hacer, disfrutar los bellos momentos de nuestra vida. ***** luzdc
26-11-2009 Esta Inocencia ¡ Cada vez me gusta más! marimar
02-05-2009 He leído este texto con calma, como se debe saborear un manjar. Cuando describes la alegría de Inocencia bajo la lluvia, en mi pensamiento se trasmutó la imagen de la niña en la tierra misma. Sí Sofía, me pareció ver a la niña-madre tierra bailar al compás del aguacero. Ofrendarse al torrente para vivificarse, como una comunión de la naturaleza toda: sol, lluvia, generación y vida. Dispensarás la osada interpretación, este texto tiene el encanto para eso y mucho más. *****Afectuosos saludos. sagitarion
23-03-2009 Olvido por momentos la voz que narra y la confundo con los pensamientos de Inocencia, señal que las palabras, la magia y la lluvia sobre misales derramados nos despiertan la ternura... margrave
23-03-2009 muy bueno!!! es atrapante desde el principio, y adictivo... arcano20
20-03-2009 recuerdo haber leido este texto y sin embargo a l revisar tus escritos me di cuenta que no comente nada la verdad no recuerdo por que..en el encierras lo que caracterisaria en forma espiral la vida de inocencia en toda su escencia rebelde pero siempre con causa imponiendo ante todo su derecho a VIVIR y lo digo con el entendimiento del verbo y no de un adjetivo. como siempre ***** guero
31-10-2008 HOY ME REGALE TU INOCENCIA ...COMO ELLA EL DIA DE LA COMUNION CADA DIA LA QUIERO UN POCO MAS Y LO MEJOR ES QUE SE ME ESTA GANANDO EN EL ALMA ...GRACIAS A VOS Y A ELLA POR ESTE RATITO LLENO DE EMOCION..,MIS ESTRELLAS PARA TI,Y PARA ELLA MIS SOLES shosha
24-05-2008 No podía ser de otro modo, era su lluvia. So, digo Inocencia recibió su comunión un día antes y sin intermediarios. Muy hermoso y pintoresco, como siempre. Un beso, Carlos. carlitoscap
22-05-2008 increíble. Me cautivó.5* jardinerodelasnubes
18-05-2008 Relato apasionante. lleno de magia y de emoción. nesravazza
01-05-2008 esto es magia, mil gracias!! que linda comunion! Lastima q no son muchos los INOCENCIAS en este sistema, para poder aprender mas de ellos!!!!!!!!!! 5*********************** mbo
04-04-2008 jajaja sofi k lindo, sabes k estas historias asi son mi debilidad, muy bueno, me surgen miles de sensaciones k la provocas vos con tu Inocencia, un saludo de Tincho, felicitaciones Javier mjr10
24-03-2008 inocencia envuelta en magia y libertad. Saludos. Jazzista
18-03-2008 esta serie de relatos de inocencia es muy interesante, con un gran ritmo, originalidad y muy buena forma de describir los personajes. marfunebrero
18-03-2008 Bello relato repleto de emociones, sensaciones,tradiciones... Que conforme se lee te transporta a ese lugar y como si una fuera Inocencia, sentirlas en tu propia piel. Mis 5* acuariana
13-03-2008 Un relato mágico y excelso, narrado de forma excelente. Al leerlo experimenté un placer cercano al deleite; porque lo viví plenamente con el corazón en un puño. Un saludo!***** josef
06-03-2008 Qué bella esta historia, nos lleva a evocar recuerdos de un pasado lleno de vida. Julio65
05-03-2008 Excelente relato. Hermosas descripciones y buenas metáforas. Muy bien logrado, ya que hace que aprobemos sin vacilar la conducta de Inocencia. Felicitaciones***** zumm
04-03-2008 Un cuento cargado de lirismo (lo disfruté mucho mientras lo leía). Mis estrellas. tatuadodemar
27-02-2008 Me gusta tu relato, muy agradable de leer. Es inspirador que Inocencia desafiara "lo establecido" para refrescarse. Casi siento que me mojé junto a ella bajo esa lluvia tan agradable. Saludos! tigrilla
25-02-2008 Amiga querida a veces pienso que Inocencia es una parte de ti misma hecha poesía. Me gusta, me agrada como escribes, como transportas al lector aferrado a tus hermosas lineas, por esos lugares y paisajes vistos con ojos de niños. Gracias Inocencia por llevarme e invitarme a tus juegos....Mis Estrellas mil para ti nomade
24-02-2008 Me encantó. Vengo solo por leerte. Rete harto valió la pena. 5* zepol
24-02-2008 Muy buen relato. Las descripciones son sublimes, totalmente creíble. Te felicito. claraluz
24-02-2008 Dedicate a la ocarina collectivesoul
23-02-2008 Muy interesante, algo que desconocía uleiru
23-02-2008 Precioso. jenna
23-02-2008 Me gustó muchísimo. Muy bonito. Mis 5* son tuyas. anuni
22-02-2008 Siempre he dicho, narrador que lea a poeta un universo de palmas de oro, como así un poeta a un narrador, y te diré, tu narrativa es como una gran prosa porque te manejas por los dos costados, me gustó mucho tu incisiva descripción, la melancolía de los recontos, las decoraciones naturales, tu pulcritud.5 on-line
22-02-2008 Esta es una historia que goza de tantos condimentos tan bien mezclados, que parece que no estuvieran y hasta pareciera que es una historia simple, un relato más, bonito, mucho,,, y de pronto el lector se da cuenta que esta mojado y sofocado, es cuando cae en cuenta que ante sí y en su emoción ha disfrutado de un cuento lleno de "mágia" que te hace tan vivencial la fantasía que llegas a amar a esa chiquilla, a tratar de imaginar su figura, su silueta, su caracter, jajaja. Y ahora, te he leído en dos dimensiones, en tus letras dibujando a Inocencia y en los trazos de tus lectores, y compruebo de ambos lados del relato que eres grande, una escritora prometedora, con mágia en la expresión, en la imaginación, en la intuición con la empalabras ese mundo tuyo lúdico ingenioso disparatado atrevido cálido lleno de todo eso... calidez amistad dulzura calor lluvia jajaja que bien lo haces; por todo ello, te felicito. Carlos. nauticus
21-02-2008 Pura Inocencia! divinaluna
21-02-2008 me gusto mucho el tema. Excelente narración***** alejandrocasals
21-02-2008 En principio, echas por tierra aquello de "nunca segundas partes fueron buenas" Esta segunda parte es excelente. Texto rico en costumbrismo y tan bien contado que pude percibir desde el calor pegajoso hasta el fresco de la lluvia que bañaba a Inocencia. En resumen: Magnífica serie, me ha encantado. De cinco estrellas. borarje
21-02-2008 Qué hermosa descripción de la lluvia. Y por suerte, un final feliz, sin reprimendas para quien disfrutó tanto del alivio del agua. nanchogalarreta
20-02-2008 ok, ok dado el retraso aclaro que fue por falta de tiempo no por falta de interes, fue mejor esperar ya que la leicon mas calma. Inocencia, Inocencia, como te dije me identifico con ella, ademas este texto tiene algo una caracteristica muy importante e imponente, es simple no necesitaste aplicar grandes recursos para llamar la atencion, incluso haces que Inocencia transmita esa simpleza aderezandola ademas con cierta locura infantil (que al final no deberia decirle asi, por que mas que locura creo que es una muy buena educacion) Inocencia la niña que no es del monton, me encanta un beso enorme desesperada amiga, te quiero mucho. Icnocuicatl
20-02-2008 Es que Inocencia es una personita muy especial, por lo que relatas tú… ella es o era una niña muy agradecida de las cosas de Dios, y supongo que esa lluvia que pedía con tanto deseo se le cumplió porque hasta su nombre es puro, me gusto muchísimo .***** Besitos lagunita
20-02-2008 me encantó la descripción de este momento mágico de inocencia...es como si disfrutara tanto de la lluvia que todo su alma fuera bañada...estupenda narración., todo un cielito***** nocheluz
19-02-2008 Un día inolvidable para Inocencia. Bello y buen relato, felicidades. Un saludo de SOL-O-LUNA
19-02-2008 Lindo cuento. Revela más sobre ese personaje enigmático y complejo que es Inocencia. Este texto podría trabajarse más, en cuanto a la redacción, creo que la estructura del relato está bien armada. Agradable paseo por ese pueblo con sus costumbres y su gente. Saludos!!!! romquint
19-02-2008 Logras transmitir el agobio de ese día, el clima, el vestuario y la sumisión de todos, a excepción de esta niña que fue educada para ser libre. Gracias a ello pudo expresar lo que los demás hasta se reprimían de sentir. Educar es como bien se aprecia en tu relato acompañar a ese Ser único e irrepetible desde la misma concepción, apoyándolo con afecto para que brinde a los demás todo lo de único que trae en su esencia. Es increíble que la libertad deba resultar una excepción en nuestra sociedad occidental, se entiende que la disciplina, como toda virtud, debe ser penosa en su práctica, para ser “buena”; en Oriente se reconoce que lo que es bueno para el cuerpo y el alma del hombre, también es agradable. Me encantó ese gesto cómplice del sacerdote, nos demuestra que la sociedad hace cierto ese dicho de "son más papistas que el Papa". 5* Susana compromiso
19-02-2008 Hermoso como el anterior relato sobre inocencia. Me gustó conocer costumbres tan diferentes, nunca había escuchado sobre segunda comunión. 5*s Dulce_Tammara
18-02-2008 Bellísimo,me imaginé ese vestido,ese malestar en el cuello,ese cuerpo ardiendo por el sol,y el deseo de bañarse con la lluvia. Lo disfruté mucho,pues a veces es bueno hacer lo que deseemos,así pensemos que los demás no lo aprobarán. Me encantó y me volvió a la infancia, y a ese deseo tan parecido al mio******** Maravilloso Victoria 6236013
18-02-2008 es un relato cargado de inocencia escribes fabuloso saludos neison
17-02-2008 Tus relatos con esa reflexion tan humana llenan el alma y descansa la mente que soñadora la llevas al mismisimo cielo. Mis cinco estrellas dromedario
17-02-2008 me gusto, las imagenes son muy lindas, y tambien el sentimiento que transmite nazareno
17-02-2008 Excelente relato y hermosísimo su simbolismo. Me encantó la belleza del amor de Dios que le llega a Inocencia a pesar de las rígidas estructuras de su pueblo. flop
17-02-2008 Si sentir la lluvia de tal manera fuera un pecado...Inocencia , no podría haber sonreído ni comulgado...Gracias a Dios cayó la lluvia!!! naiviv
17-02-2008 Estupendo relato donde nos transportas al mundo de tus personajes de la mano de Inocencia.Felicitaciones. doctora
17-02-2008 Bendita inocencia, libre y decidida. Muy buen relato el tuyo. margarita-zamudio
17-02-2008 Salve Sofi, cada día escribes mejor, haces que uno viva la historia junto a tus personajes. Bellísima historia. Mis respetos y mi afecto. avefenixazul
17-02-2008 Muy buena historia, siempre es enriquecedor leerte. ****** luna-azul
17-02-2008 Entrañable historia, Inocencia representa la valentía de romper con las reglas pre-establecidas para ser ella misma. Mis 5* cerrense
17-02-2008 y despues dicen que no ecxisten los milagros,habria que preguntarselo A Inocencia.Que no es ninguna inocente, sabe muy bien lo que hace.te dejo un sin fin de estrellas que seguramente salieron despues de esa lluvia besos ALEXIS klein
16-02-2008 Lo narras perfecto. Fiel a tu estilo, tierno, dulce. Buena historia. Un abrazo. Azel
16-02-2008 Inonencia es la libertad, es la rebeldía ante el anquilosamiento que aplasta como ese sol despadiado que aplasta a los individuos y los subyuga, pero Inocencia se alía con la lluvia, con los océanos y se libera..Su padre, también su madre, la apoyan, y en su liberación se encuentra a sí misma y al amor. Un trabajo sin duda rebosante de lírica para aplaudir y donde se repira el misterio de una alma que aspira a más...Felicidades. Churruka
16-02-2008 Aveces los que no comulgamos con el sentido común , som vistos como loco, sin embargo la alegría de dejar que nuestros sentimientos se expresen a pesar de los pesares produce aquella alegría que no se entenderá , muy bello texto hombrenuevo
16-02-2008 Un relato vívido y vivido. La saga de Inocencia, desde el primero de los cuentos, es encantadora. Esa niña tiene magia. Y nadie como vos para meternos en su piel, hacernos sentir parte de sus amigos del barrio, de sus compañeritos de primera comunión, y ser, también, quienes cuidamos de que recibiese las cartas de su amado chileno. Inefable y entrañable Inocencia. Toda mi emoción, mis * y un beso, querida amiga. fabiangris
16-02-2008 No puedo comentarte...no puedo. Siento la lluvia caer sobre mí, tu relato me inunda de emoción y gozo. Tienes la habilidad de transmitir, sensaciones,emociones,sentimientos contenidos, y sacar a la luz todo el amor que guardamos dentro. En estos momentos las lágrimas semejan a esa lluvia. Realmente me conmovió tu relato. Decirte que te dejo estrellas, desde yá todas!!!! y además besos en igual cantidad de gotas de lluvia. te quiero mucho amiga Matilde mancuspia
16-02-2008 Comunión con la lluvia. Y esa independencia y sexto sentido de Inocencia con el misterio oculto de las fuerzas de la naturaleza nos la muestran plenamente identificada en pletórico baile y sacramento del agua que limpia y alimenta frente al tórrido calor de la sequía, la odinariez y la escasez de embelesarse. Inocencia a la chista callando tiene un poder interior que no sólo consigue lo que desea sino que atrae y convence incluso a aquellos que por sistema somos recalcitrantes para maravillarnos de la evidencia, el milagro de la lluvia. azulada
16-02-2008 Hermosa comunión has narrado. He disfrutado con esa niña y su vestido de lluvia. Un relato inolvidable. maravillas
16-02-2008 Bonito relato y viva la libertad, derecho de todo humano. 5* _Rosi
 
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