En la ciudad de Down Hill, nadie comprendió lo ocurrido. Lo cierto es que ninguna persona fue capaz de respaldar los hechos que se contaban de boca en boca, y la noche en que se descubrió el terrible final de Thomas Hermin, se convirtió casi, en una fecha maldita.

Sólo en periódicos amarillistas se publicó la nefasta y sorprendente noticia. Psiquiatras y psicólogos se desvelaban postulando teorías medianamente coheretes para explicar las descabelladas escenas que se relataban en el infantil diario de Thomas.
¿Fue locura? ¿Fue asesinato o suicidio?... Posiblemente fue suicidio, pero ... ¿qué horrible acoso llevaría a un niño de tan sólo 9 años a tomar tan abrupta y escalofriante decisión? ¿Qué terrible vivencia podría gatillar una imaginación capaz de crear esa cantidad ded ilusiones tan horrendas y fantásticamente reales?
La verdad es que no hay ser vivo que se aveturize en afirmar en un 100% lo que el pobre niño contaba, pero tampoco existía alguien que se atreviera a negar rotundamente sus relatos, pues para todo el mundo , la familia Hermin, más allá de su perfecta ejemplaridad, consntituía en sí , algo extraño; todos estaban de acuerdo en algo: a los Hermin los rodeaba un aura extraña y una serie de icomprensibles muertes que ascendían a los inicios de la familia, ded los cuáles Thomas era el más reciente representante, confirmaban , en algo, el temor popular.





Continuará...