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Dueño de una vigorosa personalidad nace el 29 de mayo de 1839, desde muy joven destaca por su extraordinaria ilustración y talento, con los años aumento su prestigio de hábil poeta clásico, pero donde sobresalió con caracteres propios fue en el género satírico, al que se dedico con gran predilección.



Hizo la traducción de “las Geórgicas” de Virgilio, pero su temperamento burlesco lo rodeo de pensamientos satíricos y de expresiones graciosas, su sátira es según don Miguel Antonio Caso, inofensiva, pero las contrariedades que da la vida lo agriaron y vino a concluir en la incisiva mordaz ironía en 2 obras “chispazos” y “las ruinas” en sus otros escritos su poesía jocosa y satírica se distingue notablemente de los otros peruanos que cultivaron aquel genero (Caviedes, Larriva, Segura y Fuentes) por una característica que ninguno de ellos tuvo y que es poco frecuente, como dijera un crítico “ por aquella incoherencia caprichosa, aquella vagabunda libertad del numen, aquella manera de tratar asuntos serios, en fin por aquel extraño desequilibrio de fondo y forma”.



Por la crítica anterior se puede ver la obra de Paz Soldán y Unanue, fue el primero en tratar nuestras costumbres con el más agradable y delicado humorismo, su verso brota fácil y llano, sin grandes complicaciones; esta vida tan interesante término de una forma por demás desventurada, muere el año 1895 a los 56 años de edad.



Don Pedro Paz Soldán y Unanue llevado por su gran inquietud espiritual, cambio frecuentemente de seudónimos, tan pronto se le conocía por su inmortal Juan de Arona, como por Genaro Vanda, Evandro Jana, Pipus, Iván Rodeanof, Martin del Rio, Crispulo mor-diente, Sagitario mayor, Juan Guijón o el conde de villa mediana.



Dejo escritas muchas producciones, entre ellas:

“el intrigante castigado” “mas o menos y ni más ni menos”

“pasada, pesada en posada” y “las sombras inmortales de la patria”



Es reconocido por la crítica y el pensamiento como un verdadero artífice de la literatura del siglo pasado.



El presente poema fue escrito por Pedro Paz Soldán y Unánue a su amigo el almirante AP Miguel Grau Seminario, a raíz de su muerte en el Combate Naval de Angamos el 8 de octubre de 1879, durante la Guerra del Pacífico, que enfrentó a Perú y Bolivia de un lado, contra Chile.




CATAFALCO IDEAL

I

Era entre nubes escondido rayo
que esperaba flamígero el momento
en que el mundo admirara su ardimiento,
en que aplaudiera su primer ensayo.


Rayó el veintiuno del glorioso mayo,
y partiendo del lóbrego aposento,
a Iquique libertó del sufrimiento,
y al Perú de su angustia y su desmayo.


Los mares enemigos atraviesan,
y honras celebra, y náufragos alivia
sacerdote del mar en Punta Gruesa.


Si hoy bajo tierra tanto ardor se entibia,
tierra a lo menos de la Alianza es esa,
¡tierra de Mejillones de Bolivia!


II

Apartó las insignias de Almirante,
quiso ser más: ¡del “Huáscar” comandante!


III

Nueve lustros de vida transitoria
y cinco meses de infinita gloria.


IV

Por cinco meses, desde mayo a octubre,
el mundo ante su nombre se descubre.


V

Alma de acero y corazón de niño,
batió a una escuadra y perdonó al Cousiño.


VI

Héctor peruano entre enemigos viles,
halló su tumba sin hallar su Aquiles.


VII

Ferré, Aguirre, Rodríguez y Palacios,
viven hoy de la gloria en los espacios.


VIII

¡”Huáscar” de nuestros héroes cuna y tumba,
el eco aún de tu cañón retumba!


IX

Los escalones del mando del “Huáscar” fueron los cadáveres de sus comandantes.


Texto agregado el 03-05-2012, y leído por 653 visitantes. (1 voto)


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