Vine para despedirme.
Vine a dejar contigo
todos los buenos recuerdos
y aquellas emociones que antes
me hacían temblar.

Vine a devolverte
las palabras, la tinta
los abrazos y los besos
todos esos besos tiernos
y dulces que nos hemos dado.

Vine buscando una salida
la de emergencia
la que no duela
esa puerta falsa y trasera
que esconden las viejas casas
por donde salir sin que me vieras
dejando solo un leve rastro
el perfume de mi cuerpo al pasar.

He marcado estrellas con los dedos
las he dibujado en el cielo de tus noches
ellas iluminarán tu camino
cuando yo no esté más.

Prendí en tu camisa un te quiero
para que no puedas perderlo
y aunque a veces olvides
que lo llevas queda ahí
justo frente a tu corazón.

Si cierras los ojos
el mundo viaja despacio
se olvida de existir
y en ese duermevela aprehendo
mis palabras nocturnas
a tu dormida consciencia
derramando palabras dulces
y cálidas cual buen bálsamo
que encuentren como gotas de agua
el camino hacia lo profundo
y una vez allí queden entonces
abrigándote el alma
aunque tu no lo sepas jamás.

Vine a decirte adiós.
Vine para irme.
Vine para volver
para regresar al nido
una vez más antes de marcharme
de echar a volar hacia el horizonte
sin volver la vista atrás.

Vine a dejarte(nos) marchar.
Abre los ojos
sonríe
jamás olvides
hacerlos brillar.