Jorge se encontraba alojado en el Continental Gran Hotel de la ciudad de Beijing y como acostumbraba hacer todos los días, mientras tomaba desayuno, abrió su notebook e ingresó a la página web de EMOL para leer las noticias de Chile.

Inmediatamente captó su atención la primera página de El Mercurio de Santiago en que aparecía la foto de unos de los atletas del equipo chileno a los Juegos Olímpicos de Beijing junto al titular: “Atleta chileno desaparecido en Beijing.” Buscó la noticia y pudo leer:

“El lanzador chileno de la bala, Johnny Machuca, ha desaparecido desde hace 2 días del hotel en que se encuentra alojada nuestra delegación en Beijing. La desaparición del atleta preocupa a nuestros dirigentes, luego de la deplorable presentación de éste dos días antes, donde fue eliminado luego de efectuar 3 lanzamientos nulos, repitiendo la desilusionante actuación de su compatriota Verni en los Juegos Olímpicos de Atenas hace 4 años”.

Afortunadamente, antes de salir de Santiago, Jorge había anotado en la memoria de su celular los teléfonos de los delegados chilenos que viajarían con la representación a los XXIX Juegos Olímpicos.

Marcó el número del presidente de la delegación y a los pocos instantes escuchó:
—Aló, ¿quién habla?
—Buenos días, soy Jorge Holmes, detective privado chileno. En Santiago, hace días conversé con Ud., ¿me recuerda?
—Por supuesto que le recuerdo, ¿dónde está Ud.? ¿Podría venir a mi hotel a la brevedad para que conversemos?
—Seguro, ¿Ud. sabe que le llamo por la desaparición de Johnny? Leí la noticia hoy día en El Mercurio de Santiago.
—Sí, venga lo más rápido posible.
—OK, estaré con Ud. dentro de 15 minutos. ¿Está en el Sheraton?
—Sí, habitación 604. Nos vemos.



Jorge llegó rápidamente al hotel donde se hospedaba el presidente de la delegación. Subió hasta la habitación 604, tocó el timbre y le abrió el presidente en persona.

Era un hombre alto y delgado; se encontraba vestido con ropa sport, pero su cara reflejaba la preocupación que lo embargaba en esos momentos.

—Buenos días Jorge, pase por favor y tome asiento

Jorge salió de la habitación 604 después de casi 45 minutos. El presidente le había contado todo acerca de la desaparición de Johnny, temían un suicidio luego de la desastrosa actuación, pero en realidad no sabían nada en concreto. Había dado cuenta de la desaparición a la policía china y al comité organizador de los juegos, pero prefería que un detective privado chileno también les ayudara en esta búsqueda. Había llamado al hotel de la delegación para que lo dejaran ingresar a la habitación de Johnny para inspeccionarla, también había informado a la policía china que un detective privado chileno se integraría a la búsqueda.

Jorge tomó un taxi y se dirigió al hotel de la delegación. Recordaba perfectamente a Johnny: un muchacho alto, corpulento, de pelo corto negro, pero en todo caso el presidente le había entregado una excelente fotografía.

Entró a la habitación de Johnny, la que estaba completamente desordenada; se notaba que había sido registrada minuciosamente por la policía china. No sacó nada en limpio de esta inspección. Reflexionó acerca de la participación de Johnny en los juegos; después de tantos años de preparación, competir no más de 5 minutos y no lograr ningún lanzamiento ni siquiera válido, era para desilusionar a cualquiera, pero ¿era tan decepcionante como para llegar al suicidio?; definitivamente no, pensó.

Regresó a su hotel para ordenar las ideas. Estaba pensando en que las Olimpíadas habían comenzado en el año 776 AC, y ¿cuántos casos parecidos habrían sucedido a lo largo de la historia?, cuando recibió una llamada por su celular, era el presidente del comité:

—Aló, ¿Jorge? Tengo noticias de Johnny, pero mejor acérquese a mi hotel para que las comentemos.
—Voy corriendo — contestó Jorge.
Cuando Jorge llegó a la habitación del presidente, este le alargó un fax que decía: “... lamento sinceramente no haberme comunicado con Ud. antes de mi partida, pero estaba tan confundido que se me pasó por alto hacerlo. Hoy día al leer por Internet la prensa chilena, me enteré que se me daba por desaparecido. Ya le escribí a mi familia para tranquilizarla. La verdad es que me encuentro en un tour de 6 días por el norte de China, con visita a la gran muralla y otros lugares impresionantes. Llegaré a Beijing pasado mañana. Saludos. Johnny.”

JORVAL (1)
240804