En alguna habitación
que se encuentre al azar
hay una piel insaciable
que , entonces, habla.
Hambrienta, saca chispas,
amontona por igual
ya sea estrellas o soles
en otra piel acaso fría.
Cuando llega el tiempo
en que deba partir
dejará el fuego
o puede llegar a ser nada.
pero en esos momentos
sí hubo silencios
en un placer mutuo
que devengará o no en amor
para volver a comienzos
en otra oportunidad.
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Texto agregado el 30-09-2014, y leído por 171
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
01-10-2014
Al fin y al cabo siempre buscamos encontrarnos en los otros.. duendi8320
30-09-2014
Me encanta tu poema. Es profundo e intenso. Es la energía que se transforma, como esa piel.
Un saludo. delaida
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