Y Pablo la esperaba en el lado izquierdo de la cama. La lucecita verde del despertador iluminaba el cuarto con delicadeza y provocaba en el joven un pequeno sentimiento de frio y ansiedad. Llevaba meses sonando jugar con su pelo liso, largo, y castano. Ella estaba en el bano.

Recien regresaban de una noche de fiesta. No sabia quien habia reido mas, ellos en la ilusion de haberse encontrado, o los meseros al encontrarlos apretados en rincones entre besos y coqueteos. Nunca habian estado juntos, pero este era uno de esos amores que venia de hace rato cocinandose a fuego lento.

Ella abrio la puerta; Lo unico que traia puesto era una sonrisa. Un Fuerte viento soplo las cortinas y la luna llena inundo el cuarto....logro verla en pleno resplandor: Bella. Palida. Fragil.

La amo el resto de su vida. Es hoy y todavia sonrie cada vez que siente el viento soplar.