Llevar una tristeza
Desde el nacimiento
Traerla desde el vamos
Sin razón aparente
Sin justificación ni pretextos
Arrastrar una tristeza
Por simple amor a la vida

Se emborracharan una noche
Tu tristeza y la mía
Bebiéndonos el espíritu
Contándonos anécdotas
Que nosotros mismos proclamamos
Coronándonos en recuerdos
Recuerdos carbonados

Llevar no una, si no todas las tristezas
Porque el hombre compite
Hasta en la desdicha
Añorar melancolía
Esa agradable melancolía
Para alejarse del mundo
Y comenzar el nuevo día
Con los ojos casi abiertos
El alma emparchada
Y las lágrimas dormidas.