Vuelve conmigo
si no es por mí hazlo por los niños,
por la casita con portón blanco
de madera y los cerezos
en flor que adornan el ante-jardín,
por el rottweiler que vela nuestros sueños
por el auto de segunda mano
que cada cierto tiempo
hay que llevar al taller...
si no es por mí
al menos hazlo en nombre
de todo lo que hemos construido,
si no es por mí
hazlo por los niños.

¿Qué les diré si un día cualquiera
te vas por esa puerta y ya
no vuelves jamás?,
¿qué mentira deberé inventar
para mitigar tamaño sufrimiento?,
por supuesto que estás
en todo tu derecho de irte
y buscar la felicidad
que no pudiste encontrar
en esta familia,
pero te advierto de una
vez
que ya no habrá
vuelta atrás
y a veces ni
un millón de lágrimas
son capaces de reparar
lo que ya no tiene remedio.