De niño jugaba en los frutales. Comia mandarinas todos los días. Aprendi a pelarlas de tantas maneras, que solo faltaba quien las sostuviera mientras hacia figuritas de Mickey Mouse.

Tambien cortaba flores y corria por los pastizales. Me caia muy seguido, y me choyaba las rodillas. Lloraba hasta llegar a la casa, piernas sucias, llenas de piedritas y de sangre. Mi Mama me curaba y me regañaba por ser tan vago, pero yo le daba las flores para que me quisiera y se calmara.

Recuerdo que siempre me ponia a ver a la hija del vecino banarse: los Martes y Jueves por la tarde, y Domingos por la manana. Una vez me vio, pero le gusto que la viera; De ahi hizo sus duchas mas largas y sensuales...

Recuerdo cuando compre mi primer caballo. Lo amaba. Le puse "Batallon." Batallon no duro mucho. Nacio enfermo. Tuvimos que volarle un plomazo a la cabeza.

Después compre mi segundo caballo. Le puse "Napoleon." Napoleon ahi anda todavia, recordando los tiempos cuando cabalgabamos por los pastizales, vecina al hombro, ambos con las rodillas choyadas, comiendo mandarinas, haciendo figuritas con las cascaras, y cortando flores para mi Mama y la tumba de Batallon.

Y ahora, ya soy un hombre, y estamos en guerra. Como extraño las piedrecitas dentro de mis rodillas.