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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Retos y Concursos / Reto Literatura Fantástica XXXI (hasta el 16 de Agosto) - [F:16:12873]


El_espejo,25.07.2015
Reto literatura fantástica.


Reglas:

* Este reto está abierto a cualquier usuario registrado en la página.
* Sólo se participará con bun texto por cuentero/b.
* Se debe respetar el número de palabras y el tema propuesto, que siempre irá encaminado a brelatos de índole fantástica/b.
* Se tendrá en cuenta para los envíos de trabajos y votaciones la fecha y hora de la página.
* Los textos participantes se enviarán ben privado al libro de visitas del nick el_espejo/b, desde el que se colgarán en este foro al vencer el plazo.


Votación:

* Se fijarán los días de votaciones al inicio de cada convocatoria. En las fechas estipuladas, cada participante asignará las puntuaciones pertinentes a los relatos en concurso, atendiendo a la adecuación de las consignas, corrección, originalidad, etc.
* bSe votará en privado en el libro de visitas del Nick el_espejo/b. El voto de los participantes en el Reto es obligatorio; pudiendo hacerlo también cualquier cuentero que lo desee.
* No está permitido votar al propio texto.
* El número de votos a emitir será: 
2 - 3 textos: 1 texto votado (1 punto)
4 - 5 textos: 2 textos votados (3-1 puntos)
6 - 7 textos: 3 textos votados (4-2-1 puntos)
8 - 9 textos: 4 textos votados (5-3-2-1 puntos)
10 - 12 textos: 5 votos (6-4-3-2-1 puntos)
(siendo 1 la menor puntuación). Al iniciar el periodo de votación, se especificará el número de textos y los votos a asignar. 
* Se considerará ganador al texto que más puntuación obtenga, haciendo especial mención a los tres primeros puestos.
* Las votaciones serán publicadas en el foro tras hacer oficial el recuento de las puntuaciones.


Críticas y comentarios:

* Una vez realizadas las votaciones, los participantes del reto tienen la posibilidad de hacer una crítica sobre los demás textos presentados a concurso o solicitar que algún compañero analice su relato si así lo desean, siempre llevados a cabo con respeto y corrección. En ningún caso se tendrán en cuenta apreciaciones durante las votaciones.

* Una vez finalizada cada convocatoria, se pueden proponer temas para futuras consignas en el Libro de visitas de el_espejo.

**********


Los textos se envían al libro de visitas del nick el_espejo en Privado.

Se establece un mínimo de 300 palabras.
 
El_espejo,25.07.2015
Esta convocatoria está abierta desde hoy hasta el domingo 16 de Agosto.
Las lecturas y votaciones se realizarán desde la publicación de los textos hasta el domingo 23 de Agosto.

Los textos se envían al nick El_espejo en Privado.

Se establece un mínimo de 300 palabras y un máximo de 1200.
Los textos atenderán a la modalidad de PROSA FANTÁSTICA.


Tema: bPuertas/b

Desde que ya Blake señalara la fundamental relación entre las puertas y la percepción, muchos otros las atravesarían para no volver y otros llegarían para narrar lo visto. En el relato debería aparecer una/s puerta/s con un peso específico en la trama.

No tengan miedo en atravesar la puerta y recuerden cómo regresar.
 
kasiquenoquiero,28.07.2015
Interesante............ Un abrazo.
 
yosoyasi-,30.07.2015
muy bueno
 
n3ur0n4,04.08.2015
Me embarco en esta aventura. Intentaré cumplir los tiempos marcados.
 
alexandrofaviano,05.08.2015
Hola tanto tiempo. Si no hay problema me gustaria inscribirme en el concurso. Gracias
 
alexandrofaviano,05.08.2015
Hola tanto tiempo. Si no hay problema me gustaria inscribirme en el concurso. Gracias
 
essenavefenix,06.08.2015
¿Dónde se publicarán los cuentos? O sea dónde se podrá leerlos para votar... Soy nueva, por eso tantas preguntas. Gracias.
 
essenavefenix,06.08.2015
ya entendí, no había leído, perdón.
 
kasiquenoquiero,07.08.2015
Lo importante es hacer saber a los demás, la forma que tiene cada uno para expresarse, eso enriquece tanto al que escribe como al que lee...
Un abrazo.
 
El_espejo,16.08.2015
Mañana serán publicados los cuentos participantes.
 
El_espejo,17.08.2015
A continuación los relatos participantes:
 
El_espejo,17.08.2015
bLA VISITA/b

Está parada ahí, en la puerta. Me sonríe. Y el miedo se apodera de mí. Me tiende la mano, pero no me va a engañar. No será como esa vez que, al igual que ahora, me miraba sonriente, con su mano extendida, y que cuando yo extendí la mía ella entró en la habitación y se abalanzó sobre mí. Sus manos en mi garganta no me dejaban respirar y toda ella me oprimía el pecho con su peso. Luché un largo rato y al final conseguí liberarme y ella desapareció. Es por eso que trato de ignorarla, pero a veces me traiciona la soledad. Al ver su rostro amable me tienta el deseo de seguirla, entonces ella me atrapa, me oprime y luego desaparece dejándome exhausta y más sola que antes.

El silencio. Lo que me pone tensa es el silencio. Cuando quedo a solas con mis pensamientos y no puedo ordenarlos, cuando me encuentro con mis fantasmas o la realidad de estar marchita y vieja sin remedio. Cuando arañas, babosas y gusanos se arrastran por mi cuerpo. Es entonces cuando aparece mamá: me los saca de encima, me acuna y así logro dormirme.

¿Otra vez te orinaste en la cama? Ahora se lo cuento a todos a ver si así te da vergüenza. En realidad no me importa que lo cuente. Además, qué placentero es sentir el calor húmedo de las sábanas. Es más: lo hago a propósito. De mí sólo se acuerda cuando me hago pis. Sí, para retarme. Me tironea de aquí para allá y me zamarrea.
Angelita te voy a cambiar el pañal. A veeeer, a veeeer, ¡ya está! Claro ahora me trata bien porque llegó Rubén. Él siempre es bueno conmigo. Me acaricia, me besa y cuando lo hace todo mi cuerpo se estremece. ¡Cómo me gusta! Él no quiere que se lo cuente a nadie, es un secreto de los dos. Ahí viene, pero sigue de largo con su guardapolvo blanco. Yo lo llamo, él se da vuelta apurado y me dice hoy no puedo, te veo mañana mi amor.

Viejos aburridos y decrépitos, sin mañana, que no hacen mas que sus necesidades elementales: comer, ir de cuerpo… dormir cuando sus fantasmas se lo permiten, o hablar de su pasado cuando están en sintonía con los recuerdos. ¡Cómo los detesto, los odio!
Para evadirme agarro el crucigrama y cuando quiero tomar el lápiz, se me cae por el temblor de mis manos. Miro el libro, que trato de leer hace ya un tiempo, ése que empecinadamente guardo, engañándome pensando que recuperaré un poco de mi visión perdida, pero sabiendo que nunca más podré hacerlo. Y las lágrimas, silenciosas, recorren los surcos de mis arrugas…

…Y la noche. Y una vez mas el silencio…
¡Cómo deseo hacer el amor! ¡Lo deseo tanto, tanto! Sentir, una vez tan sólo, sólo una vez, la caricia tierna recorriendo mi cuerpo sin ninguna urgencia, la boca apasionada que me bese toda en la oscuridad recordando las sinuosidades de mis caminos jóvenes y una voz que me diga la frase mágica: te necesito.


Ahí está otra vez. Me llama. Me seduce su luz en medio de la penumbra de mi alma y ya no quiero luchar contra ella. Si al fin y al cabo, es la única para la cuál soy importante. Si es a la única a la cual pueden servirle los despojos de lo que fui. Si es a la única a quién puede importarle que yo esté viva…
 
El_espejo,17.08.2015
bSchrödinger/b

El suelo donde estaba tendido boca abajo estaba frío. Le aprehendía un sueño denso, pesado… tanto, que la única certeza que tenía era que no había estado dormido y eso no era un dulce despertar. Sentía que recuperaba la conciencia poco a poco, pero estaba muy aturdido.

De repente, un espasmo le crispó la piel y, espontáneamente, entró en un estado de alerta que le tensó todos los músculos hasta cortarle la respiración. Se levantó de golpe, con tanta violencia como torpeza, y dio un par de vueltas sobre sí mismo cual peonza en su último giro errático, intentando averiguar dónde se encontraba. Sólo cuando se quedó quieto, recuperó la estabilidad, aunque se mantuvo encorvado, listo para lanzarse al ataque. Pero… ¿al ataque de qué? No lo sabía. No lo recordaba. En realidad, no recordaba nada en absoluto.

Por fin, con una gran exhalación, logró aflojar los pulmones para soltar el aliento contenido y volver a respirar con nerviosos jadeos. Estaba en medio de un recinto cerrado, de un blanco tan impoluto que la luz que reflejaba le hería las retinas. Entornó los párpados para ver mejor y distinguió que, aunque parecía una sala redonda, en realidad lo rodeaban 9 paredes, cada una con una puerta en el centro; apenas las distinguía, porque parecían fundidas a los muros. Sin embargo, su forma alta y rectangular y su tirador a la derecha le permitieron intuirlas. Todas eran iguales. Y todas estaban igual de cerradas.

Sin pensárselo demasiado, corrió hacia una de ellas y echó mano al pomo.

-¡Alto!

Aquella voz fue tan atronadora, que hizo que se retrajera y se cubriera la cabeza, estremecido. Sin embargo, su sumisión duró apenas un instante. Su miedo más profundo consiguió movilizarlo e hizo que lanzara los dedos nuevamente al picaporte de la puerta.

-¡ALTO!

Esta vez, el grito fue tan horroroso que le arrancó un gemido y le disuadió de sus intenciones.

-Usted no puede abrir las puertas-, oyó decir desde algún lugar por sobre su cabeza. Elevó la vista, buscando al que le hablaba. Pero los techos, si es que los había, se perdían en una inmensa e intrigante negrura en la que se fundían aquellas infinitas murallas níveas.

El silencio se prolongó un par de segundos hasta que se aventuró a preguntar.

-¿Dónde estoy?

-Esa pregunta no tiene respuesta.

La contestación, tan mecánica y fría, le llenó de ira.

-¡Déjeme salir!

-No puede salir.

A este punto, la ira tornó en desesperación.

-¡No puede encerrarme aquí!-, gritó, e intentó abrir la salida que tenía delante, pero no pudo hacerlo. Forcejeó con todas sus fuerzas, pero no dio resultado. Dándose por vencido con aquella, corrió hasta la siguiente. Hizo todo lo que se le ocurrió para abrirla, aunque tampoco fue capaz de conseguirlo. Volvió a cambiar de entrada una y otra vez, tantas y con el ánimo tan alterado, que hubo un momento en que no supo si había probado todas ellas al menos una vez, o si había dado varias vueltas al recinto.

-¿Qué quiere de mí? ¿Qué tengo que hacer para salir de aquí?-, inquirió al aire, en el colmo de su impotencia. Harto, se aferró al tirador de la última salida que se propuso de abrir, y al no lograrlo, la golpeó y pateó hasta la extenuación.

-No puede salir, porque estas puertas no se abren desde dentro, sino desde fuera.

Esta tardía declaración le desarmó por dentro.

-¿Y quién las abre? ¿Hay alguien fuera?

-Están todos fuera.

-¿Todos? ¿Quiénes?

-Todos…

Por mucho que lo intentaba, no entendía nada de lo que oía. Parecía una confabulación para volverlo loco, y quien fuera que había urdido ese retorcido plan, lo estaba consiguiendo.

-Se lo suplico... déjeme ir. Haré lo que me pida- gimoteó, rendido, dejándose caer al piso, abrumado.

-Sólo los de fuera pueden liberarlo… o condenarlo.

-¿Condenarme? ¿Por qué? ¿Quiénes son los de fuera?

-Todos.

Angustiado por ese dialogo que parecía no tener sentido, gritó de desesperación, arañándose el rostro.

-Pero, ¿qué pasa aquí? ¿Qué mierda es esto?

-Esto es su realidad.

-¿Mi qué?

-Su realidad.

-¿Cómo puede ser esto mi realidad?

-Su realidad depende de la percepción de los demás. Cuenta con una concepción propia, como todos; pero para los otros, usted puede estar vivo o muerto, loco o cuerdo, joven o viejo… Ahora, mientras no le ven, usted está en todos esos estados a la vez. Lo que tenga que ser se definirá cuando el primer individuo del exterior abra una de las puertas. Lo entenderá cuando asuma que USTED NO DECIDE SU REALIDAD.

Dicho aquello, uno de los pomos se giró; y no tuvo tiempo para sentir el escalofrío que se radió por su espalda cuando al fin comprendió que hubiera sido mejor que aquello nunca ocurriera…
 
El_espejo,17.08.2015
bIncrédulo:/b

Que no cree con facilidad en las cosas que no ve o que no se han probado como evidentes, aunque estén aceptadas o consensuadas por la mayoría.
¡Agente! vengo a poner una denuncia, sí por supuesto que le contaré lo acontecido, pero deje de moverse que me pone nervioso. No tengo daño alguno, pero si algo asustado, cansado y herido en mi amor propio. Verá usted: hay una feria donde hay una atracción llamada:
“El Pasaje del Terror”.
Por boca de conocidos me garantizaron una muy buena dosis de miedo. Soy algo desconfiado ¿Sabe usted? ¡¡Oiga, veo que no me presta la debida atención!! ¡¡Sí sigue así, me veré obligado a quejarme a su superior!! ¡¡Malditos burócratas!!... en fin, paciencia… pues como le iba diciendo: aboné mi entrada y cuando un esperpéntico personaje me recibió, una risa nerviosa se escapó de mis apretados dientes, es que oiga, aquello era ridículo… ¿miedo? ¿Dónde estaba? ¿De vacaciones? Mi actitud no fue muy bien recibida. La verdad es que ahora reconozco que me pasé un poco, pero es que uno es humano, y la risa es así de inoportuna.
Me tomó del brazo, diciéndome:
—Veo que al señor le parece poco —y sin darme tiempo a contestarle, siguió hablando—. Por una módica cantidad extra, le llevaré a un mundo de emociones sin parangón.
Bueno pensé: no pide mucho la verdad, veremos me dije.
Palpó en un sitio muy bien disimulado de la pared. En cuanto el mecanismo funcionó, el quejido de una puerta mal engrasada se abrió, descubriendo ante nosotros una escalera de piedra que descendía perdiéndose en la oscuridad. Mi Cicerón me dio a entender que esa era la buena dirección. Lo miré con desconfianza, la negrura que se me mostraba no presagiaba nada bueno. Con una mirada de preguntarme ¿qué pasaba, qué problema había? Yo, con decisión, lo agarré del brazo haciéndole pasar delante. A lo que él se opuso, dándome a entender que parara.
Acto seguido, sacó de su bolsillo una linterna eléctrica. Entonces, entendí, pasó el primero alumbrando el profundo y húmedo pasadizo. Conforme fuimos avanzando, las telarañas se pegaban a la ropa, el olor a cerrado me taponaba las narices, dificultando el respirar. Inmundicias dejadas en el suelo hacían ir con mucha precaución. Por las paredes de la galería, el agua corría, dejándolas relucientes y resbaladizas. El silencio era tal que mis oídos emitían un molesto zumbido.
En un descuido, el canalla desapareció, dejándome solo en la más absoluta oscuridad.
¡Ahora entiendo a los ciegos! Mis sentidos del oído y tacto, por arte de magia, se desarrollaron como si nunca los hubiera tenido. Me movía manoseando las paredes del repugnante subterráneo. Andaba a pasos cortos con miedo de tropezar o caerme. Mis oídos, muy sensibles, detectaban cualquier ruido por insignificante que fuera. Intentaba, por todos los medios, abrir al máximo mis ojos, en un vano intento por percibir cualquier claridad. Mi respiración se aceleró de tal modo que me faltaba el aire. Mi corazón bombeaba a toda potencia la sangre cargada de pura adrenalina. Los músculos de mis extremidades estaban prestos a cualquier ataque. Mis manos, al tentar las paredes, me engañaban. Cualquier imperfección de las mismas me asustaba de tal manera que parecía que tocaba algo grande y peligroso. El continuo gotear del agua que se filtraba, lo oía con tanta claridad que la misma me sonaba como un torrente. Por encima de todo este sonido, una risa se dejó oír como si estuviera en varios sitios a la vez. Burlona, estridente y espeluznante me dejó paralizado de terror. Mi instinto de supervivencia me espoleó de tal manera que, raudo, empecé a correr preso de pavor, sin importarme qué pudiera encontrarme delante. Corría como un demente, notaba cómo mi pelo y mis ropas se impregnaban de telarañas y lo que parecía ser una multitud de insectos que se paseaban por mi rostro. Sus diminutas patitas me producían una sensación de repugnancia.
Mis cansados ojos al fin intuyeron una tenue claridad que, conforme avanzaba, fue haciéndose cada vez más patente. Casi me estrello contra una gran puerta de madera de dos hojas, altas hasta la bóveda, iluminada por sendas antorchas a cada lado del portón.
—¿A ti qué te pasa? —resonó en todo el subterráneo una aguda voz. Me viré a todos los lados sin ver a nadie.
—¡Mira delante de ti, pedazo de inútil! —ahora sonaba con más fuerza. ¡Al frente solo estaba la puerta!
— ¿Un portón que habla? ¿Estoy perdiendo el juicio?
—No… no estás loco.
—Pero, ¿cómo es posible? —ahí estaba yo delante de una gran puerta que dialoga.
— ¿Qué conversaciones se tienen con una portezuela? —mi cara de desconfiado debió de divertirle, a lo que me contestó:
—Sí, una puerta parlanchina, a mucha honra. ¿Dime, tú quieres pasar, verdad?
—Sí… bueno, estoy huyendo —mi contestación no fue muy convincente, a lo que me contestó:
—Pues… ya sabes, tienes que pasar la prueba.
— ¿La prueba? ¿No será un acertijo? —mi contestación resultó de lo más cómica, ya que ella soltó varias carcajadas que fueron amplificadas por la caverna.
—Serás idiota, o te lo haces, o lees muchas novelas.
—Entonces, tú dirás… —contesté a la vez que me preguntaba, ¿qué podría ser lo que me destinaba ese pedazo de madera con picaporte?
—Acércate, receloso. Veo que eres atlético, agradecido y lleno de virilidad. No te das cuenta del calor y humedad que desprende la madera.
— ¿Qué estás insinuando, Perversa? —contesté indignado.
—Yo que tú me daría prisa, mi “Romeo”. Alguien te persigue, ya estoy oyendo las pisadas… —contestó burlona.
El caso es que tenía razón. ¿Qué hacer? ¿Rendirme a los encantos de la puerta ninfómana o esperar a saber qué? No me quedó más remedió, me acerqué y empecé acariciando la madera.
Su tacto era suave, no se notaba la rugosidad de la misma. Mis manos se deslizaban como si fueran tela de seda.
— ¡Vamos! —Me dijo con apremio—. ¿Vas a estar todo el rato tocando mi tablón o se te ocurre algo mejor?
—Bueno… como comprenderás, en cuestión de puertas ando algo verde —contesté con ironía.
—No te hagas el gracioso, tu posición no es muy favorable que digamos —con una risita de satisfacción acabó la frase, no sin antes suspirar por mis caricias—. Ves la cerradura, con su dulce agujero, te das cuenta de cómo supura de placer —dijo con una lujuria impropia de una dama.
No me quedó más remedio que, con mi dedo, hurgar ese orificio que a mi tacto se suavizaba. Cuanto más lo movía, más lo hurgaba, más lo retorcía la puerta más aullaba de placer, emitiendo dignos jadeos de las mejores meretrices del harén del rajá de las mil y unas noches. Al final del éxtasis, una de las hojas se abrió. Apresurado como el viento, me introduje sin mirar atrás. Cerré a mis espaldas. Justo a tiempo. El portón retumbaba de multitud de golpes proporcionados por mis perseguidores, a lo que la puerta contestaba.
— ¡Mmmm! Más, quiero más, ¡jojojo! Qué bien, qué gozada… ¡Vamos! Darle más fuerte.
Esa puerta, con su bonita cerradura, fue honrada. Cumplió con su parte del trato, a lo que tengo que reconocer que, sin duda, me salvó la vida. Me despedí con la mano, no sin antes preguntándome si aguantaría los envites de mis perseguidores. Pareció que me leyó o adivinó el pensamiento. A lo que me dijo:
—No te preocupes, cuanto más fuerte me golpean, más me gusta. Adiós, cariño, te has portado como un hombre, vuelve cuando quieras.
Un largo y angosto pasadizo alumbrado por humeantes antorchas, puestas a estratégicos metros unas de otras, me descubría un sórdido y mal presagió al que tenía horror por seguir, pero no podía retroceder. Avanzar era lo único en lo que podía pensar. Cuando ya especulaba en quedarme exhausto por el esfuerzo de la carrera, una tenue claridad me anunció que bien pudiera al fin llegar a algún punto final.
Al fin salí a la claridad del día, anduve deambulando, tropezando con todos, nadie me ayudaba, me evitaban a cual apestado leproso…
—¡¡Oficial!! ¿Está tomando buena nota de mi declaración? No oigo el sonido del teclado.
—¡¡Guau, guau!!
— ¿Cómo dice?
—¡¡Guau, guau!!
—Qué cobra usted poco y tiene mucho trabajo.
—¡¡Guau, guau!!
—A mí qué me cuenta, yo pago mis impuestos y pido, no exijo se me atienda con respeto.
—¡¡Guau, guau!!
 
El_espejo,17.08.2015
bFratenidad/b

En un país, en un estado, en una ciudad, en un pueblo, en un vecindario, en una casa se pueden escuchar las risas y la música de un grupo de amigos que se reúnen todos los sábados. Los cuales se hacen llamar, la fraternidad.

Mario - Saben. Tú y Fibi hacen un buena pareja. Cuéntanos como se conocieron.
Carlos - De acuerdo chicos. Era una noche fría de invierno. Había estado en la casa de un amigo tomando unos tragos. Iba caminando por la calle a la media noche, pensando en regresar pronto a mi casa puesto que había dejado la estufa prendida. Cuando en medio de la desolada calle pude ver a una joven mujer que caminaba con un vestido blanco y descalza. Algo raro realmente. En ese momento me dije. ¡Que maldito miedo! Sólo una maldita loca caminaría por la calle sola a estas horas. Estaba apunto de tomar otro camino cuando me pude percatar de que la tipa estaba llorando. Así que yo como todo caballero, decente, valeroso y educado que soy fui a ver si podía ayudarla. La tipa, giró a la derecha y fui corriendo tras ella antes de que se me perdiera. En cuanto llegué a la esquina donde ella había doblado, miré hacia la derecha y me pude percatar de que ella ya estaba una cuadra adelante. Yo no lo podía creer, realmente era rápida. Así que sin perderle de vista seguí caminando tras ella. Sin embargo, por más rápido que caminaba no podía alcanzarla. Parecía acelerar el paso igual que yo, En ese momento pensé, seguramente la estoy asustando. Así que pensé en hablarle pero parecía no escucharme. Después vi que se dirigía hacia el panteón. ¿Quien rayos va al panteón a media noche? Como sea. La tipa entró a este. En ese momento me detuve. No la iba a seguir. Pero al mirar detrás de mi vi a un perro y dije. Hay no que miedo. Y mejor me metí. La tipa renqueaba y parecía tener la piel algo dañada. Después de seguirla tumba tras tumba ella se paró. Y seguí caminando tras ella. Me le acercaba lentamente. La tipa no se movía. Nada se escuchaba, solo el viento. Realmente era raro, la tipa se había detenido sin razón aparente, y solo estaba parada allí. Después, caminé un poco mas lento. Creo que algo no me cuadraba. Paso tras paso, escuchaba como crujían las ramas, y no veía nada, más que la túnica blanca de la chica y su cabello, los cuales apenas se distinguían por la completa oscuridad. Pronto terminé totalmente detrás de ella. La tenía a 40 cm de mi. En eso la tipa se secó sus lagrimas y lentamente empezó a girar la cabeza hacia mi.
Luego vi lo más horrendo que jamás me hubiera imaginado. Era un tipo con bigote y cabello largo. Por suerte llegó Fibi quien le dio en la cabeza con un extintor y lo mató. ¿Y tú cómo conociste a Verónica Mario?
Mario - ¿Qué? ¡Espera un momento! ¿Tu novia mató a un tipo?
Verónica - ¿Y que hacía en el panteón a la media noche?
María - ¿De donde sacó un extintor?
Marcos - ¿Quieren saber como conocí a mi novia?
Mario - Aguarda Marcos. Pero Carlos ¿Enserio espera que te creamos tu historial?
José - Si esa historia les parece rara, esperen a escuchar la mía. Y esta si pasó.
Era una fría noche de invierno.Estaba con mis amigos tocando en mi casa. Cuando se me ocurrió salir por un poco de aire fresco. De pronto vi que venía agitado un amigo mío. Parecía que su hermano el hippie se acaba de fugar de la casa y no lo encontraban. Así que salí a buscarlo. Me contaba que no era la primera vez, estaba muy preocupado el pobre.
Por el camino pude ver como se quemaba una casa. Y en medio de las llamas, vi a la chica más hermosa del mundo, tenía hermosos labios, ojos azules, y un cabello dorado, y a lado de ella estaba María. Así que fui a ligarla, pero la tipa se rehusó y ya qué
María - ¿Osea que estás conmigo por despecho?
José - Ese día fue el peor de mi vida.
María ¿Cómo?
José - Ese día se suicidó mi mejor amigo porque no encontró a su hermano hippie, recuérdalo.
Marcos - ¿Quieren que les cuente como conocí a mi novia?
(Se escucha un rayo, y se ve una sombra bajo la lluvia, la cual abre la puerta)
Mario - ¿Quién eres?
Aurelio - Pues Aurelio. Ya traje los refrescos. ¿Que hacen?
Mario - Conversamos sobre la vez que conocimos a nuestras parejas.
Aurelio - Aun recuerdo cuando conocí a Kata.
Todos en coro - Era una fría noche de invierno.
Aurelio - ¿Cómo lo saben?
Mario - Corazonada.
Aurelio - Bueno, total. Yo me encontraba trabajando como diario. Al parecer se quemaba una casa gracias a que un tipo había dejado la estufa prendida. La hermana del sujeto había intentado apagar el fuego cuando regresó de la casa y vio la cocina quemándose, pero algún bandido se había robado el extintor al no haber visto cosas de valor. Pobre tipa, realmente estaba angustiada. Me contó la chava que inclusive habían intentado ligársela mientras la casa se quemaba. Creo que también me tocó ver a María por allí. Después de apagar el incendio regresé cansado a mi casa sin ganas de hacer nada, cuando de pronto me encontré a la mujer más hermosa que había visto en mi vida. Y a un lado estaba María, quien me la presentó. Eso es todo.
Fibi - Espera un momento, eso significa que Josè tratón de ligarse a...
Mario - Marcos ¿Nos cuentas como conociste a tu novia?
Marcos- Al fin. Era una noche fría de invierno. Yo me encontraba caminando por la calle cuando de pronto se me apareció un fantasma hippie. Su muerte fue curiosa. Iba camino a casa cuando vio un incendio. Se metió entre las llamas para salvar a una niña y terminó quemándose.
Carlos - Que feo morir quemado
Marcos - Pero allí no murió. Sólo se quemó los pies. Llevo a la niña a su hermana, muy bonita según menciona el hippie. La pobre estaba muy fastidiada, ¿Pueden creer que un tipo la ligaba mientras se quemaba su casa? Lo peor de todo es que tuvo que pasar una noche con él solo para que dejara de molestarla.
Carlos - ¿Cómo?
Después de eso se dirigió a su casa, pues no quiso que lo atendieran ya que su hermano se preocuparía mucho si llegaba tarde, después de todo ya se había escapado de la casa, y podría pensar que lo había hecho de nuevo. Sin embargo en el camino un tipo lo persiguió varias cuadras por la calle a media noche. Este fue caminando la panteón para librarlo y justo cuando se detuvo a descansar pensando que no lo había perseguido hasta allí, volteó sigilosamente para ver si el tipo seguía detrás todavía. En eso ¡Sopas! Una tipa loca lo mató con un extintor. Bueno total. La historia empieza cuando el fantasma...
(En eso José y Carlos empiezan a darse golpes)
Fibi - Saben, creo que yo ya me voy. Bye.
Verónica - Vámonos de aquí. Te dije que eso de las fraternidades no era bueno.
Mario - Adiós Marcos, fue un placer haber pasado este tiempo con ustedes, hasta luego.
Kata - Sabes, los refescos que trajiste no alcanzarán, vamos por más Aurerio. Y de pasada me dejas en mi casa.
(Sale de la casa José persiguiendo a Carlos con un extintor, y detrás de este María con una botella, dejando a Marcos sólo en su casa)
Marcos - Que bien. Se creyeron mi historia. Que feo si les hubiera dicho que no tengo novia.
 
El_espejo,17.08.2015
bEnigmas/b

No me pregunten cómo sucedió, pero recuerdo muy bien los detalles. Fue durante la época que estudiaba en la facultad.
En esos días no tenía idea del vuelco que iba a dar mi vida; pensaba que luego de recibirme de psicóloga dedicaría el tiempo a escuchar los problemas de los demás. Pero claro; nada es seguro. Ahora la que hace terapia soy yo.

Todo comenzó cuando mi amiga Laura y yo fuimos a la biblioteca en busca de un texto que necesitábamos para un final. Recuerdo que esa tarde, luego de encontrar el libro, ella estuvo hojeando otros hasta que se topó con uno que le llamó la atención. Se titulaba: “Enigmas” y describía las historias de varias personas que habían vivido experiencias fuera de lo normal. Mi amiga leyó algunos párrafos en voz alta, y yo reí burlándome de aquellos relatos inverosímiles.
Jamás pensé que iba a protagonizar una de esas historias.
Pasó en el año 2010. El cuatro de diciembre, para ser más precisa. Me acuerdo porque Laura cumplía años.
Ese día me desperté temprano, como siempre. Abrí la puerta del dormitorio, y noté que todo se veía distinto. Las paredes que antes lucían un blanco inmaculado estaban pintadas de verde limón, y en lugar de las reproducciones de Monet, había fotos de un hombre que yo no conocía. En una de ellas posábamos abrazados, y en otras apenas logré reconocerme enfundada en un vestido negro ceñido al cuerpo. Ingresé a la cocina; el mobiliario me era completamente desconocido. La loza blanca había sido reemplazada por piezas de color azul brillante, y en lugar del austero reloj de pared se veía un gracioso almanaque que indicaba el día, el año y el mes. Tuve que mirarlo varias veces. Era el cuatro de diciembre del año 2015. Imposible. Si no hubiera sido por lo extraña que resultaba la situación hubiera reído.
¿Había pasado tanto tiempo? Por supuesto que no. Tenía que haber un error.
Decidí darme una ducha para despejar mi cabeza. Salí del cuarto de baño, asombrada por la colección de sales, esencias, y perfumes de todo tipo. Me envolví en una bata de toalla amarilla (no encontré la blanca) y tomé asiento en la sala de estar.
Cuando sonó el teléfono respondí como una autómata. Un tal Federico se dirigía a mí con palabras acarameladas. Corté.
Fui hasta la heladera y al abrirla encontré comestibles de bajas calorías. Era raro; yo no estaba a dieta. Extrañada, elegí un yogurth dietético, tomé una cucharita y me dispuse a comerlo, mientras pensaba qué estaba ocurriendo.
Federico llegó en ese instante con alegría inusitada. Me dio un ligero beso en los labios, y pidió que me vistiera porque nuestros amigos nos esperaban para festejar el cumpleaños de Laura. Lo miré sin comprender, pero su energía era tal, que ni siquiera notó mi desconcierto.
No atiné a decir nada, me hallaba en estado de shock. Le seguí la corriente, mientras trataba de hacer memoria. ¿Quién era Federico? Salvo en las fotos que estaban por todas partes, nunca lo había visto. No pude preguntarle nada; estaba demasiado sorprendida. Fuimos hasta el vestidor, él eligió un vestido negro y dijo que ese era su favorito.
En unos minutos estuve lista. Ya en su automóvil, quise regresar para ir a buscar mi bolso.
Ingresé al departamento, y me dirigí al dormitorio. Apenas entré experimenté un ligero malestar. Sobre la cama estaba aquel libro. Lo tomé.
Recordé que Federico me esperaba, salí del cuarto, y cerré la puerta.

Ya pasaron casi cinco años desde ese evento. He avanzado bastante haciendo terapia; descubrí que mi verdadera vocación es la docencia. Hice un profesorado de historia, y ahora doy clases en una escuela de la localidad. También superé algunas fobias. Ya no siento tanto temor a abrir y cerrar la puerta de mi habitación. La ansiedad hizo que subiera de peso, pero estoy pensando hacer gimnasia y comer más sano.
Mi terapeuta trata de tranquilizarme. Dice que muy pronto encontraremos una explicación para los sucesos de aquel día, y sabremos por qué cuando atravesé por primera vez la puerta del dormitorio mi vida cambió, y también la razón por la cual la segunda vez, todo volvió a la normalidad: de nuevo sola, viviendo en un sitio blanco y triste.

Yo confío en él. Mañana es jueves; espero impaciente nuestra sesión. Tengo que contarle que compré loza de color azul, y estoy pensando en pintar mi departamento con algún tono más luminoso: un verde claro, tal vez.
Y lo más importante: hace un par de horas, en una reunión, mis amigos me presentaron a Federico.
 
El_espejo,17.08.2015
Queda abierto el plazo de votación desde este momento hasta el bdomingo 23 de Agosto a las 24:00/b de la Página.

Se vota en el libro de visitas de el_espejo en privado.

Participan 5 relatos.

Los votos a asignar son:

3 puntos para su relato favorito.
1 punto para el segundo en la lista de preferencias

Están invitados a votar todos aquellos que lo deseen siempre que lo hagan en el formato establecido.

Finalizado el recuento de votos, se harán públicas las puntuaciones y el autor de cada texto; así como los votos que emitió cada cuentero. Hasta ese momento, se agradece que no hagan comentarios o valoraciones al respecto de los textos. Una vez publicada la lista de votos, pueden comentar sus obras o las de los compañeros, hacer críticas constructivas o lo que crean necesario. Recuerden que estamos aquí para divertirnos, crecer y compartir.
 
filiberto,21.08.2015
Ya que no me inspiré con el tema, leí los cuentos.
Incrédulo, está buenísimo. Bien escrito, llevadero, entretenido. No comprendo bien el ¡Guau!

Enigmas, de lo mejor, me encantó. Muy bien escrito.

Fraternidad: Hay repetición excesiva de palabras, nada que no se pueda resolver cuando el cuento madure.
Los dos primeros, también están muy bien, saludos.
 
El_espejo,24.08.2015
Finalizado el plazo para las votaciones a continuación vienen los resultados:

En tercer lugar essenavefenix que recibe una puerta de madera maciza a ubicar donde quiera.

En segundo lugar glori, a quien corresponde una puerta automática de esas de cristal que nunca se sabe si están abiertas o cerradas.

El primer lugar es para Ikalinen, quien gana una puerta giratoria que impide saber por completo si se está dentro y/o fuera.

Schrödinger - Ikalinen : 7 puntos
Enigmas - glori : 4 puntos
LA VISITA- essenavefenix : 3 puntos
Incrédulo - kasiquenoquiero : 1 punto
fraternidad - mente_veloz : 1 punto
 
El_espejo,24.08.2015
A continuación los votos:


(Privado)
Sun
23
August
14:53 walas

Mis votos para el reto fantástico:

Schrödinger: 3
Incrédulo: 1

¡Saludos!


(Privado)
Sun
23
August
12:17 Ikalinen

3 puntos para "Enigma"
El punto individual me tiene dividida entre 2, pero me decido por " Fraternidad".

Un abrazo y mucha suerte.


(Privado)
Fri
21
August
21:40 glori

La visita: 3 puntos
Schrödinger: 1 punto.


(Privado)
Wed
19
August
11:17 kasiquenoquiero

Schrödinger: 3 puntos
Enigma:1 punto

Un abrazo.


(Privado)
Mon
17
August
15:23 elnegrohinojo

Todos muy buenos! Capos!!!

3 Schrödinger
1 Fraternidad
 
El_espejo,24.08.2015
En general me alegro de los nuevos participantes y que anime a retomar el relato largo a otras personas.

Un saludo y no olviden cerrar la puerta al salir.
 
kasiquenoquiero,25.08.2015
Muy buenas, y felicidades a Ikalinen.
Tengo que confesar, que aunque dí los tres puntos al relato: Schrödinger, para mi entender y el que más me gustó fue: la Visita.
No le dí ningún voto, ya que la puerta no tiene el protagonismo exigido.
Schrödinger está muy bien y a mi entender se ajusta a las bases del concurso.
Un abrazo.
 
glori,25.08.2015
Felicito a todos, en especial a la ganadora.
 
elnegrohinojo,25.08.2015
Para gusto están los colores!
Personalmente creo que el cuentín de Ikalinen es genial, un punto de vista por demás original y muy bien encuadrado y desarrollado. Capa!!!
También voté a Fraternidad en sí por su complejidad y el trabajo eso conlleva, segunda a puro vericuetos. Muy bueno!
Enigmas de Glori también está muy bueno, logra hacerte fluir con la lectura como llevado por la corriente. Capa!
Incrédulo me sorprendió muy bien. Eso me gusta mucho en los cuentos. Fue muy de mi agrado.
La Visita, está muy bien llevada y escrita, pero bué. A veces sólo es que a uno no le "piache" el tema desarrollado.
De verdad me dio mucho gusto leer este reto, no tuvo desperdicio. Capos!!!!!
 
essenavefenix,26.08.2015
Gracias por comentar mi trabajo y por las opiniones
 
Ikalinen,01.09.2015
De regreso de vacaciones, re-conectada (por poco tiempo), no podía dejar pasar la oportunidad de decir

GRACIAS...

... a los que votaron, a los que leyeron, a los que comentaron...
(y esto empieza a parecerse a un famoso anuncio de bebida carbonatada de sabor a cola que no me gusta nada pero, en fin, hay que admitirle sus grandes ejercicios publicitarios - deformación profesional por trabajar al lado de muchos marketinianos-)

Por orden de preferencias diré que me quedé con "Enigma" porque es el tipo de argumentos que siempre he tenido metido en la cabeza, pero nunca fui capaz de plasmar. Verla ahí, tan fácil de leer, tan amena, tan "alienante" en el contenido que a veces te sientes la protagonista y te agobian todos esos cambios inexplicables y te sientes un poco como si tuvieras asperger. Fue fantástico leerlo.

El segundo punto me tenía dividida entre "Fraternidad" e "Incrédulo". Para mí los dos han tenido sus puntazos geniales.
El de Kasi, sinceramente, me resultó más impactante (como toda su literatura, te remueve esa cosa que negamos pero todos tenemos dentro y nos incomoda justamente porque lo reconocemos), y es fiel al 200% al tema del reto. Pero... me desencantó un poco el final. Con todo el clímax que se había generado, fue como frenar en seco contra una pared. Y sabiendo ahora quién lo escribió, sé que tiene recursos de sobra para darle un final a la altura de toooodo ese pedazo de relato.
"Fraternidad", de un modo curioso, me disparó la imaginación. Me hizo elevar el argumento en mi cabeza mucho más allá. Creo, como dijo alguien por ahí, que le falta trabajo, lustrarlo bien para sacarle todo el brillo que puede llegar a tener. Algún giro más terrenal y menos surrealista lo volvería incluso escalofriante en algún punto y no tan de comedia (lo siento, de las dos máscaras siempre me tiró más la del drama que la de la risa - gustos personales). El recurso de la puerta está "incrustado" porque había que meterlo y de paso daba un poco de ambiente... Aún sin ser todo lo fiel a la consigna, me gusto por haberme revuelto las neuronas en el sentido más creativo, y por eso me decanté por él.

La visita, no puedo decir que no me haya gustado. La puerta fue para mí ese "punto de fuga" de la protagonista, que enmarca sus divagaciones. Es descarnado, desolador, consigue hacerte reflexionar sobre muchas cosas... pero no es un texto de temática fantástica a mi ver, por eso no lo incluí entre mis decisiones de voto -siento haber sido tan categórica; si el estilo hubiera sido libre, hubiera sido mi segundo preferido...-

Lamento haber tardado tanto en contestar, y es grato ver que, a pesar de mi larga inactividad literaria, una sigue despertando ese "no sé qué, que qué sé yo". Valgan mis disculpas, envueltas en la mayor gratitud. Felicitaciones a todos por tan buenos textos. Ha sido un gusto participar junto a vosotros.

Un abrazo enorme.
 
Ikalinen,01.09.2015
Os gustaría que se iniciara un nuevo Desafío Creativo????
 
Egon,01.09.2015
Siiiiiiiiiii.
 
kasiquenoquiero,02.09.2015
Sabes Ikalinen, siempre que te leo; veo que eres una persona con los pies bien asentados en la tierra. Me da mucha tranquilidad y serenidad tus letras, incluso cuando comentas a los demás...
El final de mi relato es como yo mismo, igual y me he pasado de rosca, en un intento de reírme de mi mismo, pero soy así no lo puedo remediar.. me divierte y sino, no escribo. Un abrazo...
 



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