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Inicio / Lista de Foros / Literatura :: Crítica / Reto 8 PROSA - [F:5:5244]


EL_RETO_GANADORES,04.02.2006
EL_RETO_GANADORES,[Borrar]
Recuerdo las reglas básicas del Club del Reto.

1.- Respetar tema y número de palabras
2.- Los textos y las votaciones fuera de fecha no son válidos para la votación. 3La fecha que marca la página es la que se toma en cuenta. La página tiene la hora de Berlín.

Votación
1La votación se efectúa en los días estipulados en el nick VotaReto (LDV)En Privado NO DEJAR VOTOS EN OTRO LADO

2Votan sólo los participantes y sólo en la propia categoría.

3Se vota por un solo texto

4Los votos no van acompañados de consideraciones críticas o amistosas.

6 El ganador es quien saque el mayor número de votos .El viceganador es quien lo sigue en el puntaje por un punto. Los participantes que obtienen un punto no acceden a la categor[ia de Ganadores o Viceganadores.
.
7La votación será secreta y controlada por dos cuenteros voluntarios.

8 Se publicarán los resultados de todos los participantes exceptuando a aquellos que no hayan conseguido ningún voto.





 
Ninive,05.02.2006
Duración del tema RETO 8 :del 5 al 15 de febrero
Votación: 16 y 17 de febrero
320 número de palabras como máximo

Tema: ¿Y ahora, qué hago?
 
gmmagdalena,07.02.2006
El Encargo


Jaime se bajó de la bicicleta frente al Correo. Tranquilo sacó los broches con que se había tomado los bajos del pantalón y los guardó en el bolsillo. Miró la hora. Las ocho menos cuarto, había llegado quince minutos antes. Pedro le había ordenado que fuera puntual.

· A las ocho - le había dicho, con esa cara de pocos amigos que lo caracterizaba.

Jaime evitaba hacer enojar a Pedro.

· Es un tipo jodido, mejor no meterse con él y menos contrariarlo – eso se lo había dicho el Ñato Olaizola, unos días antes que lo encontraran descosido a cuchilladas, tirado entre ratas y tachos de basura.

Jaime siempre pensó que Pedro había tenido algo que ver con eso. No se olvidaba que culpa del Ñato se había abortado un asalto a la Carnicería del viejo Minguez. El Ñato se había quedado enredado entre las piernas de una fulana y se olvidó del atraco.

· Con vos sólo no puedo – Había dicho Pedro con la cara desfigurada por la bronca.

Jaime hubiera jurado que lo escuchó mascullar entre dientes:

· Este infeliz me las va a pagar.

Las ocho menos cinco. Jaime tiró el pucho que había estado fumando para tranquilizarse, tomó el paquete del canastito de la “bici” y se encaminó hacia la puerta de vidrio. Adentro se veía un gordo que estaba acomodando sobres y encomiendas.

· Apenas abran entro – pensó. – ¡Mierda que no voy a estar a las ocho!..

Pedro le había dado las instrucciones precisas:

· ¡Dejás el paquete y rajás! - Él hacía todo lo que Pedro le decía.

Las ocho menos un minuto, un pelado se acercó a la puerta y colgó un cartel.

“Hoy cerrado por Paro”

¿Y ahora, qué hago? – pensó, mientras el paquete con la bomba calibrada para explotar a las ocho y dos minutos, temblaba en sus manos. Pedro no estaba para decirle qué hacer.

María Magdalena
 
tu_risa,07.02.2006
ibLINA

La Iglesia estaba llena. Se oía el murmullo de las conversaciones mientras esperaban que Lina subiera las escalas con su blanco vestido.

La mirada de Matías el futuro esposo de pie junto al altar, tenía un dejo de tristeza.

–Aún es como el viento -pensó -un alado corcel, libélula traslúcida, mariposa y luciérnaga…cuánto la amo…es la naturaleza condensada en un rostro de niña y un beso de mujer -

Su madre se acercó a su lado, y tomando su mano preguntó -Hijo, algo noto en tu rostro…¿todo está bien?- y un poco preocupada, apenas logró ocultar una sombra reflejada en sus ojos.

Matías tratando de entender algo que ni él sabía qué era, sonrió y le dio un golpecito en la mano. No pudo decir nada.

De pronto un alboroto se fue alzando suavemente dentro del templo. Todos enmudecieron y quedáronse quietos. Lina entraba del brazo de su padre Gaspar, que orgulloso avanzaba tomado de su brazo por el rojo alfombrado de la nave central. Recordaba el minuto que al nacer, ella llenó su vida de alegría.

La ceremonia transcurrió tranquilamente . Lina miró a Matías, su mirada parecía decirle "te amo".

Bendijo el sacerdote las alianzas, y llegado el momento de aceptar, Matías consintió, pero su respiración se detuvo un instante.

Todos los ojos se clavaron en la figura de Lina. Su cabello ondulado caía en cascada cubriendo su espalda. Su rostro hermoso y femenino giró hacia Matías y lo observó con sus ojos de alondra.

Él lo supo un segundo antes de escuchar de sus labios…

-No…no acepto – …y verla correr ondeando su vestido hacia la amplia entrada que enmarcaba una tarde soleada de cielo azul y trinos.

El tiempo se detuvo. Sólo él lo entendió.

-No puedo esperar que un ave enjaulada no muera. Prefiero verla libre. Prefiero…..sólo verla...¿Y ahora, qué hago? –y disimuladamente detuvo una lágrima a punto de caer./i/b
 
celiaalviarez,07.02.2006
La Señora Luisa Fernanda

La señora Luisa Fernanda caminando por el callejón con ese paso tongoneado que le eleva la falda de flores hasta el punto de hacerlo imaginar lo que se esconde justo allí.

La señora Luisa Fernanda que se sonroja cada tarde cuando lo ve estático frente a la callejuela, sintiéndose como un pollo a las brasas exhibiéndose en el mostrador desde donde la contempla el muchacho pobre que no tiene nada que ofrecer por ella.

La señora Luisa Fernanda que cada tarde piensa.- i¿qué más dá?... las miradas son gratuitas y nadie le va a decir que tengo 42/i

La señora Luisa Fernanda alumbrándole la vida con esa magnífica sonrisa que deja escapar a cada encuentro desde hace dos semanas atrás.

La señora Luisa Fernanda respondiendo evasivamente (bueno, ni tanto...) con un iHola /isuavecito y nervioso que le hacen temblar las rodillas a ambos, y luego caminando casi al trote, hacia las apagadas luces del callejón solitario.

La Señora Luisa Fernanda devolviéndose alocada por ese mismo callejón... pasadas las sonrisas, los saludos... pensando que está loca pero no importa... iqué más dá... nadie le va a decir que no lo he hecho con nadie/i

La Señora Luisa Fernanda arqueando la columna, presionando muy fuerte entre sus piernas, envuelta en los sudores, mordiendo cuello, brazos, espalda, almohada, suspirando muy fuerte contra el pecho desconocido y recibiendo más dentro de lo que nadie hubiera llegado jamás a ese miembro fuerte, viril, lleno de juventud y rebosante de vida.

La Señora luisa Fernanda escondiendo la lágrima que cae por su rostro cuando pasa por el callejón vacío, añorando el cuerpo estático y la mirada deseosa en la entrada de la callejuela.

La Señora Luisa Fernanda pensando que iqué más dá, antes vivía sin pasar por esta calle... /i ella, con el alma en un hilo, la inocencia perdida y los recuerdos en la piel.

La Señora Luisa Fernanda.
 
kanenas,08.02.2006
bElenita de mamá/b

Adela se liberó de los zapatos, y tiró las llaves sobre la mesa al entrar. ¡Qué alivio!
El sillón la recibió entre sus suaves brazos de terciopelo. Tenía el vestido ajado y la cara sin restos de maquillaje, desencajada por el cansancio. El peinado,( ¡pobre Antoine!) ya no existía; demasiada humedad en el jardín de la fiesta.

La boda ....
Elenita del brazo del padre camino al altar. Todos sonríen menos Adela, la madre. Lo mira con desprecio y piensa que eso es lo único que ha hecho en los últimos veinte años, ese ex-marido y ex-padre.
Piensa Adela, que sería más justo que ella condujera a la nena al altar; así como la había llevado al dentista, a la escuela, a las clases de ballet ¿En los cumpleaños, en los picnics y cuando se fracturó el brazo al caerse de la bicicleta ¿adónde había estado ese padre ufano?
Lejos, muy lejos
¿Dónde estuvo cuando hubo que hacerle hacer esa operación vergonzosa, pero necesaria?
Siempre lejos, junto a su sueca flaca.
Breves llamados de larga distancia eran toda su presencia.

Fue ella quien permaneció noches enteras en pie, hasta que a la señorita se le antojara volver a casa...ella, fue quien había corrido a medio vestir hasta el departamento de policía, aquella vez que la arrestaron por pasar unos sobrecitos blancos. Ella que pagaba fianzas, psicólogos, cuentas y más cuentas y trabajaba duro para darle a su nena una vida de princesa.
Piensa Adela, que bien dos veces tuvo la ocasión de volverse a casar! Y dijo no dos veces, renunciando a la felicidad, por el bien de la nena. Ahora Elenita de mamá, también viviría lejos con su marido australiano.

Se sintió vacía, huérfana de hija...vieja, inútil.
Abrió el cierre del cinturón de cuero y sin pensarlo se lo enrrolló al cuello.
¿Y ahora qué hago? Se preguntó aterrada.


 
Soy_Naixem,10.02.2006
ESTOY ENCINTA


Estoy encinta.

Hacía ya nueve semanas que no me venía la regla y hoy por fin, me hice la prueba.

Positivo.

Estoy encinta.

Dudo entre parir o no a un hijo no deseado, a un hijo del desconsuelo y de la fatalidad; a un hijo que cabalga dentro de mi, como jinete de la muerte, destino de tan insatisfecho amago.

Estoy encinta, si.
Lo estoy, si.

¿Y ahora, qué hago?

¿Qué hago con una semilla nacida del desamor y la urgencia?
¿Acaso podré algún día presentarle a su padre?

¿Decirle que se llama Mariló y que actúa como travesti en la revista de un espectáculo?

¿Podré contarle algún día que es hijo de la semilla del Sida?

Me siento sola, sola!!!

Con un hijo nacido enfermo, entre mis brazos.
No vendrán a conocerle ni la familia ni el padre, pues con ellos rompí mis lazos.

Por ser seropositiva, como su padre, sin misterios ni engaños.

¿Y ahora, qué hago?

Rompí todos mis anhelos, sabiendo que Mariló jamás me amó como yo le amo...


Mis dedos recorren la guía telefónica, nerviosos y adormecidos por el miedo y las circunstancian que se vienen sobre mi; encuentran lo que buscaban, una clínica.

Una clínica y 300 € que hagan desaparecer a la muerte que cabalga sobre mi vientre malparido, adormecido, enfermo y ajado.

Mejor abortar ahora un ser que viene cagado.


 
sorias,10.02.2006
El viejo
El viejo se diluye en los parámetros imprecisos de su proyección, apenas su ser es una candencia suave y difusa en alas de una melodía divina.
Ante el portal de ensortijadas palabras se detiene , y ve brillar en la brumosa lejanía las luces de los acuosos y mohosos puertos.
Y así en la delicada ternura de un sueño de luz ,con ojos llorosos de emoción, llega a los pies de una pequeña embarcación.
Manos amigas se afierran a las suyas ,el aroma dulzon de las pipas revolotean en la brisa marina, y sobre su cabeza el sol busca liberarse de las nubes amigas.
Las amarras como pequeñas serpientes se arrastran sobre los tablones y la pequeña góndola se desliza sobre las aguas púrpuras de un mar que no conoce tiempo y espacio , cuya desembocadura se pierde en la incertidumbre de un sueño.
El viejo sonríe , allá a sus espaldas el puerto y las pequeñas casas portuarias se enjuagan sobre un manto Rosado , casi blancuzco formando un cuadro que duerme en un hospital.
El joven se acerca al cuerpo y la voz se estrangula en su garganta-y hora que, hago, si el abuelo se muere.
 
Finch,13.02.2006
EL SABELOTODO

Parecía estar escrito que Francisco sería médico. Precoz desde pequeño, acompañaba a su madre cuando cocinaba un pollo y si bien parte del animal terminaba en los estómagos de toda la familia, las vísceras iban a parar a una cajita donde Francisco las guardaba y las examinaba hasta que el hedor a podrido lo delataba y todo iba al tacho de basura. En secundaria fue el primero de su clase de principio a fin y se jactaba de no tener que estudiar para los exámenes, ya que su memoria nunca le fallaría. Se convirtió casi en una leyenda y sus compañeros lo atosigaban a preguntas que dada la alta producción de testosterona, eran generalmente sobre la anatomía femenina o los diferentes aspectos de la reproducción. Ingresó a la Universidad, pero en la Facultad de Medicina no cabía el ego de Francisco y ahí aprendería una lección que se la contaría hasta sus nietos.

Sentado frente a la hoja de un examen, Francisco siempre escribía las respuestas una tras otra, sin titubear. Sin embargo, en esta oportunidad cuando ya había entregado el papel, lo asaltó una duda, consultó los libros y efectivamente había cometido un error. Inmediatamente se acercó a la oficina del profesor y tocó la puerta nerviosamente.

- “Disculpe profesor, quiero que me dé otra oportunidad para dar el examen…he cometido un error en la pregunta No. 4 y no es justo que mi récord se vea afectado.”

- “¿La pregunta No. 4 ?”

- “Sí profesor…creo que hubiese causado una lesión quirúrgica de haber hecho el corte transverso como respondí…”

- “Bueno Francisco, veamos…Imaginemos que estamos en un hospital y que usted acaba de realizar dicha operación…”

- “Bien, bien….¿Y ahora que hago?”

- “Pues hay una señora en la Sala de Espera…vaya a anunciarle que es viuda, porque usted acaba de matar a su paciente…”





 
mosco,13.02.2006
“Oprimes el botón verde”, me dijo inquieto Tiburcio Contreras por el radio cuando arreglábamos el elevador del edificio cuatro “b” porque no confiaba en mi pericia.

Era normal en mí que no creyeran en mis habilidades; desde pequeño mi padre tenía que guiarme para todo. Yo creo que era culpa de mis ojos, esos que hacían que yo viera los colores de otra forma. “Tienes Daltonismo” me dijo mi madre, una mujer sensible, de suave caminar, cabello largo y de piel color no sé. Mi padre, mecánico por necesidad, hombre robusto y de manos fuertes, sobre todo cuando las azotaba en mis nalgas, no me permitía nunca ayudarle, desde aquel corto que provoqué en toda la casa al conectar el cable verde en lugar del amarillo. En una ocasión entregué la copia rosa de un cheque gris en el banco y me interrogaron por horas. Siempre pensé que los ojos verdes de mi esposa eran cafés. Esa necedad de mi vista a no identificar los colores era solo un pequeño defecto.

Por eso cuando llegué a mi trabajo como mecánico de elevadores no quise comentar mi insignificante problema.

En el manual solo decía: “con el botón verde el ascensor queda suspendido, el botón café lo suelta hasta la base del edificio”. Abrí la caja de control que tenía los dos botones. Tiburcio se metió en la base del elevador y me dio la instrucción.
Cuando oprimí el botón verde, le pregunté: “Y ahora, ¿qué hago?…”, pero la señal del radio se había perdido. Me asomé desde esa azotea por el cubo y vi el ascensor que estaba hasta el sótano del edificio. Minutos después se escucharon sirenas de ambulancias y de patrullas que arribaban. Me quedé estático viendo cómo sacaban un cuerpo debajo de aquel ascensor que cayó al vacío. Mi mente hacía una sola pregunta: y ahora, ¡¿qué hago?!, pero tampoco nadie respondió.

 
mosco,13.02.2006
Perdón omití el Título del texto anterior: b "El Botón"/b
 
EL_RETO_GANADORES,15.02.2006
Dada la dificultad habida en estos días en la página, la fecha de entrega de los textos del Reto 8 se prolonga hasta el 19 de febrero. La votación en VotaReto el 20 y 21 de febrero. Gracias
 
marabu,16.02.2006
TRAGEDIA GÁSTRICA
Llamé a la puerta . Maricucha salió a recibirme.
- ¿Dónde diablos te habías metido? – me preguntó furiosa y me arrastró hacia la sala donde nos esperaba su familia. Estaba muy preocupada por la impresión que daría esa noche. De eso dependía nuestro futuro matrimonio…
La familia de Maricucha esta constituída por las personalidades mas célebres del país.
Diputados. Médicos. Artistas vanguardistas … Maricucha me presentó ante ellos y yo, luego de proferir un improvisado discurso ( practicado desde hacía semanas) me senté a la mesa y no supe que hacer con los catorce tipos de cubiertos.
Cuando sirvieron el faisán, luego de las trufas y de la langosta; comprendí que mi estomágo me haría otra de sus chanchadas.
Maricucha notó que sudaba.
- ¿Qué pasa? estás verde como una palta.
No dije nada. Me puse de pie, frunciendo todo, y caminé lo más disimuladamente posible.
Murmullos de desaprobación.
Me senté aliviado en el inodoro. Respiré hondo. Era preciso actuar con la mayor discreción posible…, sin embargo, una vez liberado mi peristaltismo no hubo marcha atrás. Sonoros borbotones salpicaron explotando en mi pantalón – mal bajado - y en los bordes del inodoro. Tosí para menguar los ruidos. Inútil… Vino el segundo retortijón. Esta vez era una piedra con incrustaciones de caparazón de langosta .Me levanté horrorizado. No había papel. Miré la toalla en un gesto desesperado, pero luego decidí que lo mejor era llevar el culo al lavadero
¡ No había agua !. Jalé la palanca y ¡ el inodoro estaba atorado !, al instante se comenzó a rebalsar junto con todas las deposiciones … Me saqué el pantalón y frené el camino del aluvión que se abría camino hacia el patio por debajo de la puerta… En ese momento escuché la voz de Maricucha
- ¡Oye! acaba de llegar el alcalde ( mi tío) y está ansioso por conocerte.
¿ Y ahora qué hago? , pensé limpiándome las lágrimas…
 
EL_RETO_GANADORES,17.02.2006
Votación para el reto 8 .
18 y 19 de febrero en VotaReto En PRIVADO
 
Ninive,21.02.2006
Estos son los resultados del Reto 8
PROSA 9 participantes

Ganador finch con 4 votos

t-risa 2 votos
Soy Naixem 1 voto

POESÏA 11 participantes
Ganadora neus-de-juan 3 votos

Vacarey,loretopaz,tu-risa,gmmagdalena 1 voto

HAIKY 20 participantes

Ganadora : india 4 votos

blasleón, margaritazamudio,finch blasleon 2 vptps

dasumar loretopaz soy-naixem, shou 1 voto

!!!!!!!!!Felicitaciones a los ganadores y a todos los participantes!!!!!!!!!!

 
gmmagdalena,21.02.2006
Felicitaciones a los ganadores y a todos los participantes!!!
 
margarita-zamudio,21.02.2006
Enhorabuena, Finch, y a todos los demás, porque todos los relatos son muy buenos.
 
india,21.02.2006
felicitaciones Finch, original la prosa, los demás muy buenos todos
 
celiaalviarez,21.02.2006
QUE!!! VOLVÍ A LLEGAR TARDE A LA VOTACIÓN.... BUENO, NO IMPORTA, IGUAL TODOS ME PARECEN EXCELENTES. FELICIDADES FINCH, UN GRAN RELATO!.
 
sorias,21.02.2006
felicitaciones al cuentero ganador un muy buen relato
 
Finch,21.02.2006
Como siempre los relatos fueron excelentes. Felicidades a todos y muchas gracias por sus votos!!
 



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