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Ninive,13.11.2006
Les dejo para estimular la creatividad la frase .

"A veces los fracasos son el trampolín de los éxitos" María del Consuelo Diaz

Presentaremos los textos hasta el 23 de noviembre. El club del incipit es un lugar de encuentro para los que deseen un pequeño estímulo para crear, no se impone un límite de palabras ni se realiza una votación; el simple gusto de escribir, leernos y corregirnos mutuamente
 
Ninive,14.11.2006
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gmmagdalena,15.11.2006
bUn Hombre Solidario/b

A veces los fracasos son el trampolín de los éxitos, pero cuando en la vida se suma fracaso tras fracaso es difícil vislumbrar el éxito.

Creí que había tenido suerte en mi última entrevista por un trabajo digno, pero me equivoqué. Luego de infinidad de entrevistas con personas de cara avinagrada y malos modales, encontrarme con un rostro sonriente y modales afables, me hizo suponer que mi suerte cambiaría.

Luego de la entrevista, mi corazoncito latió esperanzado al escucharlo decir si podía regresar al día siguiente por una respuesta. Normalmente solían despedirme con un “lo sentimos, ya seleccionamos otro postulante” o “usted no cumple con nuestras necesidades”.

Esa tarde regresé a mi solitaria habitación de pensión con renovadas expectativas. Los ahorros que había traído ya estaban desapareciendo y apenas me alcanzaba para pagar el alquiler y comer salteado.

A la mañana siguiente, regresé al Edificio de Oficinas, el hombre que me había entrevistado me atendió rápidamente. Al ver su rostro entre serio y apesadumbrado, comprendí que mis ilusiones se verían otra vez disueltas. Sus palabras me lo confirmaron, a pesar de haber insistido sobre que era la indicada para ocupar la vacante, el Director de la Empresa había decidido que ingresara la hija de un amigo. Él lo lamentaba mucho, pero no había podido hacer nada.

Sentí que el mundo giraba a mi alrededor, un pequeño vahído me hizo trastabillar, apenas pudo sostenerme y hacerme sentar mientras traía un vaso de agua fresca. Me miró alarmado y temí que se diera cuenta que, además del disgusto, lo que en realidad sentía era hambre, sí, lisa y llanamente, estaba famélica, hacía dos días que no comía más que alguna galleta seca; mis últimas monedas las guardaba para poder desplazarme desde la pensión hasta el centro y regresar.

Pero se dio cuenta. Tímidamente me preguntó si aceptaba almorzar con él, que le gustaría seguir conversando, quizás podría ubicar otro puesto para mí en el cual no hubiera pensado.

En realidad yo sabía el motivo, le di lástima. Ruborizada acepté, es que el hambre vuelve audaces a las personas.

Sin mediar más palabras tomó con firmeza mi brazo y salimos del edificio, cruzamos la calle hacia un restaurante muy sencillo pero de buen aspecto, se notaba que era el lugar dónde almorzaba la mayor parte de los empleados, porque entró saludando y desde algunas mesas se escucharon voces en señal de respuesta.

Eligió un lugar apartado y sin consultarme pidió un suculento menú de carne y verduras, algo sano y nutritivo. Mientras almorzábamos, me hacía preguntas aisladas que yo respondía sin prestar mucha atención, en realidad estaba más concentrada en comer y recuperar ánimos.

Cuando tomábamos el café, recién le presté más atención, volviéndome a ruborizar ¿qué pensaría de mí? Me sentía una pordiosera. Su sonrisa y cálida mirada me tranquilizaron, allí también caí en la cuenta que, en realidad no hablábamos sobre mis capacidades laborales, estábamos hablando sobre mi persona.

Así se enteró de mi llegada a la ciudad con un bagaje de ilusiones, con mi título de Analista de Sistemas bajo el brazo, convencida que iba a conseguir un buen trabajo y así, poder ayudar a mis padres. De mis vanos intentos y, de mis ahorros totalmente menguados, lo que me obligaría a volver con mi fracaso a cuestas.

También supo que no queriendo preocupar a mi familia les había mentido, diciéndoles que me estaba ubicando en un pequeño departamento donde pronto podría traerlos, ya que mi padre hacía un par de años se había jubilado y nada les impedía vivir cómodamente conmigo.

Me escuchaba atento, animándome a hablar ¿Podría ser que a un extraño le interesara mi seguidilla de fracasos?. Aún no me explico cómo hablé tanto sobre mí con un desconocido, lo atribuyo a su estampa de hombre solidario.

Todo lo bueno pasa, su hora de almuerzo concluyó y debía reintegrarse al trabajo. Cuando nos despedíamos, puso un par de billetes en mi mano, ante mi gesto de asombro y vergüenza, me dijo que no me preocupara, que sólo era un préstamo, que ya se lo devolvería y que, por favor, volviera al día siguiente. No hizo promesas, solamente dijo eso.

Hoy hace cuatro años que trabajo en la oficina de cómputos de la empresa, mi primer trabajo fue muy sencillo, debía ser la asistente de un señor que al poco tiempo se jubiló, dejándome libre su puesto.

Nunca supe que fibra toqué en ese hombre que me ayudó desinteresadamente. Al día siguiente de nuestra charla, cuando regresé, me indicó donde trabajaría a partir de ese momento y apenas hemos cruzado pocas palabras desde entonces.

Cuando cobré mi primer sueldo golpee la puerta de su oficina y le devolví su préstamo, él lo guardó en su bolsillo sin mayores comentarios, lo cual me hizo sentir muy bien. Le aseguré que no iba a defraudar su confianza y creo estar cumpliendo.

Mis padres viven conmigo en el pequeño departamento que finalmente alquilé. Mi éxito no es de los rimbombantes, pero, es muy importante para mí, siento que estoy haciendo algo por mi vida y por la vida de los que amo. Si eso no es éxito, díganme qué lo es.

María Magdalena
 
loretopaz,22.11.2006

A veces los fracasos son el trampolín de los éxitos, dijo alguien por ahí. Pero tú no eres de esos, no. Creo incluso que nunca supiste lo que era un fracaso, de esos de verdad, que te marcan fuerte, allá dentro, y que hasta pueden servir de trampolines. Si desde chico todo el mundo te quería, eras el niño más lindo y alegre de los alrededores. Todos estuvieron de acuerdo en vaticinarte un futuro grandioso el día en que la primera dama de paso por la ciudad te tomó en brazos y salió tu foto en todos los diarios. Sí, todos te querían, en la escuela no eras el mejor, pero siempre tuviste buenas notas, nunca tuviste problemas con las chicas, todas estaban enamoradas de tí. Y ese trabajo de sueño que encontraste, animador de centros de vacaciones en verano, siempre en el mar, en los mejores balnearios, suertudo que eres, y profesor de ski en el invierno. Qué cosas, ¿no? Y resulta que ahora, que ya estás viejo, solo, sin hijos, porque ni siquiera te casaste, quizás porque las mujeres te asediaban, y de tanto regodearte al final todas se te fueron. Y resulta que hoy no sabes qué hacer, cómo hacer para salir del pantano en que te estás hundiendo. Tal vez te faltó un fracaso, sí, uno de esos que duelen, porque entonces sí hubieras aprendido a luchar, a utilizarlo como trampolín... Y no estarías aquí, sin atreverte a salir, amargado, sin amigos, pensando en morir. Si me parece estar escuchando un tango, toda tu vida puede resumirse en un tango, y como en los tangos, así vas a seguir, lamentándote, sin atreverte a tomar la única decisión que realmente vale la pena.
 
ninive,23.11.2006
Gracias por la participación. Volveremos a encontrarnos en otro momento.
 
loretopaz,24.11.2006
Confieso que este incipit no me resultó nada de fácil, porque trataba de escribir algo positivo, siguiendo un poco el sentido de la frase, hasta que no sé cómo se me ocurrió partir a contracorriente y ahí el texto salió casi solo, en unos pocos minutos.
Fue un agrado participar.
 
gmmagdalena,25.11.2006
Gracias Ninivve, me encanta este taller amiga y espero que no nos hagas esperar para otro Incipit, te agradezco mucho el esfuerzo. A Loreto le digo que es muy bueno su texto, a mí también no me pareció fácil, pero allí está el secreto de obligarnos a hacer trabajar la mente en base a una frase. Lamento que haya habido poca convocatoria, pero es Excelente la idea y te pido Ninive no la abandones, es más me gustó eso de que nos pusieras en claro algunas falencias que tenemos (o muchas) como hiciste en el ejercicio anterior, es la forma de ir puliéndonos. Un beso a ambas. Magda
 
Ninive,25.11.2006
A veces los fracasos son el trampolín de los éxitos, pero cuando en la vida se suma PONDRÍA "SUMAN"fracaso tras fracaso es difícil vislumbrar el éxito.

Creí que había tenido suerte en mi última entrevista (por un trabajo digno) ESRÁ DE MÁS, pero me equivoqué. Luego de infinidad de entrevistas con personas de cara avinagrada y malos modales, encontrarme con un rostro sonriente y modales REPETICIÓN DE LA PALABRA MODALESafables, me hizo suponer que mi suerte cambiaría.

Luego de la entrevista, mi corazoncito MEJOR CORAZÓN latió esperanzado al escucharlo ESCUCHARLE decir si podía regresar al día siguiente por una respuesta. Normalmente solían despedirme con un “lo sentimos, ya seleccionamos A otro postulante” o “usted no cumple con nuestras necesidades”.

Esa tarde regresé a mi solitaria habitación de pensión con renovadas expectativas. Los ahorros que había traído ya estaban desapareciendo y apenas me alcanzaba para pagar el alquiler y comer salteado.

A la mañana siguiente, regresé al Edificio de Oficinas, el hombre que me había entrevistado me atendió (rápidamente )MEJOR ENSEGUIDA Al ver su rostro entre serio y apesadumbrado, comprendí que mis ilusiones se verían otra vez (disueltas) FEA PALABRA Sus palabras me lo confirmaron, a pesar de haber insistido (sobre) EN DECIR que era la indicada para ocupar la vacante, el Director de la Empresa había decidido que ingresara la hija de un amigo. Él lo lamentaba mucho, pero no había podido hacer nada.

Sentí que el mundo giraba a mi alrededor, un pequeño vahído me hizo trastabillar, apenas pudo sostenerme y hacerme sentar mientras traía un vaso de agua fresca. Me miró alarmado y temí que se diera cuenta que, además del disgusto, lo que en realidad sentía era hambre, sí, lisa y llanamente, estaba famélica, hacía dos días que no comía más que alguna galleta seca; mis últimas monedas las guardaba para poder desplazarme desde la pensión hasta el centro y regresar.

Pero se dio cuenta. nO SE PUEDE EMPEZAR UNA FRASE CON PERO DESPUÉS DE UN ESPACIO Tímidamente me preguntó si aceptaba almorzar con él, que le gustaría seguir conversando, quizás podría ubicar otro puesto para mí en el cual no hubiera pensado.

En realidad yo sabía el motivo, le di lástima. Ruborizada acepté, es que el hambre vuelve audaces a las personas.

Sin mediar más palabras tomó con firmeza mi brazo y salimos del edificio, cruzamos la calle hacia un restaurante muy sencillo pero de buen aspecto, se notaba que era el lugar dónde almorzaba la mayor parte de los empleados, porque entró saludando y desde algunas mesas se escucharon voces en señal de respuesta.

Eligió un lugar apartado y sin consultarme pidió un suculento menú de carne y verduras, algo sano y nutritivo. Mientras almorzábamos, me hacía preguntas aisladas que yo respondía sin prestar mucha atención, en realidad estaba más concentrada en comer y recuperar ánimos.

Cuando tomábamos el café, recién le presté más atención, volviéndome a ruborizar ¿qué pensaría de mí? Me sentía una pordiosera. Su sonrisa y cálida mirada me tranquilizaron, allí también caí en la cuenta que, en realidad no hablábamos sobre mis capacidades laborales, estábamos hablando sobre mi persona.

Así se enteró de mi llegada a la ciudad con un bagaje de ilusiones, con mi título de Analista de Sistemas bajo el brazo, convencida que iba a conseguir un buen trabajo y así, poder ayudar a mis padres. De mis vanos intentos y, de mis ahorros totalmente menguados,TOTALMENTE Y MENGUADOS SE CONTRADICEN lo que me obligaría a volver con mi fracaso a cuestas.

También supo que no queriendo preocupar a mi familia les había mentido, diciéndoles que me estaba ubicando en un pequeño departamento donde pronto podría traerlos, ya que mi padre hacía un par de años se había jubilado y nada les impedía IMPEDIRÍAvivir cómodamente conmigo.

Me escuchaba atento, animándome a hablar ¿Podría ser que a un extraño le interesara mi seguidilla de fracasos?. NO SE PONE PUNTO DESPUÉS DEL SIGNO DE INTERROGACIÓNAún no me explico cómo hablé tanto( sobre) DE mí con un desconocido, lo atribuyo a su estampa de hombre solidario.

Todo lo bueno pasa, su hora de almuerzo concluyó y debía reintegrarse al trabajo. Cuando nos despedíamos, puso un par de billetes en mi mano, ante mi gesto de asombro y vergüenza, me dijo que no me preocupara, que sólo era un préstamo, que ya se lo devolvería y que, por favor, volviera al día siguiente. No hizo promesas, solamente dijo eso.

Hoy hace cuatro años que trabajo en la oficina de cómputos de la empresa, mi primer trabajo fue muy sencillo, debía ser la asistente de un señor que al poco tiempo se jubiló, dejándome libre su puesto.

Nunca supe que QUÉ fibra toqué en ese hombre que me ayudó desinteresadamente. Al día siguiente de nuestra charla, cuando regresé, me indicó donde trabajaría a partir de ese momento y apenas hemos cruzado pocas palabras desde entonces.

Cuando cobré mi primer sueldo golpee la puerta de su oficina y le devolví su préstamo, él lo guardó en su bolsillo sin mayores comentarios, lo cual me hizo sentir muy bien. Le aseguré que no iba a defraudar su confianza y creo estar cumpliendo.

Mis padres viven conmigo en el pequeño departamento que finalmente alquilé. Mi éxito no es de los rimbombantes, pero, es muy importante RIMA DE ANTE para mí, siento que estoy haciendo algo por mi vida y por la vida de los que amo. Si eso no es éxito, díganme qué lo es.



María Magdalena
 
Gmmagdalena,26.11.2006
Me parecen bien las correcciones. No sabía que después de un punto no se escribía "pero", lo del punto después de un signo de interrogación no me parece un detalle tan grave que seguramente corrige cualquier corrector gráfico y "escucharlo/escucharle", pueden ser modismos en el hablar. En mi defensa digo que no tengo estudios, sólo ganas de escribir y este tipo de correcciones me ayudan a crecer. Un beso y gracias. Magda
 
Ninive,26.11.2006
Después de un punto se puede escribir pero",mas lo que corrijo es el espacio que separa las dos frases. El "pero" es una consecuencia de la frase anterior y no admite punto y separación. Punto seguido sí.
 
loretopaz,26.11.2006
Ninive, me gustó la correción al texto de Magda, es importante conocer los errores que quienes leen y que pasan desapercibidos para el que escribe. Por haber estado ausente un tiempo no sabía de tus correcciones en los Incipit anteriores. Si tienes tiempo, te pediría, por favor, que también corrijas el mío. Gracias por estar siempre tan disponible.
 
Ninive,26.11.2006
A veces los fracasos son el trampolín de los éxitos, dijo alguien por ahí. Pero tú no eres [MEJOR ERAS]de esos, no. Creo incluso que nunca supiste lo que era un fracaso, de esos de verdad, que te marcan fuerte, allá dentro, y que hasta pueden servir de trampolines[ MIRÁ AQUÍ HAY UN PROBLEMA, EL SUJETO (FRACASO)ESTÁ EN SINGULAR Y TODOS LOS VERBOS QUE SE REFIEREN A ÉL ESTÁN EN PLURAL. tE ASEGURO QUE "SUENA"BIEN, PERO ESTÁ MAL
Si desde chico todo el mundo te quería, eras el niño más lindo y alegre de los alrededores [ESTA FRASE SOLO LA PUEDE ENTENDER UN ARGENTINO] . Todos estuvieron de acuerdo en vaticinarte un futuro grandioso [ AQUÍ COMA]el día en que la primera dama [COMA]de paso por la ciudad [COMA]te tomó en brazos y salió tu foto en todos los diarios. Sí, todos te querían, en la escuela no eras el mejor, pero siempre tuviste buenas notas, nunca tuviste problemas con las chicas, todas estaban enamoradas de tí. Y ese trabajo de sueño que encontraste, animador de centros de vacaciones en verano, siempre en el mar, en los mejores balnearios, suertudo que eres,[¿ERES O ERAS] y profesor de ski en el invierno. Qué cosas, ¿no? Y resulta que ahora, que ya estás viejo, solo, sin hijos, porque ni siquiera te casaste, quizás porque las mujeres te asediaban, y de tanto regodearte [COMA]al final todas se te fueron. Y resulta que hoy no sabes qué hacer, cómo hacer para salir del pantano en que te estás hundiendo. Tal vez te faltó un fracaso, sí, uno de esos que duelen, porque entonces sí hubieras aprendido a luchar, a utilizarlo como trampolín... Y no estarías aquí, sin atreverte a salir, amargado, sin amigos, pensando en morir. Si me parece estar escuchando un tango, toda tu vida puede resumirse en un tango, y como en los tangos, así vas a seguir, lamentándote, sin atreverte a tomar la única decisión que realmente vale la pena.


dIME DE DÓNDE ERES, TE SIENTO ARGENTINA.
tIENES QUE PONER MÁS ATENCIÓN EN LA PUNTUACIÓN, ESO SE REMEDIA LEYENDO EL TEXTO EN VOZ ALTA.


 
gmmagdalena,27.11.2006
Ahh bien Ninive, ahora tengo más claro lo del "pero" jajajaja, bueno ya corregidas ambas, ¿hacemos otro incipit?. Besotes. Magda
 
loretopaz,27.11.2006
Gracias Ninive por tu amabilidad. Soy chilena, pienso que tenemos muchas cosas en común con los argentinos, entre ellas el lenguaje. Aunque creo que en este texto, por el hecho de haber estado pensando en un tango, quizás me deslicé hacia ese lado tan argentino sin darme cuenta. Con respecto a ERAS en vez de ERES, confieso que lo pensé, y opté por dejar ERES porque es un hombre con buena suerte, sigue siéndolo, en el sentido que desde que desea algo, puede obtenerlo sin mucho esfuerzo, entonces por eso mismo nunca aprendió a luchar verdaderamente y entonces ya casi nada le interesa. (Conozco a alguien que se le parece). Lo de las comas, es cierto que a veces se me pasan, aunque te confieso que no me gustan las comas en exceso, y como en este caso se trata de lenguaje oral prefiero agregar sólo algunas de las que me corregiste. En todo caso es un placer que lo hayas leído con tanta atención, ¡gracias de nuevo!
Loreto.
 



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