Será que se opone a la existencia de Dios, ya que la existencia de un dios implica una voluntad por encima de la humana y, por lo tanto, de un destino que escapa a nuestro libre albedrío, ¿no?

Pero eso es en México. ¿Y el resto de los siete mil millones de habitantes? ¿Ein?

¿O sea, que debemos comer rosca con chocolate de forma obligatoria?

Diabéticos del mundo, ¡cuidaros de los fieles!

La pereza suele ser un estigma con el que se marca a aquel que no hace algo que la sociedad que le rodea considera productivo. Cuántos habrán quedado marcados como "perezosos" en su momento porque no tenían un trabajo "normal" (con una casa normal, una familia normal, unas actividades sociales normales) y hoy disfrutamos de su verso, de su prosa, de su pensamiento, de su arte... Cuántos se habrán quedado en el camino porque realizar algo que les gustaba era un camino que no les llevaba a nin...

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Interesante lo que dice Mythos. El trabajo es otra cosa jodida en la actualidad, bastardeada. Supongo que "pereza" se refiere a la dilatación para hacer aquello que queremos y sabemos hacer realmente, no aquello que tenemos que hacer por cumplir con un trabajo X, que ni hemos elegido ni nos gusta ni nada.
Quien no ha sentido ese vacío, esa cosa que dice "Estás desperdiciando tanto tiempo en pendejadas" o hace lo que le gusta o está muerto en vida.

Y claro, todo eso del condicionamiento ...

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Bueno, Paul Lafargue, era el yerno de Marx, aunque no sé si llevaban bien esas relaciones familiares. Era socialista. Y como bien dice un viejo libertario: "necesitamos menos pereza para el pensamiento..., menos pasado y más presente.". En cuanto a manndrugo tienes mil posibilidades de elegir: leer, escuchar música, ver la televisión, pensar, escribir y también regalarnos el disfrute de compartir más tiempo en esta página, o pasear por el maravilloso parque de invierno de tu ciudad. Comprar, ...

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(Claro que también tienes la opción de mandar a Sartre a freír espárragos...)

Tienes la libertad de usar el otro hombro. O de empezar a aprender a usar los pies como manos, como el protagonista de "Mi pie izquierdo". Puedes, así mismo, reposar poco o mucho, o nada y seguir fastidiándote el trapecio.

En fin, según Sartre, mientras tengas dos opciones donde elegir, hay libertad.

Además, está el libro de Paul Lafargue "El derecho a la pereza", libro de cabecera de revolucionarios marxistas y anarquistas.

Por lo tanto, la pereza es revolucionaria.

¡Perezosos del mundo entero, uníos... pero mañana, sin prisas, que hay tiempo...

Que yo recuerde, Fromm escribió "El miedo a la libertad" y no "La pereza a la libertad".