Ya lo vi yo muchas veces
y hoy lo he vuelta a ver,
el silencio camuflado entre las piedras
no es más que una ilusión.

Siempre trata de evadir la luz del día,
pero esa falsa inocencia ya se deja ver en un rincón.
Y el instinto misterioso que guarda en sí,
se transforma fugazmente en un destello de traición.

Caminando eternamente entre esas piedras,
nunca pude entender la verdad que ahí se escondía.
Pisoteaba las palabras y me encerraba en la memoria;
no dejaba un segundo para escapar.

Ya lo vi yo muchas veces y hoy lo he vuelto a ver,
mi cabeza toma el rumbo que anhela,
un poco más alejado de la realidad.