Estaba en su trabajo... vendía zapatillas, hace una semana que no comía. Esperaba con ansias la hora de colación, porque hoy por fin tenia dinero para comprarla, se paseaba angustiado, no se concentraba, estaba como loco, cuando por fin su reloj dio las 3 p.m., corrió a las cocinerias, y como si fuera un premio, había su plato favorito: charquicán con un huevo frito encima. Se fue con una sonrisa de oreja a oreja, se instalo en su mesita plegable y su piso, a un lado del local, se estaba saboreando, preparado para comer, cuando derrepente un pequeño niño se le para en frente, con ojos largos y carita de hambre, el niño no le dijo nada, ni el tampoco al niño, solo se paro y sentó al niño en el piso, al frente de su mesita plegable, con su plato favorito.
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