Me acuerdo de “El negro”
Y el se acordaba de mi en aquellos días.
Todos los días.
Escucho aquellas frases como si fuera hoy:
“¡CHE!
¡CHE LUCAS!
¡LUCAS DESPERTATE CONCHUDO!
¡TRAJISTE LA GUITA O NO BOLUDO!
¡DESPERTATE, NO
TE HAGAS EL PAJERO!”
Y por supuesto que no estaba durmiendo.
Tenía algunas monedas metidas en el culo.
(Iluso en pensar que no buscaría allí)
Las encontraba y las repartía.
Te daba dos o tres y se quedaba con el botín.
Triste botín aquel botín.

“El negro” pidiéndome su comisión de mis miserias.
“El negro” negándome mi fortuna de mendigo en el anden.
“Yo te cuido el culo Luquitas, ja, ja, vo no te preocupes ja, ja”
Y sin embargo la cana me cago a palos y me revoleo afuera de
la estación demasiadas veces como para esperar a “El negro”
Eso si, siempre nos traía “Poxy” a todos.
Y después se iba, el no era de allí.
El era de la villa.
Mierda igual que la estación.
(Aunque el lo veía diferente)
Y un par de veces se llevo a “La Loli”
Pobre “La Loli” era tan boluda.
Estaba enganchada mal con el “Poxy”
Y me contó que le saco fotos en bolas.
Me dijo que la obligo a chuparle la pija.
Pobre “La Loli” ni tetas tenia.
Era una pendeja... doce años.
Pero al “El negro” no le importaba una mierda.
El se creía una especie de Jesús.
El salvador de los pibes del andén.
Ja.
“El negro” todavía te recuerdo.
Espero estés bien muerto hijo de mil puta.