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Jean Arthur Rimbaud

PALABRAS PRELIMINARES

RIMBAUD: Un volcán de "Música Atonal" en busca de lo desconocido [Tomás Barna]

Ver lo invisible, oír lo inaudible
Mediante la poesía llegar a lo desconocido




Estos dos pensamientos claves de Baudelaire se consuman en los poemas de Rimbaud. Sus palabras surgen como lava de un volcán en demoníaca erupción lanzándose fuera de la realidad, transfigurándose en imágenes. Lo "desconocido", en Rimbaud, es un polo de tensión, y su percepción poética penetra en el misterio a través de una realidad conscientemente hecha trizas. El núcleo de su percepción no es el yo empírico, porque en su lugar actúan fuerzas subterráneas capaces de imponerse con violencia. Sólo con ese impulso se puede palpar lo desconocido. Y este movimiento interior del ser, él lo ha expresado así: "Porque yo... es OTRO". Cuando la hojalata se despierta en forma de trompeta, no hay que echarle la culpa. Yo estoy presente al despertar de mi pensamiento; yo lo contemplo, yo lo escucho. Trazo una línea con el arco, y la sinfonía se mueve en la profundidad. Es un error decir: pienso. Habría que decir: "me piensan". Estamos, pues, en el tobogán desde donde la poesía moderna se habrá de zambullir en el caos del subconsciente. Por eso Rimbaud —como Nerval y Lautréamont— será considerado por los surrealistas como uno de sus tres grandes ascendientes. En Rimbaud, impulso poético comienza su actividad mutilándose, afeándose el alma, haciendo cristalizar la crueldad en su obra creadora —como lo hiciera en nuestro siglo Artaud—.

La poesía que nace de semejante operación es un lenguaje nuevo, un "lenguaje universal" —como lo denomina Rimbaud—. Es un tejido desprovisto de forma, compuesto por elementos disímiles: "extrañeza, arbitrariedad, asco y embeleso". La belleza y la fealdad poseen el mismo valor, se hallan al mismo nivel. Todo reside en "la excitación y en la música". En su poesía Rimbaud menciona la música, y lo hace sin cesar: "la música desconocida"; la música que oye "en castillos hechos de huesos"; "en la canción de acero de los postes de telégrafo"; en "el canto claro de la nueva desgracia"; "en la música más intensa donde se aniquiló el sufrimiento meramente armonioso" (aquí se manifiesta su ruptura con el romanticismo). Y esto es evidente pues cuando su poesía hace cantar a los seres y las cosas, suenan gritos y rugidos que se intercalan en la canción y el canto, creando así una música disonante.

En Una temporada en el infierno, bajo el título de "Alquimia del Verbo", Rimbaud escribe: "Yo ajustaba la forma y el movimiento de cada consonante, y —con ritmos instintivos— me enorgullecía de inventar un verbo poético accesible a todos los sentidos". Mediante esa "magia verbal" logra enriquecer de matices las vocales y nos permite captar las afinidades que establece entre las consonantes a lo largo de sus poemas. Y llega al colmo de la audacia cuando su voluntad de crear efectos sonoros domina a tal extremo sus poemas, que la frase surgida de esta búsqueda pierde todo sentido o adquiere una significación absurda, como es el caso de "Un hidrolato lacrimal lava", o "Mi triste corazón babea en la popa". Esto nos remite a la música atonal: la disonancia, creada por la contradicción entre el absurdo del sentido y la potencia de las sonoridades, permanece íntegra. Y un ejemplo aún más claro lo hallamos en esta frase del poema "Metropolitano" de Iluminaciones: "... et les atroces fleurs qu'on appellerait coeurs et soeurs, dames damnant de langueur" ("... y las atroces flores que llamaríamos corazones y hermanas, damas condenando de languidez"). Se advierte que resulta prácticamente intraducible, no sólo por lo absurdo en sí del original sino porque pierde vigencia la elaboración del lenguaje, de neto cuño musical. Esta frase es una sucesión abstracta de asonancias y aliteraciones. Rimbaud margina la coherencia, la lógica, creando sonoridades a fin de destruir la significación de las imágenes surgidas, y es así como nos hace sentir que lo desconocido yace oculto en lo más profundo de la materia. Rimbaud ha descubierto que lo desconocido es inherente a la realidad sensible y que si a esa realidad la desembarazamos del lastre de los hábitos e ideas preconcebidas, encontramos en ella la vibración de lo maravilloso.

Rimbaud ha llegado, así, a "crear forma y materia" —como lo expresó Sartre—. Y poseyendo el poder de un vidente, consumó su desprendimiento de lo sensible al captar la unidad de las cosas, sintiéndolas en él, identificándose con ellas. De tal modo alcanzó —mediante la expresión poética— las regiones del silencio más puro.

DATOS BIOBIBLIOGRÁFICOS

La inquietante personalidad de Jean Arthur Rimbaud, uno de los máximos representantes del simbolismo, nació en Charleville, Francia, el 20 de octubre de 1854. Con una precocidad intelectual admirable, comenzó a transitar en la prosa a los ocho años y en poesía a los diez. A los 17 escribió El barco ebrio y lo envió a Paul Verlaine, quien lo invitó a trasladarse a París por la impresión que le causó la originalidad del poema.

La amistad entre Verlaine y Rimbaud se convirtió prontamente en una relación tan inestable como tormentosa. Viajaron por Inglaterra y Bélgica y, en este país, Verlaine intentó matarlo en dos ocasiones debido a las infidelidades de su amigo. En el segundo intento Rimbaud resultó herido de gravedad, y a Verlaine lo encarcelaron. Al salir del hospital Rimbaud se dedicó al comercio en África, es decir, que a los diecinueve años deja de escribir, cambiando su vida literaria por una vida aventurera. En 1891 regresó a Francia para ser tratado de un tumor en la rodilla, a consecuencia del cual murió en el hospital de Marsella el 10 noviembre del mismo año. De Una temporada en el Infierno, Paul Claudel dijo “Es la obra de un místico en estado salvaje”.

Luego de Una temporada en el infierno e Iluminaciones, recopiladas por Verlaine, Rimbaud entró definitivamente en la categoría de los mitos.

Libros publicados

• Una temporada en el infierno, 1873
• Iluminaciones, 1886

Cronología

1854.- Nace Arthur Rimbaud el 20 de octubre en Charleville, Ardennes, Francia. Su padre es un capitán de infantería que diez años después abandonará a la familia.
1855 - Walt Whitman, Hojas de hierba
1857 - Charles Baudelaire, Las flores del mal
1858 - Gustavo Adolfo Bécquer, El caudillo de las manos rojas
1859 - Charles Dickens, Historia de dos ciudades
1860 - Nace su hermana Isabelle
1861 - Fedor Dostoievski, Humillados y ofendidos
1862 - Víctor Hugo, Los miserables
1863 - Aldous Huxley, El lugar del hombre en la naturaleza
1864 - León Tolstoi, Guerra y Paz
Nacen Miguel de Unamuno y Toulousse-Lautrec
1865 - Octubre, Rimbaud entra en el Colegio de Charleville
1866 - Paul Verlaine, Poemas Saturninos
1867 - Muere Charles Baudelaire
1868 - Fedor Dostoievski, El idiota.
1869 - Rimbaud obtiene el primer premio de versos latinos en el Concurso Académico, con “Jugurtha”. Escribe “Los Regalos de los Huérfanos”
1870 - La “Revue pour tous” publica “Los Regalos de los Huérfanos” (primer poema conocido). Georges lzambart, su profesor en Retórica, le estimula y le hace leer poetas contemporáneos. El 24 de mayo escribe a Théodore de Banville (en dicha carta se encuentran sus poemas “Credo in Unam” devenido enseguida “Soleil et chair”). El 29 de agosto materializa su primera fuga. Llega a París donde es encarcelado ya que su pasaje de tren no valía. Se hace liberar por Georges Izarnbart, quien lo alberga en casa de unas tías, en Douai. A fines de septiembre lo hace regresar a Charleville. Diez días después —el 7 de octubre— Rimbaud se vuelve a escapar a pie por Fumay, Charleroi y Bruxelles hasta Douai donde nuevamente lo alojan las tías del profesor. En el camino escribe “La Maline”, “Au Cabaret vert Ma Bohème”, entre otros poemas. El 11 de noviembre, por pedido de su madre, la policía lo lleva de retorno a Charleville.
1871 - El 25 de febrero emprende su tercera fuga por tren, hasta Paris. Rimbaud se queda allí unos quince días y vuelve a pie. El 13 de mayo escribe a Izarnbard una primera carta sobre la videncia, el 15 le escribe a Paul Demeny la “Carta del Vidente”, y envía a ambos varios poemas. Entre agosto y septiembre se escribe con Paul Verlaine, quién lo califica de verdadero poeta y de vidente. Paul Verlaine lo llama a París y Arthur llega con su último poema “El barco ebrio”. Vive junto a Verlaine y su esposa, en casa de los padres de ésta. Frecuenta en París a Jean Richepin (escritor francés 1849-1930), Etienne Carjat (caricaturista francés 1828 -1906), Jean Louis Forain (Pintor y grabadista francés 1852-1931).
1872 - Rimbaud reside en París con Verlaine, quien se querella con su mujer. Retorna a Charleville. Después de escribir varios poemas (“Los últimos versos”), regresa en mayo a París, llamado por Verlaine, con quien parte hacia Bélgica en el mes de julio. En septiembre llegan a Londres (es probable que allí haya comenzado a escribir Iluminaciones) pero Rimbaud vuelve a Charleville en las cercanías de Navidad. La revista “La Renaissance littéraire et artistique” publica “Los cuervos”.
1873 - Desde enero hasta abril Rimbaud vive en Londres y cuida a Verlaine que se encuentra enfermo. El 11 de abril llega a Roche donde está su familia y comienza a escribir el Libro Pagano o libro Negro, que será después Una temporada en el infierno. El 27 de mayo vuelve con Verlaine a Londres donde pasan una vida de miseria y disputas. En julio Verlaine regresa a Bruselas para reconciliarse con su mujer. Rimbaud lo sigue, y el 10 de ese mismo mes le anuncia su decisión de irse a París. Verlaine lo hiere de un balazo, lo que le representa una condena de dos años en prisión. En Roche, Arthur culmina Una temporada en el infierno, impreso en Bruselas en el mismo año. Al no poder pagar la edición recibe sólo unos pocos ejemplares; los restantes fueron encontrados recién en el año 1915 (24 años después de su muerte) en el sótano de la imprenta, poniendo fin a la leyenda que Rimbaud los habla destruido. En el otoño se instala en París.
1874 - Desde la primavera, Rimbaud vive en Londres con el poeta Germain Nouveau. Allí permanecerá casi todo el año; escribe sin duda la parte más grande de Iluminaciones.
1875 - Desde Charleville, en enero, parte hacia Stuttgart con la intención de aprender alemán. Obtiene un puesto de preceptor. A fines de febrero se encuentra con Verlaine. Rimbaud va de Stuttgart a Milán, a pie. Repatriado por intervención del cónsul francés en Livonia, en otoño se encuentra nuevamente en Charleville. Continúa el estudio de las lenguas españolas, italianas, árabes, entre otras.
1876 - En abril se encuentra en Viena. En mayo se enrola en el ejército colonial holandés y es conducido en julio a Batavia, donde deserta al cabo de tres semanas. En agosto vuelve a Charleville.
1877 - Rimbaud reanuda en Europa su vida errabunda. Estando en septiembre en Marsella se embarca hacia Alejandría. Enfermo, es llevado a Charleville.
1878 - Tras una breve estadía en Hamburgo, Rimbaud parte a pie hacia Italia. En noviembre se embarca hacia Alejandría. En diciembre está en Chipre —cerca de Larnaca— donde dirige una cantera.
1879 - En junio, estando enfermo, vuelve a Roche.
Henrik lbsen, Casa de muñecas
1880 - Nuevamente va hacia Chipre, de allí hacia Egipto y más tarde recorre los puertos del Mar Rojo. Obtiene un contrato en Aden; luego el 13 de diciembre llega a Harrar, Abisinia, donde trabaja para la firma Berdey, que comercializa café y pieles.
1881 - Rimbaud permanece en Harrar.
Alfred Tennyson, La copa
Oscar Wilde, Poemas
1882 - Walt Whitman, Redobles de tambor
Antonio Gaudí, La Sagrada Familia.
1883 - Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra (partes I y II)
1884 - Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra (partes III y IV)
Mark Twain, Huckleberry Finn.
1885 - Guy de Maupassant: Cuentos del día y de la noche.
1886 - Sin que Rimbaud lo supiera, son publicadas las Iluminaciones
(I al XXXVII) en la revista La Vogue (200 ejemplares).
1887 - La operación de venta de armas fracasa: Arthur no recibe paga.
1888 - Hasta el año 1890 dirige una fábrica en Harrar e interviene
en varias otras operaciones comerciales.
1889 - Herman Melville, Billy Budd. Muere Robert Browning
Mark Twain, Un yanky en la corte del Rey Arturo
1890 - Oscar Wilde: El retrato de Dorian Gray.
Emil Zola, La bestia humana.
Muere Vincent Van Gogh
1891 - En febrero, Rimbaud sufre malestares en la pierna derecha que él atribuye, según una carta enviada a su hermana Isabelle, al frío de Harrar, a largas caminatas de 15 a 40 kilómetros diarios y a "cabalgatas insensatas por las abruptas montañas de la región". En marzo lo llevan a Zeilah en una litera diseñada por él mismo y de allí a Aden desde donde poco después vuelve a Francia. Es hospitalizado en Marsella y el 22 de julio le amputan su pierna derecha. Desde julio hasta el 23 de agosto permanece en Roche pero su salud se agrava y parte con Isabelle hacia Marsella nuevamente para ser hospitalizado. El 10 de noviembre, poco después de cumplir los 37 años, muere Arthur Rimbaud en el Hospital de la Concepción.



POEMAS

Adiós

¡Ya el otoño! —Sin embargo, por qué añorar un eterno sol, si estamos empeñados en descubrir la claridad divina,— lejos de los que mueren con las estaciones. Otoño. Nuestra barca, alzada en las brumas inmóviles, se orienta hacia el puerto de la miseria, la enorme ciudad del cielo manchado por fuego y lodo. ¡Ah, los andrajos podridos, el pan mojado en lluvia, la ebriedad, los mil amores que me crucificaron! ¡Jamás terminará pues, esta reina devoradora de millones de almas y cuerpos muertos y que serán juzgados! Vuelvo a verme, carcomida la piel por el fango y la peste, cabellos y axilas repletos de gusanos, y más gusanos todavía en el corazón, yacente yo entre desconocidos que no tienen edad ni sentimiento... Hubiese podido morir...

¡Atroz Evocación! Execro la miseria.
Y temo el invierno porque es la estación del confort!

A veces veo en el cielo playas sin fin, cubiertas de blancas naciones jubilosas. Un gran navío de oro agita, por encima de mí, sus pabellones multicolores en las brisas de la mañana. Yo creé todas las fiestas, todos los triunfos, todos los dramas. Procuré inventar flores nuevas, astros nuevos, carnes nuevas, idiomas nuevos. Creí adquirir poderes sobrenaturales. ¡Y bien, debo sepultar mi imaginación y mis recuerdos! ¡Hermosa gloria de artista y de narrador perdida!

¡Yo! ¡Yo que me califiqué de mago o de ángel, dispensado de toda moral, soy devuelto a la tierra, para que me busque un deber y abrace la rugosa realidad!
¡Campesino!

¿Estoy equivocado? ¿Sería la caridad, para mí, hermana de la muerte? En fin, pediré perdón por haberme nutrido de mentiras. Y andando. Pero, ni una mano amiga! ¿Dónde obtener ayuda?

Sí, la nueva hora es, por lo menos, muy severa.
Porque puedo decir que obtuve la victoria: el rechinar de dientes, los silbidos de fuego, los suspiros pestilentes, se moderan. Se borran los recuerdos inmundos. Mis últimos pesares se desvaneces —celos por los mendigos, los Bandoleros, amigos de la muerte, los retrasados de toda especie.— Condenados, ¡si yo me vengara!

Es preciso ser absolutamente moderno.

Nada de cánticos: conservar lo adelantado. ¡Dura noche! ¡La sangre seca humea sobre mi rostro y nada tengo por detrás salvo ese arbolito horrible!... El combate espiritual es tan brutal como la batalla entre hombres; pero contemplar la justicia sólo es placer de Dios.

Entretanto es la víspera. Recibamos todos los influjos de vigor y de real ternura. Y en la aurora, armados de ardiente paciencia, entraremos en las ciudades espléndidas.

¡Y yo hablaba de una mano amiga! Es una buena ventaja poder reírme de los viejos amores engañosos y cubrir de vergüenza a esas parejas mentirosas —he visto allá el infierno de las mujeres;— y podré poseer la verdad en un alma y un cuerpo.
abril-agosto de 1873


De Rimbaud:

• Si siempre hubiese estado despierto, yo bogaría en plena sabiduría.
• El primer estudio del hombre que quiere ser poeta es su propio conocimiento entero.
• Digo que es preciso ser vidente mediante un largo, inmenso y sistemático desarreglo de todos los sentidos.
• Mi superioridad consiste en no tener corazón.
• La honestidad de la medicina me llena de dolor.
• ¿No tuve una juventud heroica y fabulosa, digna de ser escrita en láminas de oro, fortuna inaudita?
• Yo hubiera podido morir en Africa, roído por el fango y la peste, con el cuerpo lleno de gusanos y rodeado de desconocidos sin edad y sin sentimientos.
• Apreciemos sin vértigo la dimensión de mi inocencia.

Sobre Rimbaud:

El hombre de suelas de viento. Es inútil perseguirlo. Tal es su velocidad que nadie lo alcanzará jamás. Ni yo lo pude alcanzar mediante el crimen.
Paul Verlaine

Si Rimbaud sobrevive a las fluctuaciones de la moda, se lo debe a la gratuidad de su crueldad, a su cirugía demoníaca, a la generosidad de su hiel. Lo que le permite a una obra durar, lo que le impide envejecer es su ferocidad.
Emil Cioran

Escribir no fue jamás para Rimbaud otra cosa que un medio; un medio para desembarazarse de su alma, de proyectar fuera de sí el mal maravilloso que lo aquejaba.
Jacques Rivière

No es un ser, es un impulso: el tránsito aparecido-desaparecido de un impulso puro,
Roger Mounier

Texto agregado el 19-05-2005, y leído por 1000 visitantes. (0 votos)


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