¿Te das cuenta que por más truculento que seas jamás llegarás a ser el que soy?
Mis manos ensangrentadas lo dicen todo casi sin profesar testimonio alguno. Yo he sido siempre el más siniestro, el mayor de los odios atesta en mi alma y todo acto amenazador en la historia ha sido planeado por mí.
¿Pensaste que quizás podías ganarme en esto? ¿Que clase de credulidad fue la que te convenció de ello?
Y es que no solo he sido testigo y responsable intelectual de todos y cada uno de los asesinatos en mi tiempo efectuado, también fue mi sed de envidia y venganza la que se sació con sangre de inocentes y culpables.
Los que me adoran lo saben, los que me aborrecen lo temen y los que no creen lo sospechan. Soy el mal, soy el peor sentimiento, soy el que no soy.
¿Acaso creíste ser más violento que yo?
Te aseguraste que las heridas causadas por vos sean eternas y dolorosas, pero yo he sido más efectivo, maté sin compasión ni segundos de gracia, he traído conmigo a quienes lo merecían y dejado a tu merced a los llamados 'cándidos'.
Ahora me aferro a mi poder para proclamar el Apocalipsis, exigir mi tiempo de reinado.
Que a nadie se le ocurra renegar de mis actos, ni Dios tiene el poder de ello.
Lucifer, se nota en tu ingenuidad que alguna vez fuiste ángel… Ahora soy yo el dueño de las llamas.
George W. Bush.