IDENTIDAD.

por: Calara





Soñé que estaba solo en una isla;
sin personas ni vida manifiesta;
preguntéme en ese instante quién yo era
y me quedé perplejo: sin respuesta.

Pensé: "Tan sólo existo en mi conciencia;
porque nadie de mí tiene constancia".
No tenía ni un espejo que mintiera
compañía a mi huérfana arrogancia.

Estaba vivo; pero me sentí muerto.
En esa soledad yo comprendí
que no soy nadie en un lugar desierto
si no hay otro animal con quien vivir.

Entonces desperté y vi a mi lado
durmiente y hermosa a mi consorte;
y descubrí que junto a ella soy su amado,
su esposo y compañero; luego: su hombre.

El sollozo de mi hijo allá en su cuarto
me recuerda que también soy su papá
y me siento muy feliz de acariciarle
porque mi mano le da seguridad.

Al salir de la casa a mi destino,
contento y bien dispuesto a trabajar,
hallé que en mi ciudad yo soy vecino,
soy cliente, compatriota y mucho más.