Porque la quería la dejó partir una mañana
que se volvió mas fría aunque aún la quería.
Porque la necesitaba la dejó de ver como un objeto
y la dejó volver de vez en cuando aunque se le rompían las tripas.

Porque la extrañaba dejó de escribirle poemas una tarde,
cortó unas rosas y las puso en un florero y dejó que se marchitaran.
Porque la imaginaba decidió cerrar por siempre los ojos
y dejarla presa en su cabeza para no verla caminando por las salas.

Porque la lloraba decidió beber hasta la inconciencia todas las noches
y así ensalzar su figura desfigurada y su recuerdo distorsionado.
Quiso llevarla a pasear, quiso invitarla a salir
y tatuó su nombre en las barras de los bares donde la llevaba, en el recuerdo.

Porque la dejaba decidió quererla, extrañarla, imaginarla y llorarla
para ver si así volvía, para ver si ya no se equivocaba.