La burbuja de la complacencia se filtra entre estos poros de humanidad que nos hacen tan herméticamente transpirables, vacuos. Creemos que al conseguir echar un vistazo al cielo entendemos algo de lo que vemos. Que al avanzar en los campos de la ciencia y la tecnología, de la medicina, estamos salvando y conociendo algo que merece la pena ser salvado, y conocido. El error continuo, del que nunca vamos a saber salir, estriba quizá en que valoramos todos esos avances de una manera unilateral, aislándolos de un conocimiento generalizado de otras disciplinas del pensamiento. Ya hemos llegado a un punto en el que se vende todo lo que existe y hasta lo que no existe. El unico valor para esta sociedad "desarrollada" es un fajo de papel cuyo peso tiene una relacion directamente proporcional con quien eres. En realidad, valorar los desarrollos tecnológicos olvidándonos de los conceptuales, metafísicos, éticos...es sólo una consecuencia de este sobrepeso de carga que le damos al dinero.
Pero todo está en el aire, posible lector. Todo flota contigo en el aire que respiras. Y te contamina, como a mi. Sólo desde la consciencia de este mal que ninguna medicina sabe curar, podemos -los que queremos- disociarnos de este puto tumor existencial, que nos hace a veces creer que nada tiene sentido.. tenemos todos que extirpar este veneno que nos corrompe las entrañas de la mente...