| Tu mirada  
 Eran las seis de la tarde y la sangre seguía saliendo…
 No se cuando llegó la luz de mi sombra, solo sé
 Que habían gritos y gentes mirándome como se mira el vacío
 El corazón respiraba lento y mis manos dormían en el barro seco
 Y sin lograr mirarte mi alma ya se estaba yendo.
 
 Se escuchaban sirenas negras como se escucha la muerte,
 Cada vez más cerca, y mi corazón no podía verte;
 Mi  vida era un cuerpo quieto asumiendo su derrota
 Sin embargo mi alma veía tus ojos sin más luz que el recuerdo,
 Sin más brillo que el sol en la tarde muriendo.
 
 Era tan fresco sentir el final que sentía tus manos sobre mi pecho
 Tus cabellos cubriendo mi rostro y el viento que solo levantaba polvo,
 Era tierno sentir como llegaba la muerte y como respiraba lenta la vida
 El silencio eran tus labios y mi esperanza eran tus ojos
 
 Aun te recordaba fría y taciturna, como las noches cóncavas quietas,
 Como se recuerda el piélago cristalino de cruces eternas
 Allí estaba yo burlando las estrellas lerdas y cantando a los planetas,
 Que vida tan breve respira tu fuente eterna, o cruz arcana
 Que heriste el corazón del mundo sin condenar mi alma.
 
 Y seguía la sangre saliendo por las esquinas vivas
 La sombra era un otoño fresco que gemía
 Donde Aletargaba el tiempo una rebelde agonía
 Que a cada vuelco del viento tu mirada yo sentía
 Era cierto, ya había un cadáver muerto entre los follajes clandestinos.
 
 Los follajes de tu silencio eran siempre tus gritos
 el llanto perverso de los vivos era siempre mi muerte
 una luz tenue que respira tus recuerdos
 era mi voz que en silencio eterno llamaba a tu mirada
 era la muerte evocando a la vida, era mi poca vida sin volver a verte.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Infinito
 
 
 Eras tu dormida bajo la sombra de lo inmenso
 Eras la luz que pierde su noche con luna
 Como aquella vez que perdí en algún rincón mi corazón muerto
 Y tú diciéndome que habrá día negro que vengan por mi pobre alma.
 
 Tal vez entre las brumas escuchaste un prolongado silencio
 Donde tu me hablabas despacio para no despertarnos del sueño,
 Y que despacio se escuchaba tu voz siempre apagada
 La música eterna de mi infinita devoción.
 
 
 
 Vacío
 
 Una luna callada refleja
 Los geranios tristes y el viento
 Que dibuja en círculos al tiempo
 Cuyas agujas respiran tu recuerdo
 ¡Qué extraño zumbido tiene la noche!
 Las espuelas de acero cubren tu cabeza
 Quieta y coronada de olvido
 Las sombras son luces y los témpanos
 Pequeños castillos de arena;
 Pero la noche sigue su cantar extraño
 Que despierta la congoja, que adormece mis sentidos,
 La noche esta quieta, quieta esperando en su vacío
 Alguna vana respuesta`,
 La muerte lenta y fría,
 Tu silente corazón que va durmiendo.
 
 Así recorre el tiempo
 Sus hojas secas del olvido,
 Así mueren las sombras
 Dejando el corazón herido,
 Y el vértice moribundo
 Cae sin dejar rastro alguno.
 
 Así es, todo termina callando,
 Las veredas añejas,
 Las tres de la mañana,
 Bajo el puente dormido,
 Despierto sin castigo
 Y mis ojos despiertan con el sol.
 
 
 
 De muerte y amor
 
 Siento que tengo ganas de ti
 De tu silencio por las mañanas y la eterna palabra de las noches
 Como sueños cubiertos por inmensas mantas negras
 Blancas a veces como la luz de lejanos días pasados
 Secreta como pequeñas estrellas
 Tan lejana como mis manos están de lo más querido
 
 Siento que tengo ganas de abrazarte
 Sin tristeza y sin melancolía
 Como aquellas tardes calidas de un verano perdido
 Donde todo fue diferente
 Donde el viento soplo aun más fuerte y trato de llevárselo todo
 Y regarlo sin piedad por los rincones grises sin nombres.
 
 Eras tu sin sombra bajo nuestro cielo
 Con las palabras que respiraban nuestro aliento
 Imagen perdida de la oscura celda
 Que guardaba las horas sin tiempo y minutos paso a paso
 Que curiosa es la vida cuando se lo decide
 A veces gris como todo
 A veces roja como la sangre
 A veces verde como el grito
 A veces azul como la inspiración
 A veces negra como el abismo
 A veces tan blanca como mis tormentos.
 
 Eras tibia y otra vez sin sombra
 Las palabras solo penas que gritan los fantasmas
 El dolor es como el castigo que imagina el amor
 Las lágrimas solo hierven cuando son por amor
 Y queman el rostro como ácido que descubre lo cubierto
 Solo una careta triste que gobierna nuestros días
 Dime porque será así el zumbido de un insecto
 Que despierta el sueño más hondo
 Que duerme las tardes sin cansancio
 Es tan verde como mis gritos
 Y tan azulada como tu muerte
 Sabes que la razón mira con hipocresía
 Solo el escucha lo que grita el corazón que es más sincero
 Así el verano será aún más glorioso
 Con batallas perdidas y guerras que saben a cadáver
 Así las sombras serán blancas sin descubrir la noche
 Y tus ojos tan dulces como cuando mirabas el abismo de tus penas
 Así serán las imágenes sin formas
 Como todo suele ser cuando el sol gobierna
 El odio aumenta cada vez más…
 Algo inevitable como el agua para la vida
 Es sin miedo como cuando te digo me muero y respiro que te amo
 Es tan secreto cuando digo te quiero
 Y tal vez no responda la vida como si responde sabiamente la muerte
 En crisoles desolados sin contenido más que el aire
 Que vierten la nada sobre mi cabeza perdida
 Como es cuando se tiene tan cerca lo que lejanamente va muriendo
 Como se siente la muerte cuando todo esta perdido
 Como esta perdido cuando todo va muriendo
 Y como la muerte es tan sabia cuando todo va perdiéndose
 Es difícil pensar como serán los tiempos luego
 Cuando recién descubres nuevas formas de ser atormentado
 La poesía vibra cada vez más rápido
 Y tu voz va apagándose como la luna va muriendo por el sol.
 Como la muerte me responde cuando lejos te encuentro
 Sin decirte amor, sabes que lo nuestro solo la luna
 Lo sabe iluminar, y como decirte que sin ti el aire pararía de surcar
 Y la muerte fuera un buen refugio.
 
 
 
 
 Agosto sin miedo
 
 Era cierto, tu voz iba tornándose dócil como el eco que no encuentra abismo ni viento
 Era mil veces cierto, que los montes respiraban angustia y los ríos empujaban el olvido,
 Empujaban sangre y lodo, y el hombre sin fuerzas solo callaba, solo callaba, solo…….
 La tierra concentrada de muerte alimentaba la vida solo de espasmo y de agonía
 Todo iba perdiendo el colorido ferviente de nuestras henchidas lamas dolorosas
 El cántico verde del sol amarillo con el cielo celeste y el barro vivo en el rostro
 Como perder la expresión tan pronto y tan lento como tu llegada cristalina
 Como ser de lodo cuando caen las lluvias sin destino y como ser de piedra redonda
 Como la luna lejana que mira triste la poética sin alma cuyo rostro se va olvidando
 Y el hombre solo callaba, solo callaba el hombre, solo callaba, solo…..
 Sin ojos mirabas el límite secreto de los asesinos y de la muerte tan próxima
 Y como quemaba el sol de aquella tarde que ardía por tu presencia
 Como ardía aquella tarde de la memoria donde el hombre solo callaba
 Sin ojos y sin labios, la vida iba siendo solo silencio sombrío que rasguñaba nuestras espaldas así como rasguñaba la piel aquellas lanzas con fuego
 Era todo menos el hombre que callaba sobre sus pies cortados
 La mirada apenas descubría el ruido de tinieblas que inspiraba tormentos
 Y nadie sabía por que el hombre callaba, ni sus sombras tenías corazón
 Ni razón, el silencio era la noche infinita de los que hablaban y hacían ruido
 Entre clemencias disminuidas por el sol que quemaba la tierra y consumía el lodo
 El mar solo era un charco de sangre que la lluvia alimentaba como alimentan las lagrimas que suspiran el retorno de lo que nunca podrá volver sobre estas latitudes
 Y como era el llanto de los montes y como el color del día que moría en sus acuarelas
 Las ruinas temblaban y nadie salía de sus casas, el viento cada vez más fuerte respiraba lo incierto de lo inesperado, como si fuesen huracanes que levantaban el alma de la misma tierra y ciclones que despertaban a las ánimas fundidas en la memoria
 Y el hombre rompió el silencio, como se rompen las cadenas vivas de la injusticia,
 La gente salía de sus casas y aprendían a decir “agosto sin miedo”, tantas veces como años fueron los de suplicio “agosto sin miedo” hasta romper los espejos del cielo
 Como un ritual más donde se calcina al hombre que callaba
 Creció el ruido, los brazos, los labios, los pies, la mirada era silente para despistar al enemigo y el puñal bajo el refugio del momento sin olvido
 El río crecía y crecía como el sol que nunca se apaga, era ensordecedor como las rocas del cielo retumbaban sobre el largo cementerio que crecía junto con el río
 Todo era ruido de voces lastimeras y de voces victoriosas
 Pero el hombre ya no ocultaba su corazón colmado de mar, era tan infinito como suele el cielo y tan cargado como suelen ser las nubes de los montes
 Y todo fue cayendo, la tarde, el sol, la luna, el hombre, el ruido, el río, la acequia de cristal, la mujer que luchaba, el niño que cantaba con el rifle, el cura que rezaba, la monja que paría sus pecados, todo caía, todo se derrumbaba, la sombra quedo suspendida y el crisol solo contenía sangre
 La victoria sabía a muerte, la derrota sabía vida, pero el hombre siguió cantando por los montes, junto con el rifle, junto con su alma, junto a su mujer muerta, junto al suplicio de vuelta, y nadie se dio cuenta que la sombra solo era la noche y el silencio una pequeña estrella, hasta que todo cambió antes que amanezca, y regresaron a sus casas a seguir sobreviviendo.
 
 
 
 
 Letanía de una nostalgia
 
 
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Nunca viste mi corazón y nunca supiste de mí
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Nunca viste mi sombra por el patio donde moría el sol
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Por las noches eras callada y el día era solo tu voz
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Siempre me decías que no como negando mi vida
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Ahora si me vieras como estoy sin alma y sin corazón
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Siempre me alegraba en ver tu rostro que marchitaba
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Siempre tu tan risueña sin sonrisa para mi
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Sin embargo llore como el cielo en invierno
 Te recuerdo, si te recuerdo como eras
 Nunca te quise pero cuanto te ame
 Nunca te ame pero cuanto te quise
 Yo era sombra y tu solo luz
 Mi voz secreta y tu voz solo canto
 Ahora solo quiero irme de esta tierra
 Morirme como todo va muriéndose
 Lloro, y espero que cuando me encuentres
 Seas como te recuerdo
 Así como eras
 Abuela.
 
 
 
 
 
 
 
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