Esta mañana se ha secado la lluvia de mis ojos, he visto el amanecer desde mi cama ancha.
Toda la noche peregriné entre la locura y el llanto, los fantasmas me acompañaban y la muerte, me llamaba, mientras se reía. Te extrañaba.
Con el vino te busqué entre mis recuerdos, en mis sueños. Con la borrachera te amé. Hicimos el amor desprolija y salvajemente. No pregunté tu nombre y no te conocía, tampoco tu lo dijiste. La borrachera pasó y te habías ido con ella.
¿Fuiste un sueño, mi delirio, o a caso la muerte enamorada?
Se ha secado la lluvia de mis ojos, desde mi cama ancha he visto el amanecer y ahí veo, unos trapos negros sobre el sillón y en el piso unas botellas vacías, medias, zapatos y una guadaña partida en dos.