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		| Nos vamos a cenar al solpero deja, yo no tengo hambre, no quiero comer
 y cuando os marchéis os brindaré una sonrisa profident
 con mi marchita rosa aún en mi pelo.
 
 Pero Alejandro se ha marchado
 y con él también Siso y Chevis, Lipe y todos los demás
 Y ahora no se donde estoy en mitad del mundo
 sólo y con los ojos enramados. Necesito dormir.
 
 Me permito la licencia de marcharme para casa
 y ni siquiera dar un toque como era costumbre en mí
 pero me da igual ya todo y como bien decía Nacho
 ahora dime con respecto a qué eres feliz?
 
 Todo esto es un absurdo psicológico
 o un absurdo tan real como yo mismo
 casi ni me había dado cuenta antes, Oh Dios mío!
 Que el aquí presente en pie se había ido.
 
 Rueda el mundo ruedo yo por mi camino
 y el alcohol transcurre en su inescrutable curso.
 Me dedico dos canciones a mí mismo
 y el resto se lo dejo a todos los demás.
 
 Pero que voy a hacer cuando todo termine
 y sienta que todo comienza de nuevo
 ante un mismo espectador que todo había visto
 y se aburre de visualizar otra vez
 el hastiazo del mundo por una pendiente infinta
 que termina cantando ja ja ja ja en un eterno abismo
 donde el negro se vuelve más negro
 y no es noche ya si no es nada
 y nada es todo y sin sentido
 me río.
 
 Me río de todo, de tí y de mi mismo.
 Me río del mundo y del sinsentido
 de amar sin amar y de odiar sin ser visto
 
 Del sol y del cielo y también del infierno
 de Dios y del diablo y de todos los muertos
 del maldito y olvidado cementerio.
 
 Di mi alma y mi vida, de esta mentira
 del arroz a la cubana y de mi familia
 y del aire y del humo y de la naftalina.
 
 
 
 Del alcohol y la plata y el LSD
 de aquella sonriente mamá y de su querido bebé
 y la pútrida plaza donde los encontré.
 
 Del árbol y todo cuanto hay a mi rededor.
 De mi enfermizo onanismo y de esta canción.
 De mi muerte también, hoy me río de... yo
 
 no volveré a hacer nada previo sopesamiento
 de las consecuencias que se derivaren
 de haber cometido el crimen del siglo.
 Hoy me he suicidado pero aún sigo vivo.
 
 La flor la he guardo dentro del cajón
 no quieras cogerla, sería peor.
 Deja que me duerma aunque con el olor
 de la rosa marchita en putrefacción.
 
 Y ahora estoy tan cansado como un sauce llorón
 llorando tan triste por el amor de Dios
 que es incierto que esto mancille mi honor
 si sólo me estoy riendo de todo.
 
 Y de las nubes que tapan las estrellas esta noche
 y de la luna que no brilla por nadie esta vez
 sino por todos los que no son nada más que polvo
 y como polvo volverán a nacer otra vez.
 Y de la manía estúpida de escribir tonterías en papel
 para que nadie las lea pues no se pueden leer.
 Y de que todo cuanto siento sea imposible de escribir
 y de toda esta mierda y este semen de existir
 pues el semen es el asco de la vida.
 El semen es el asco de la vida.
 Y como semen todo terminará
 Eyaculado en algún sucio hostal de carretera
 para engendrar en el vientre de una puta
 a una nueva criatura la más triste del mundo.
 A un maldito hijo de puta en todo su sentido.
 Culpable y arrepentido de haber nacido.
 Finalmente el crío termina igual:
 engendrando a otro hijo de puta en otro sucio hostal.
 En semen se convertirá.
 
 Sin embargo y que no siente precedente
 hoy me río del mar.
 
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Texto agregado el 20-06-2005, y leído por 152 
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