| Las pistas, tan estrechas Tan anchas
 Las calles tan oscuras
 Tan iluminadas
 
 Las caras, tan felices
 Tan tristes
 
 
 Los días, tan largos
 Tan veloces
 
 El despertador de nuevo
 Otro día
 De ir en esos carros apretados, en  anchas y estrechas pistas
 Viendo esos felices o tristes rostros
 Salgo, tan temprano,  pareciese que aun, no amanece.
 
 El caprichoso, clima de nuevo, nos confunde...
 El optimismo, de nuevo, nos confunde.
 
 Bueno será otro día más.
 Será lo que tenga que ser
 Ah los relojes, siempre marcando, su presencia recordándome,  ¡volverás a llegar tarde!.
 ¡Caramba!, mis excusas, ya no resultan, convincentes.
 Pero, no miento, al decir, que no fue mi intención.
 
 Ni modo, el siempre, se enoja,
 Ni modo, yo siempre, le sonrío
 
 La guerra, mañanera con el reloj
 Con el transito
 Y sobretodo con el mal humor….
 
 |