20.agosto.2005 / 01:58 am

Me mueve la quietud de la noche
Con sus mil cabellos de fuerza
Llevándome a letras del olvido
Con mi resistencia y su impaciencia
Como con una sentencia a cuesta.

¿Quién fue poeta de gotas, verdades y estrellas?
La noche me cuenta despacio, con su voz de noche
Que nadie a besado sus plateados zapatos.
Ni aun arrancaron del todo sus impresiones.
No pudieron robarle la inocencia,
Por más que esté desgastada y vieja.

Me clava la mirada, con sus ojos de noche
Negros y profundos, que ven tantas cosas.
Me escudriña la noche, me corrije.
Me hace jurarle confidencialidad.
Lo juro.
Me corona poeta de la noche, de mi noche.
Me sonríe, me recuerda, y se va.

Esta declaración de no olvido
Va cayendo lentamente como
si se desvanecieran poco a
poco las palabras, como
si se quebraran las
letras inútiles
de tanto ser
miradas.
Pronto
Se ve
El
F
I
N
.

2:11 am