Cómo ha cambiado mi vida esta semana... desde el viernes pasado en que entraste profundamente a mi vida...
Al principio fue todo muy tenue... muy vaporoso... muy cordial... muy de amigos...
Poco a poco nos fue ganando terreno (a los dos, ya que ninguno esperaba eso) una sensación nueva (nueva?)... extraña (o no tanto)... que nos ha calado hondo a los dos...
Pero... tiempo al tiempo... no quememos nuestras naves (todavía)... tenemos mucho que conocernos... que saber de nosotros... de nuestros gustos... de nuestras inquietudes... de nuestras esperanzas... de nuestras ambiciones...
Si todavía no sé qué gusto de helado prefieres ¿cómo voy a soñar con algo más profundo?... ¿estoy demente?... ¿estoy loco?... ¿he perdido toda relación con la realidad?... aunque... ¿es tan importante el gusto del helado?...
Sólo sé que cada vez pueblas más mis pensamientos... no solamente por la noche cuando sueño contigo, sino durante el día en el que veo tu cara en todos lados...
¿Será algo pasajero?... ¿Será que la primavera del hemisferio sur hace reverdecer mis anhelos?...
¿Te quiero?... ¿Te amo?... De que te quiero no tengo la menor duda... pero ¿amor?... ¿Qué es el amor?... Si es una sensación de vacío... de falta del complemento... de alegría al ver al otro... de poder pasar horas y horas juntos, aunque más no sea intercambiando pensamientos profundos... ¡estoy enamorado!...
Y me alegro de que sea contigo...