Sumergida en el mundo de intolerancia las ideas se repelen en mi ser, ya no sé que pensar, la neurótica mordió el dedo de un enfermo y este la felicito con un viaje a MADRID, te parece absurdo lo que ves, más para mí, lo más absurdo es vivir es como una poesía triste y sin fin ...

Lo suelo hacer no tan seguido sólo en momentos complejos cuando cada una de las células se desintegran de mí, entonces es el momento preciso para tomar una pluma y trazar algunas figuras que después me hagan reir, no sé si llegue a entender mi capacidad racionalidad, sólo se que me gustaría a menudo sonreir...