| Te has caído de mis brazos.Te has ido por tu cuenta.
 Me llenaba de tus abrazos.
 Tu mirada en mí, atenta.
 Mas, ya no vive ése lazo,
 que teníamos en noches como ésta.
 
 Tu aroma, tu piel de seda.
 El amor, la nostalgia,
 para siempre se quedan.
 El hambre de ti, el ansia
 y la demencia en mi no cesan.
 
 Piedra incandescente que incrustada
 en mi corazón revive los momentos.
 De tus lagos, tu ojos, amada,
 que marcarían en mí, tormentos.
 Cuando enterrabas tu mirada,
 en éste solitario cuerpo.
 
 Quiero y no quiero que tu rostro
 se desvanezca en las tinieblas
 de mi locura, poco a poco,
 al verte, amada, que te alejas,
 dejándome solamente solo.
 
 Yo ya no soy más que el pétalo
 que de las flores de tu memoria cae.
 Yo ya no soy más que el pétalo
 que moribundo en tu olvido yace.
 |