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Ese once.


Entonces,
iremos a despertar a nuestros muertos
con la vida que ellos nos legaron
y todos juntos cantaremos
mientras conciertos de pájaros
repiten nuestro mensaje
en todos
los confines
de América.
(Gioconda Belli)

La noche transcurrió lenta, el aire pesado, últimos días de invierno, inicio de primavera de 1973, una llovizna cae sobre Santiago.


A las 7 de la mañana y sin oír noticias Pedro se levanta para salir al trabajo que queda en la otra esquina de la ciudad, las micros que llevan a los obreros a las distintas industrias pasan llenas, algunos cuelgan de las pisaderas afirmados de las manillas, en la esquina, la secretaria de la planta le llama y dice:
- “No vayas a la pega hay algo raro, movimiento militar dice las noticias, parece “golpe de estado”.
Regresa a casa y dice a su compañera que quizá no regrese a casa por el día y no sabe cuando pueda volver.
- Oye radio, hay problemas dicen, escucha las noticias, la cosa está grave
-Pasaré por la Federación y luego iré a Cerrillos, dicen que es Golpe, cuídate
De ahí en adelante cuidarse, buscar los lugares de trabajo y luego seguir impulsando la defensa del Gobierno, en el local comunitario hay un cartel que anuncia “Vecinos; comunicamos que este jueves 13 llegará leche, azúcar, fideos y harina para ser vendidos en esta junta de vecinos”.



En el cielo ve volar una cantidad inusual de helicópteros y aviones militares y policiales, por las calles pasan raudas camionetas armadas ametralladoras y milicos con la cara pintada y una banda blanca en el brazo derecho.


No puede ser tan grave la situación, ¿quizás allanamiento en algún cordón industrial? Se dice mientras camina.

La Ley de Control de Armas ha sido una herramienta para reprimir a los sindicatos dirigidos por las fuerzas que apoyan al Gobierno, cada día se oye del allanamiento a alguna Industria, centro de estudios o población popular buscan armas, en pocas partes han encontrado una que otra pistola o escopeta para la autodefensa. Mas que una medida de mantención de orden ha sido provocaciones en contra de la Unidad Popular que mantiene en alto aquella consigna de “No a la guerra civil”


Tantos años para llegar a este lado del largo camino (es el pensamiento al ver pasar y pasar militares) el sueño de Recabaren y Allende se comenzaba a hacer realidad, los niños tienen su medio litro de leche al día, los trabajadores van a la Universidad a completar su educación. El país requiere de nuevos profesionales y el Estado ha asegurado estudiar, ya no es como antes que solo algunos llegaban a la universidad, hoy, son los capaces con o sin recursos económicos quienes acceden a la educación superior gratuita.


Siguen pasando camiones y camionetas cargadas de milicos, van con sus caras pintadas para no ser reconocidos. En las micros y calles hay incertidumbre y temor, algunas radios hablan de levantamiento marinero en Valparaíso, de “pronunciamiento militar”. Menudo nombre para un Golpe de Estado.
Los rostros de la gente son oscuros ¿Qué vendrá? Parece ser la interrogante de cada ser que se cruza en la calle.


Hacia el sur de la capital está la casa de la madre de Pedro, allí el tiroteo es fuerte, está en pleno cordón industrial San Joaquín, desde las industrias algunos obreros disparan hacia el cielo.


A esa hora la chica se coloca pantalones, su poncho negro con ribetes rojos e inicia su andar, su rumbo “La Legua”, allí, en la casa partidaria se reúne con el mono Canales y el Pedro Rojas.


La lluvia sigue cayendo, se oyen marchas militares, Lily Marlén, Los viejos estandartes, Radetsky y otras, emiten desde las radios de propiedad de connotados derechistas y de organizaciones complotadoras, las radios del gobierno y de los partidos de izquierda van siendo acalladas, la Magallanes es la última que se apaga, repite el discurso del Presidente. Dice que no saldrá vivo de la Moneda, pide que el pueblo se mantenga unido, que no haga sacrificios en vano.


Las balas ciegan vidas en todo el país, la incertidumbre se va transformando en temor, habla el comandante de la Fach y dice algo de “extirpar el cáncer marxista”, aparece el rostro de los cuatro generales que se han alzado en contra el gobierno popular.


Allí en la Calle Alcalde Pedro Alarcón, en el corazón de La legua conversan los jóvenes militantes de izquierda, llegan otros que se suman al coro que habla de como defender la población, se miran hay tanto dolor y rabia en sus caras. Ven que lo que se avecina es fascismo.


Se inicia una cadena de rumores que cada cual quisiera sean ciertos, se dice que un general patriota viene con gente desde el sur a defender al gobierno, pero, en el aire vuelan los pájaros sembrando balas en todos lo rincones.
Los jóvenes se meten a la casa partidaria, algunos quedan mirando lo que sucede mientras se discute de como parar a los golpistas.
Alguien dice que los militares democráticos entregarán armas para defender al gobierno.


Se oye la Radio Magallanes, propiedad del PC, repite el discurso del Presidente que dice “Y abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y su futuro”.


La radio es bombardeada y ametrallada para acallarla, allí en ese instante se apaga la voz de Salvador Allende.


El presidente con sus guardias defiende La Moneda, hay un ultimátum para que entregue el Palacio de Gobierno, si no lo entrega será bombardeada por aire y tierra.


En La Legua más gente sale a la calle, hay dolor en los rostros proletarios. Los cuatro o cinco jóvenes comunistas se juramentan a luchar a como de lugar, la decisión ha sido tomada de ahí en adelante nada es conocido.


Los que saben disparar enseñan teóricamente como hacerlo. Piensan que en algún lugar hay armas que serán entregadas para defenderse.


Las radios de derecha inician la gran mentira para desinformar, dicen que en el país hay 10.000 guerrilleros extranjeros, al menos en La Legua no se ve ningún extranjero, en otras comunas y en el país tampoco se ven, se habla de un Plan Z destinado a matar a todos los opositores, se miran, nadie sabe de ese plan Z. Se preguntan ¿si alguien tiene alguna arma?, Nadie de los presente tiene alguna pistola siquiera. -Ya llegarán- dice uno.



A media mañana, llega a la Plaza Salvador Allende un dirigente de un partido de izquierda, invitan ir a buscar algunas armas que hay por allí escondidas, no hay vehículo, alguien toma por la fuerza el carro de la Compañía de Bomberos, en ella parten a algún lugar de la comuna, cargan el carro con algunas armas cortas y medianas.


Media hora tardan en regresar, la bomba no solo carga mangueras para apagar incendios, se detienen en la plaza, bajan algunas armas, los que miran entre temor y rabia miran como caen algunos fusiles, uno que otro lanzacohetes algunos revólveres y pistolas.


Los que miran las toman, pero, no todos, otros al verlas salen de vuelo para perderse en la mañana lluviosa desapareciendo por algunos años. Muchos partirán al exilio sin necesidad de hacerlo.


La cosa se pone peluda, en el cielo siguen rondando los helicópteros, los que bajan a poca altura y disparan, a partir de la llegada de los fierros se les dispara y estos se elevan para no recibir lo que ellos entregan, muerte.



No todos empuñan las armas, los que han asumido pelear miran con desprecio a aquellos acalorados defensores (de palabra) que se escabullen y se guardan en las sombras de sus inseguros hogares, la chica toma una pistola, aprende a dispararla, no lo había hecho nunca antes, dispara al cielo cuando oye al helicóptero, el brazo se le devuelve con la fuerza del arma, cuando pasa el pájaro de fierro la Pilar se mete bajo el alero de un kiosco de lata.



En las calles se leen las consignas, “No a la guerra civil” y “Avanzar sin Transar”.


El frío cesa, es el calor producido por la tensión nerviosa en cada uno de los muchachos y adultos que se defienden.


Habla la radio, dice que hay casas con banderas chilenas izadas en señal de alegría por el “pronunciamiento militar” -eufemismo con que se llama al golpe de estado-, en la población no hay banderas izadas solo incertidumbre se percibe, algunos niños tratan de salir a jugar, al ruido de las ametralladoras sus madres los metan a las casas de una patada en el poto o agarrados de una oreja.



A medio día no hay vehículos en las calles, solo los de los milicos y pacos, no se atreven a entrar a La Legua, Santa Rosa y V. Mackenna marcan la frontera, así que solo se aventuran por el aire a caballo de sus helicópteros y desde ahí disparan.


Desde la parte alta de la chimenea de la textil un obrero los enfrenta con un fusil, los mantiene a distancia tiene toda la perspectiva de lo que ocurre a cientos de metros, pero, son balas de bajo calibre, desde el pájaro le disparan con una ametralladora punto cincuenta, perforan los muros de la chimenea, finalmente el obrero es abatido, cae al suelo desde treinta o más metros de altura.
Por la calle Sierra Bella pasa la camioneta también con una ametralladora empotrada disparando a la textil, los muros de bloques de cemento de la casa de la abuela son perforados como tablas, está sola con sus dos nietos, oyen disparos, se agachan bajo una cama, la muralla gris ha quedado con seis o más impactos de balas, hay miedo, los niños no saben que ocurre.



Más tarde cuando el golpe se ha consolidado, algunos obreros de la industria colocan una escalera y comienzan a salir por la casa de la abuela, sale uno y otro, hombres y mujeres, esperan cerca de la puerta de calle para salir, miran a un lado y otro cuando no ven vehículos militares salen rápido alejándose del lugar, saben que cuando entren los milicos no habrá presos, la abuela ha salvado la vida de muchos.


La abue piensa en sus hijos, la hija salió temprano y no sabe cuando regresará. La chica anda con su poncho negro en La Legua con otros jóvenes que no aceptan lo que ocurre y se defienden y defendiéndose defienden al Gobierno Popular. , resuena una y otra la voz de Allende “Y abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre y su futuro”, del hijo no sabe nada la vieja.



En la plaza Los jóvenes se miran en silencio, se conocen desde hace años, juntos han militado, los une una gran amistad basada en principios y un largo caminar.


Por las mismas calles hace tantos años caminó también el rucio, padre de la chica y el Pedro, quien e esos momentos hace lo mismo en Cerrillos.
En las mismas casas de barro, madera o lata a comienzos de los 50 el rucio y otros se juntaban, reuniones clandestinas en una anterior represión. Lo que se ve que se viene es peor, más cruel que la que inició el traidor González Videla.



Por Toro Zambrano se aventuran disparando buses y camiones militares, cada vez que aparece los jóvenes se parapetan tras los muros para escapar a las balas, comienzan a organizarse, llega grupo gente de otras tendencias políticas de izquierda, él diálogo es el mismo, como enfrentar y defender lo conquistado, no permitir una matanza más grande. Para ello hay que encarar a como de lugar, las armas estas están a disposición de quien quiera empuñarlas, se establece un solo mando, un hombre del MIR pregunta, ¿puedo estar con ustedes cabros?

-compita- le dice uno de los jotosos, - solo nos queda defender esto que estamos perdiendo-
-Ayer nos peleamos por diferencias de como ser gobierno, hoy nos queda solo un camino y es no permitir una gran represión, si quiere tomar un fierro, bienvenido sea-.


Por la radio da a conocer un “Bando”: se ha decretado Estado de Sitio y habrá toque de queda a partir de las tres de la tarde, se amenaza con la muerte a quien dispare en contra “los valientes soldados” y los que se encuentren en las calles serán apresados.


Toda la capital está igual, todo el país está igual, temor y confusión en la mente de las personas, por medio de los Bandos los golpistas exigen que se presenten los dirigentes políticos y sindicales de izquierda, a la vez se dice que las conquistas de los sindicatos se mantendrán.


Se da a conocer el listado de personas buscadas, se insta a la delación, algunos se presentan en los cuarteles, muchos de ellos no saldrán nunca, en ese momento se pierden sus huellas. Han comenzado a existir los Detenidos Desaparecidos, más tarde un grupo de mujeres que buscan a los suyos bailan la “Cueca sola”, para exigir la aparición de sus familiares desaparecidos en la noche fascista de la dictadura de Pinochet.



En La Legua, hay mas orden, a los niños se les conmina a que se vayan dentro de sus casas, los mayores no obedecen y se incorporan, se organizan, se generan las contradicciones que dan la lucha extrema, no todos los militantes enfrentan, algunos se van a sus casas y otros mas lejos.



El mono dice a los presentes: “ahora estamos solos, no sabemos que ocurre en otras partes, están estos fierros y quien desee y sepa usarlos puede tomarlos y pelear, pero, quien las use no tendrá tiempo para arrepentirse”, “de ahora en adelante esto es voluntario, quien sienta miedo y no quiera estar es mejor que se marche”, que, “dejen solo a los que combatirán, y si alguien quiere hacer algo desde su casa que lo haga”, “determinaremos a los jefes y hay que acatar lo que ellos digan”, a cada grupo se le asignará una tarea”, que, “los que quieran usar las armas y no sepan hacerlo que lo digan y los que saben les enseñarán”.



Los grupos se desplazan a ubicarse en esquinas vitales, en el aire siguen volando los pájaros depredadores, se oye pasar a los Hawker Hunter con sus rockets, se acerca la hora del ultimátum para Allende, van a bombardear la Moneda



Algunos de los niños más grandes están en las esquinas mirando, cuando ven a las tropas hacen señales con las manos, tocan pitos o silban, se preparan los grupos de defensa y combaten.
Un niño avisa que un bus con tropas viene entrando por Estrella Polar y se esconde, miran desde la plaza hacia Santa Rosa, se ve un bus de pacos y tras el bus, tropa de infantería, cuando se produce línea recta entre los muchachos y el bus, el Víctor se hinca en medio de la calle levanta un lanzacohetes y dispara, un par de segundos se oye la explosión. Un grito de alegría en la plaza, el bus quedó hecho mierda, el cohete impactó en el centro, los pacos que se ubicaban detrás del bus retroceden.



La situación se pone mas complicada, se incrementa la balacera. Las contradicciones que se dan solo en instantes de tanta presión se incrementan, gente que se mostraban pasivos ente la política llegan y asumen un lugar en la defensa y otros de discurso pleno de valentía, de exigencia de mayor dureza por parte del gobierno, de avanzar más rápido, no están, se marcharon por la orillita de la vereda. Es como decía el flaco: “Los que queramos estar estaremos, no es obligatorio, nada es obligatorio y menos la lucha” Y así fue, los que quisieron se quedaron ese día y los posteriores.
Por días no permitieron entrar los emisarios de la muerte.




Un par de días después al ver que no había ofensiva de las fuerzas leales al gobierno de Allende, los jóvenes comenzaron a preparar la retirada, se retiraron las armas limpiadas de huellas y de la suciedad, engrasadas y envueltas para esconderlas en buen estado, luego entraron las tropas golpistas y allanaron toda la población, fue una ocupación violenta, las armas en esos días pasaron de casa en casa a medida que iban allanando, muchas mujeres las metieron en bolsas con papas o verduras y las trasladaron frente a la soldadesca, al comienzo no hubo delación, los 4 jóvenes siguieron allí, en la misma población, los pacos no olvidaron al bus destruido y los que murieron allí, en un par de meses armaron el puzzle, en la Navidad del 73 detuvieron a los cuatro hombres, el mono Canales, Pedro Rojas, Juan Orellana y el hijo de la Juanita de La legua de emergencia, dijeron que eran poseedores de un plan, el Plan Leopardo, fueron brutalmente torturados, los subieron a un camión de transporte de carne, los colgaron desde los mismos ganchos que cuelgan los cuartos de los vacunos, en los omóplatos enterraron los garfios y colgaron, allí los destazaron como los mismos vacunos en los mataderos, ninguno si dijo quien era la chica del poncho negro.



Texto agregado el 11-09-2005, y leído por 364 visitantes. (9 votos)


Lectores Opinan
15-09-2006 qué relato, estoy conmovida, estoy sentida, la última imagen me remueve, me da náuseas, enfermedad, es una sensación que no puedo describir, pero todo se vuelve una escena de pánico, líneas que no requieren decir más, que son suficientes para imaginar y reflexionar, un retrato bien narrado, que trasmite sensaciones, no encuentro nombre, pero por momentos me sentí allí, alejada de mi vida, en otras condiciones, y me pongo a pensar en la condición humana, cómo es posible, es posible, no somos vistos como seres humanos, hasta dónde se puede llegar, no sé, qué sería sin nuestra sensibilidad para enjuiciar estos actos, que no nos son indiferentes, qué sería sin distinguir la belleza... seríamos lunas o vetabeles, sin poder diferenciar. conciencia, conciencia ya. ednushka
08-08-2006 Estimado amigo, creo que lo que escribistes, a dado en el banco de memoria. Que detalles, que imagenes y que tristeza he sentido. El hombre libre, pasará por esas alamedas, como dijo el compañero Allende. Excelente obra!! Millones de estrellas... bohemio5
04-07-2006 MIS RESPETOS,Y UN CLAVEL TAN ROJO COMO LA SANGRE QUE REGO LA TIERRA***** GONZOYAR
14-06-2006 Sí... ya he sentido todo esto en mi ser y lo seguiré sintiendo... ***** SorGalim
18-04-2006 Impresionante amigo! Tu relato es estremecedor! UN ABRAZO GRANDE, COMPAÑERO! elnegropablo
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