hijos míos, tan pequeños, de ojos misericordiosos
grandes oídos y de magníficas interpretaciones.
ríen al vernos llorar,
lloran cuando dormimos separados,
nuestra mirada traspasa los muros de las habitaciones,
hasta llegar al lado vacío de la incomprensión.

[nos ahogamos con las sábanas frías]
y claro que los sentimos gemir, orar y luego odiar
a un dios al que les enseñamos a amar.
se derrumban los cubos coloridos y legos virtuosos,
y los soldaditos de plástico,
aparecen dando órdenes y logrando en casa
un verdadero estado de sitio. autoritenso.
su madre y yo los amamos
pero su madre y yo, ya no nos amamos. eso…
se los digo para el tiempo venidero
se los digo porque fue tiempo pasado
por eso coloco mi cabeza entre las piernas
maldiciendo a la nada, y su cruel díscolo nosequé.

no tenemos perdón
es que no tenemos perdón y,
creo que después será
milenariamente tarde para apologías.

no busquen la unión. pero,
cómo explicarles que no existe solución para nosotros?
cómo puedo pedirles que me crean,
cuando les digo que todo
tiene solución en la vida menos la muerte?
cómo puedo decirles que los amo y no amo a su madre?
cómo les puedo decir: “puedo, quiero y probaré”?
cómo es la cosa de que no creo en el amor y los amo con locura?
cómo puedo hablarles de que sean consecuentes con su vida?
cómo saber si más adelante me requerirán
como papá o como sr. tanto?
entienden? no los culpo si no entienden.
inesperadamente, les he ensañado a odiar.

gran fucking regalo.
qué tan grande es el problema, me preguntas mi pequeña
qué tan grande?
grave para nosotros; es una mancha en su corazón. [infanticidio]

los amo hijos mío con toda el alma.
y si les ofrecí mil estrellas, sepan criaturas celestiales, que ni mi vida juntos
hasta la muerte, les daré realmente.
les amo. por mi existencia. por mi escaso honor.

pero créanme: somos posibilidad;
volveremos a estar
juntos algún día y seremos felices.