Eres tú el que moja mis pechos vagabundos
Divertido pájaro que cubre mis heridas
Que juega con lo absurdo y la ironía.
Eres tú el que pide garras de león
Sacadas de la tiza, de una jaula dorada.
Perdida la frescura de tu aliento añejo. Lo dejo.
Lo tiro en tierras inimaginables hechas de roble y rubí oscuro.
Española que envuelve tu piel, y sus ojos te besan cantando la boca.
Eres tú el deseo impuro y fabuloso de los cuentos.
El que miente con letras claras y antiguas.
Es ella la que te impulsa a lo imposible; por amor…