Conocía a alguien hace algún tiempo, más bien, desde hace mucho que lo conozco. tanto, que ya ni recuerdo cuanto.
Lo conozco y en tal profundidad que soy capaz de interpretar sus más oscuros deseos, pensamientos e inquietudes.
Ese alguien es un tanto excéntrico, le agrada intimidar a los demás con audaces palabrerías.
De pronto se vuelve abstracto y otras, totalmente predecible.

Ese alguien viste con discreción, y gusta de la buena mesa. Aveces es un poco austero, en general, lo es... pues teme a que lo desvaloricen.
Lo conozco en tal grado que sé que si supiera que están leyendo menuda descripción de él, sufriría un ataque incontrolable de pánico momentáneo provocado sólo por el hecho de que otros lo conozcan. En todo el amplio sentido de la palabra.

Es bastante extraño, aprendí a conocerlo bien... y sí, es realmente extravagante.
Lo conozco tanto, que se cuando miente, cuando anhela, cuando sueña.
Me asusta pensar que lo conozco tan profundamente, o bien, que pueda parecerme a él... me asusta, más bien, reconocer, que ese alguien sea yo.