Vencer es siempre una meta
ganar, es un objetivo
es muy triste la derrota
si la entrega es en espíritu.

Grande el triunfo ha de ser
y el alma crece contigo
si al enfrentar tu rival
lo haces en juego limpio.

No es con baches ni con trampas
ni sustancias prohibidas
preparación y constancia
son las armas permitidas.

Apegándose a la norma
respetándose uno mismo
solo así se alcanza gloria
y se forja un gran destino.

Atayo