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¡...Tut...tut...tut...tut...tut...! el teléfono se quedó pegado en mi oído durante un largo rato, sonando y sonando, diciéndome con ese sonsonete que la conversación por el momento había terminado, pero no me importaba, quise seguir sintiéndote, a mi lado, en mi oído, en mi piel, en mi alma, porque si despegaba el auricular de mi cara, se acabaría la magia .


Viajabas en tu Van rumbo al aeropuerto, a cargar el vehículo de combustible, dejarlo listo para mañana, un nuevo día de trabajo, un nuevo viaje hacia algún nuevo o viejo lugar.

Otros turistas diferentes a quienes llevar a conocer los hermosos lugares y paisajes de este Chile nuestro. Otro viaje turístico hacia el mar, o hacia la nieve. Sólo en el día les perteneces a ellos, por las noches eres mío, sólo mío.

-“Esta noche quiero compartir contigo las cosas que me gustan- habías dicho unos minutos antes, - ¿Quieres?, ¿te agrada que lo haga?”-

(Y cómo no querer, cómo podría decir que no, a esa invitación que parecía tomarme de la mano hacia la intimidad, hacia dentro de ti, a los sueños y las ilusiones que has ido dibujando aquí en mi mente, en mi alma, en cada nueva conversación de cada noche.)

-Me encanta que lo hagas- te respondí con apenas un hilillo de voz, es que mi emoción crecía a cada momento al percibir en el silencio mío, dibujada tu esencia, tu sentir, que veía claramente frente a mí.

-“Me encanta Led Zeppelín, mira, escucha esta canción, ¿la reconoces?”-

(¿Sabes que mis silencios mientras hablas,... mis silencios a ojos cerrados,... son un deseo que crece a medida que escucho tu voz y tus palabras?...me encanta la música,...y saber,...y sentir que a ti te gusta, me hace estar tan cerca tuyo en este momento...¡cómo quisiera estar rozándote la piel mientras me hablas!...que sintieras el aroma del deseo que emana de mi cuerpo, hombre tierno,... niño,... intenso.

Te acercas y se caen mis barreras, enmudezco, me fascinas, y comienzo a encenderme como una hoguera, entre las letras que forman las palabras que salen de tu boca, de tu voz masculina que se acerca a mi oído cada noche. Por las noches eres mío, me perteneces para bailar junto a mí, entre tus melodías, las sensaciones que se van entrelazando en nuestros cuerpos, entre el susurro apenas perceptible de las respiraciones, que desde ti y desde mi se alborotan, y brotan hacia el aire, embriagándolo todo).

-“Espera, quiero que oigas esta canción que escuché el otro día. Al oírla pensé en ti, pensé en nosotros. Se llama “Don´t give up” de Peter Gabriel. Me gustaría tanto estar contigo en una habitación, en la que hay un equipo de sonido de alta fidelidad, más allá un gran sillón de cuero negro o café, dos mesitas a los lados, las paredes de un amarillo suave pero luminoso, al centro una mesa, en el suelo una gran alfombra peluda de color cremoso, y un gran ventanal de pared a pared, con cortinas claritas amarradas a cada lado, y nosotros sentados conversando tranquilos, escuchando la música, con una copa de champán en la mano, y me gustaría que me leyeras alguno de tus poemas”-

-¿Y tú, que me leerías a mí?-

(Y desde acá, desde el otro extremo del teléfono, en mi mente he creado esa imagen de la habitación con nosotros en ella. ¡Quiero estar a tu lado, allá, en el lugar que ha creado tu mente y tu imaginación para nosotros,...para el romance,...para la ternura y la pasión, y para la lectura de poemas!)

-“Yo te leería mi alma”, - me dijiste_ “le hablaría a tu alma, le diría que me gusta estar cerca de ella, cerca de tu cuerpo, sentir tu calor, sentir tu aroma...¿sabes que una mujer enamorada,...que siente deseo,...emite un aroma dulzón, el aroma de sus deseos? Me gustaría estar junto a ti y olerte, sentir ese aroma del deseo que brota de tu piel”-

(Siéntelo ahora desde allá mientras me hablas. Huele mi aroma, huéleme...)

-¿Y ahora lo sientes?-

-“Sí. Siento tu aroma, tu deseo, ese perfume dulce, y quisiera estar entrando en ti lentamente, suavemente. Sentir tu calor y tu humedad y que sientas mi volumen”-

(No imaginas de qué manera siento que estás entrando en mi cuerpo, ¿cómo te puedo explicar las sensaciones como oleadas que me provocan tus palabras? Haces que me estremezca por completo entre tus brazos).

-“¿Sabes?, a veces durante el día, mientras estoy viajando, me pongo a pensar ¿qué estarás pensando tú?, ¿qué sentirás? Bueno, tu sabes que los hombres somos más...de la carne,...del deseo que del espíritu. Lo que no significa que no sintamos, porque con el tiempo comienza a existir un sentimiento. Tal vez ustedes son más del espíritu, del sentimiento”-

-¿Crees que no sentimos como ustedes sienten?, claro que somos de sentir y del espíritu también, antes que todo, pero también somos deseo incontenible, piel que arde, también somos de la carne-

(¿Te das cuenta como las palabras van construyendo, una a una, sensaciones que nos van inundando, la piel se eriza cuando la imaginación recrea cada una de esas palabras en nuestro propio cuerpo, en cada rincón, también en el querer sentirnos mutuamente?)

-“Ya amor, voy llegando a la casa. Ahora que hemos quedado alborotados, cada uno a dormir en su camita,...jajajajaja2-

-Claro, gracias por eso, jajajajaja...¿dormirás conmigo esta noche?-

-“Sí, te apretaré muy fuerte para que no te escapes”-

-Yo también te apretaré para sentirte toda la noche-

-“Que duermas bien, mañana hablamos, un beso”-

-Un beso, duerme bien tu también-

-“Chao”-

-Chao-

.....tut...tut...tut...tut...tut…bajé el teléfono, dejándolo en el soporte. Mañana sería otro día, volveríamos a hablar nuevamente, a sentirnos, a seguir compartiendo nuestras pequeñas cosas, nuestros propios mundos. Tal vez faltaba tiempo aún, para llegar hasta ese día del encuentro, el que estábamos esperando desde hace mucho, pero que cada día se acercaba un poco más.

Ahora iré a acostarme junto a ti, que me estás esperando entre mis sábanas tibias, para estrecharte entre mis brazos. Allá lejos, tu también te acuestas junto a mí, entre tus sabanas tibias, para estrecharme entre tus brazos. La magia todavía continúa.

Mañana llegará un nuevo día, luego otro y otro más, tal vez en uno de ellos pueda estrecharte de verdad.

25.08.2005

Texto agregado el 21-09-2005, y leído por 132 visitantes. (3 votos)


Lectores Opinan
13-10-2005 El tiempo pasa y pasa, por mas que lo deseemos, las cosas no siguen igual dreamcatcher
22-09-2005 Me gusto tu creación, te felicito!!! princesaida2003
21-09-2005 ***** Mildemonios
 
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