Siento que mis palabras
te asesina.
Quiero decirte tantas cosas
con esta boca muda…
Si quisiera retratarte
con números infinitos,
aún así,
no lograría impregnarme
de tu existencia.

¿Cómo puedo yo
darte a conocer al mundo?
¿Por qué querría que
todos te adoraran?

Ay mujer, cuerpo de mujer.

Tu carrusel de alegría,
hace vibrar a todas las personas
que te ven.
¿Cómo podrían no verte?
si eres más sensual
que una flameante bandera
a los vientos de mi aliento.

Los hombre se rinden
a tu paso,
muchos han pasado por tus labios…
Pero yo no soy muchos hombres,
simplemente tu amor,
el único que has conocido.

Si quiero describir
esa sensación de abismo
que me produce el contacto
con tus besos,
digo tu nombre,
y todos los pájaros del mundo
vuelan a tu delicado corazón.

A veces, cuando escribo,
siento que mis palabras
te asesinan.
Aún cuando mi pluma
mejore su caligrafía,
incluso si todos los diccionarios
se abrieran a mi disposición,
eres más,
mujer.
Eres mi amada.