Dibujaste la despedida en la mañana,
Para el medio día ya no estabas,
Dejaste el amor desangrarse.
El vació inherente en los oídos.
El arte quebrado en el amor,
El amazona corriendo entre los cirios.
El alma ahonda, jadeando
La ausencia existía, el amor se desvanecía en los cristales rotos.
El hecho buscaba lo heteróclito,
Deviniendo el día.
El destino mimetiza mi acto de orfandad,
De hacer espejo la tristeza del corazón.
Percepción oral de un adiós que para una ausencia esta el vació mismo.