Ninguno de mis dibujos logran encauzarse a ti. Sin embargo mis palabras fluyen como el viento que baja de la montaña o retorna desde el mar. Tengo tu nombre grabado en mi memoria y tu rostro en mis sueños, necesito de ti para saber que el mundo gira a mi alrededor y no se ha detenido en esta oscuridad gigantesca. Siento como me quita toda fuerza y se extingue toda luz.
¿Dónde te has ido? Siento como caigo y no encuentro tu mano para aferrarme, me hundo en el vacío sin reaccionar. Todo se repite otra vez, todo se repite otra vez, sólo que esta vez ya ni siquiera siento desesperación, no siento nada. Nada. Las lágrimas no quieren visitarme, dejando mi pena seca. Ya nada puede deslizarse en mis mejillas.
Regálame el dolor para saber si estoy viva. Hiéreme en lo profundo o no sentiré nada. Al menos cons ufrimiento tendré la esperanza de amar. Me siento incapaz de sentir.
Engáñame y déjame creerte, que tu mentira limpie mi corazón; para que pueda haber espacio en él, espacio donde poner mi dolor.