... no lo sé, existen muchas maneras, existen muchos estilos y existen muchas escuelas.

Está la escuela del olvido (aquella que dice: "Nunca moriremos")

Está el estilo propio del que sabe morir.

Está el que se va a su casa y agradece esta corta visita a este planeta.

Está quién espera a sus amigos a que lo vengan a recoger.

Está el suicida para quien la vida es un reto y él lo vence.

Está el anacoreta que ávidamente le arrebata los secretos a esta Tierra.

Y está una cantidad monstruosa de gente enchufada en los hospitales rellenando los pasillos de lamentos.

A esos, les enviamos gustosamente nuestras flores más hermosas. Y a todo el resto, pues, que se mueran.