Esa noche, cuando Martín se dio cuenta que la espantosa sombra que lo rodeaba, la que le quitaba el aliento, la que no sabía de donde provenía; era la muerte que asistía a su cita con él; pensó en librarse de ella con su ya famoso juego de palabras. Empezó a enredarle el cuento a la muerte buscando un poco de tiempo, no quería morir en ese momento.
La muerte viendo el esfuerzo de Martín por salvar su vida, así sea por un corto tiempo, accedió, le dijo que volvería por él en 3 semanas; Martín descansó profundamente aquella noche, a la mañana siguiente empezó a maquinar una salvación para su trémulo destino, decidió cambiar todo su físico, se hizo muchas cirugías para cambiar su rostro y su cuerpo, vendió su casa y se encaminó a un pueblo alejado.
Ese día se cumplían las 3 semanas y Martín seguía camino al pueblo, pero durante esa noche Martín empezó a sudar, se sintió muy angustiado y aceleró su paso, por causa de la velocidad que llevaba, en una curva muy pronunciada perdió el control del auto, y así como perdió el control del auto, perdió la vida segundos después del accidente; justo en el momento en que la muerte se lo había prometido… No es necesario que huyas o que la busques, ella te encontrará donde quiera que estés y en el momento que es, no antes y no después, escuchó Martín cuando su auto caía al barranco donde perdió la vida.