DELIRIO

Aquí estamos con las manos
elevadas hacia el cielo,
y ojos ensimismados
en la santa evocación;
Aquí estamos con la mente
enturbiada por un velo
de inconsciencia adormecida
por falaz incomprensión.
Que se alejen las pasiones,
no interrumpan el destello
del talento iluminado
por la luz de la creación;
que se alejen los que sientan
ilusión por lo más bello,
ignorando lo sublime
del espíritu creador.
Que se alejen los que vengan
hacia mí con ironía,
porque sientan que les falta
la potencia de mi yo.
Con los sinceros comparto
mi tristeza y mi alegría,
a los que ignoro aparto
con la fuerza de mi voz.