| Repentino y como un huracánTe paseaste por la franja de cemento,
 Y frente a mí.
 El aire y el sol
 Acompañaban tus destrozos,
 Masivos, escala 9
 Con la atmósfera descontrolada
 Y aires inciertos
 Entramos en el cubo de aprendizaje
 Y un puesto más atrás
 Estabas tu Desastre
 (Etéreo, ruidoso, estridente…)
 
 Sentía el aire de tus caricias
 Imaginarias, que eran más
 Imaginación mía que aires tuyos
 Pero por aquel cruce me aferraba.
 
 Cantas una canción sorda
 Imperceptible al movimiento de tus labios,
 Saliendo y entrando,
 Lento y sublime,
 Casi fantasmal,
 Solo a mis ojos perdidos.
 
 Abstraída y conciente
 De ti (eso provocas),
 Una y mil cosas
 En ese y este y
 Los por siempre momentos
 De esta clase científica.
 
 Y si es por ciencia,
 Hay tres mil seiscientos segundos
 Para evaluar miradas
 Pero no quinientos veinticinco mil seiscientos minutos…
 (Triste suspiro),
 Ay! Vida no te merezco
 Pues pierdo inocencia y misterio
 Con cada día que espero,
 Que espero por un trozo de ti.
 
 Es lo que tengo dentro
 Retracción a esta atracción…
 ¿Quién lo pensaría?
 Sin duda que la ironía,
 Y quizás tu.
 Quizás yo,
 Pero nunca en voz alta,
 Y para nadie
 Del trasfondo de la sala 27.
 
 Y conté cuatro días,
 Donde en verdad había
 Siete serenos y tóxicos días.
 
 Fueron horas
 Ocasos, amaneceres, atardeceres,
 Amistades, una mano calida sobre la mía
 Y varios vacíos…
 
 Aun así (con y sin mil respuestas), regreso.
 A tus espacios turbulentos,
 Aire avasallador,
 Sin pensar y con tristeza a cuestas,
 Me descubro siguiendo tu senda de destrozos,
 Por culpa de mi idealismo.
 
 Con el peor de los dolores
 En mi sistema de ansiedad
 Me hallé en aquel
 “Puesto mas atrás”
 Claro que con un ligero cambio,
 Pues aquel era:
 Junto a Mí.
 
 No logro terminar de explicar
 El sentimiento, ya que,
 Suponemos (siempre se supone),
 Que ellos no mantienen
 Una firme descripción para el ser.
 
 Para esta victima del huracán
 Fue todo, mas nada.
 
 Fue un digno ¡NO! Arrepentimiento
 Para expresar el negro
 Fue tu perfume y ¡SI! Movimiento
 Para dejar entre ver al blanco.
 
 Y en esos cinco milisegundos
 Esos contrastes dejaron de:
 “Ser un ser”,
 Para pasar a ser
 No más que
 El recuerdo temporal de tu ausencia.
 
 Supongamos una vez más
 Y digamos que dentro de la sala veintisiete,
 En ese puesto junto al pilar,
 No se siente la soledad
 ¿Qué pasaría entonces
 Con el “te extraño”?
 Seria como estar en el ojo del huracán
 Pero sin ti “tormento nebuloso”.
 
 Ya se marcha…
 ¿A dónde vas cuando tus vientos aminan?
 ¿Qué me queda cuando llega el ojo de la tormenta?
 Me queda ese calor interno,
 Por culpa de tus bajas presiones.
 Oh! Huracán desastroso
 Me envuelve el perfume de tus vientos
 (A muchas millas por hora),
 Y me ahogo en la espuma
 Que libera esa mirada al chocar con la mía
 Como ola rompiendo en la suave arena.
 
 Si tan solo
 Todos pudiésemos descubrir
 Las falacias del aire matutino
 Y descifrar los cantos nocturnos
 Del frió lunar.
 
 Entonces
 Ya no seria difícil
 Hablarte, y amarte…
 
 Ya amo, ya extraño…
 Y solo he intercambiado miradas,
 Adelantándome como pueda,
 Soñar NO esta mal
 ¿Verdad?
 Conjeturas, sugestiones,
 Dolor auto-impuesto
 Y de vuelta a la realidad,
 Y a esos hechos y verdades
 (Cuidado que la verdad es solo
 Una mentira no descubierta).
 
 Vuelvo a sentir tus vientos
 (¿¡Ya fueron 10 minutos?!),
 Precioso, preciado
 Y yo aquí pensando
 En esos toques furtivos
 Y abrazos mestizos
 Y el que me mira sin entender
 ¡Atenta!
 Que las paredes ya se juntan
 Para formar ese laberinto
 Donde pareces siempre hallarme,
 Sutilmente, como si fuese un territorio sin tocar,
 Algo nuevo por explorar…
 
 Pero se termina el inexistente tiempo,
 Que suena para deshacer todo.
 Y estampidas destruyen el laberinto,
 Y tu querido huracán logras escapar.
 
 Debes de ser como ella…
 Pues la naturaleza,
 Lo natural, no se puede contener.
 
 Te liberas como explosión en mí,
 Desatas caprichos y obsesiones.
 
 Y tengo miedo, lo admito
 Estoy ansiosa, lo afirmo
 Muy confundida, asentiré.
 
 Que difícil se hace
 La ideología del “Carpe Diem”
 En este momento,
 En el que solo pienso
 En el mañana,
 El que me traerá
 Más vientos en el cuello
 Más de ti, más de mí
 Más miradas cruzadas.
 Sonrío serena
 Pues se que ya esta,
 Allí
 Sentado en su banco
 Y un puesto más atrás.
 
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